Looking for you

26

Desperté en en sofá de la cocina, vestido y con el dolor de cabeza martilleándome cada momento más y más fuerte.

Me incorporé y ahí estaba Carly con su pijama y una taza de café humeante entre sus manos, mirándome entre curiosa y enfada, pero también en su mirada había decisión.

-¿Qué haces ahí?- Le pregunté cabreado al ver que no decía nada.

-Esperando.- Respondió tranquila y le dio un sorbo a su taza.

La miré sin comprender y me volví a acostar suspirando.  La mañana estaba fría y mi corazón estaba degollado.

Sentí que se sentaba en frente de mí y maldecía por lo bajo.

-No quiero pelear y tampoco preguntaré donde has estado porque el olor que traes y las pintas me lo dejan claro.-Soltó de repente.- Pero si quiero que sepas que faltan unas semanas para la boda y he sido paciente con tu actitud de comprometido asustado, pero me he cansado de ser la paciente, ¿sabes?

Levanté la cabeza y pude ver que ella miraba la ventana con nostalgia. Tenía una cola desalineada y una camiseta mía llena de gotas de rimel y ahí me di cuenta que ha estado llorando todo este tiempo.

-Pensé que se iría con los días y que era normal que te asustaras por casarte porque yo también lo he estado, pero tú sigues igual.- Soltó un sollozo.- Me lo han contado, Sanders, y pensé que eran inventos.

¿Contar qué?

-¿Qué dices, Carly?- Pegunté desorientado. Aquellas palabras me habían dejado de lo más pasmado y no sabía a que se refería con lo que decía.

Me volví a incorporar y me acomodé el pelo con una mano y me sostenía con la otra.

Ella solo lloraba en silencio y negaba a cada palabra mía. Tenía las ojeras presentes seguramente por desvelarse y se llevaba la mano a la boca con cada suspiro resignado.

-Que me lo han contado.- Repitió dolida. Esta vez me miró con tristeza y me lanzó una sonrisa cínica.- Mi hermano tenía razón, después de todo.

¿Qué su hermano tenía razón?

-¿Tu hermano? ¿Qué tiene que ver con lo que me dices?

-Con Kendall, Cariño.- Añadió sarcásticamente.- Con Kendall.