14. Una mala película de acción

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—Se los dije, estamos más que pérdidas.

—¡Hey!

—Y perdido claro –comenta Amanda preocupada mientras pone sus manos en su cara de seguro preguntándose qué hacer.

¿Qué se debe hacer cuando te pierdes en una ciudad con más de siete millones de personas?

—Tengo hambre, y eso que son las tres de la tarde y almorzamos hace una hora –dice Christina.

¿Qué se debe hacer cuando tu amiga tiene hambre, acabo de comer y tienes ganar de golpearla?

—Ya es la sexta vez que lo dices, Christina–dice Natasha frustrada —si sigues me voy a enojar.

—Lo mejor es calmarnos chicas, además, todos sabemos que Christina es así, no podemos cambiarla, es mejor dejarla así tal como es –habla Amanda tranquila con una amplia sonrisa sentada en el banco.

Voy a explicar que paso después de lo de esta mañana. Resulta que nos volvimos a dormir, luego de todo nos merecíamos un descanso, un descanso que nos levantó a las once y media de la mañana, ni yo había dormido tanto en mi vida pero bueno, así lo pidió mi cuerpo, y el de las ellas también.

Natasha nos levantó avisando que se estaba quemando el vehículo, digamos que fue un desastre cuando lo grito. Como pedí la litera de arriba –la pelea con Christina, eh- termine cayendo contra el suelo y ya sabrán que paso, Christina me aplasto, me cayó encima.

"¡ESTUPIDA LEVANTATE!" fue lo primero que logre decir luego de recuperarme de semejante golpe, "Mama, cinco minutos más" fue lo que respondió la bella durmiente aun encima mío.

A fin de cuentas yo no soy la que tiene el sueño pesado.

¿Qué que hacemos ahora?

Bien, estuvimos evadiendo la policía. Resulta que hay avisos por toda la ciudad de que "Cinco chicas del instituto Star It de la ciudad, fueron secuestradas el día de ayer en horas de la noche" y además, "los guardias fueron burlados con armas eléctricas provocando que cayeran inconscientes".

Dios, ni yo le habían mentido tanto a mi abuela al momento de pedirle dinero para "mis útiles escolares" cuando lo que compraba era dulces.

Lo que ellos no sabían, es que cinco chicas se escaparon de su instituto por una amiga y que desmayaron a guardias con sartenes, algo muy original de hecho. ¿Astuto, no?

El punto es, hemos evadido la policía vistiendo grandes sacos con gorras, la ropa no está nada mal, Sol tiene un buen gusto. ¿Cómo almorzamos? Entre todas dimos un poco dinero y nos alcanzó para unos burritos mexicanos, sorprendentemente, estaban más picantes de lo que esperaba, Christina pidió un poco del mío y termine compartiendo la mitad de mi burrito.

Estaban tan picantes, que termine quitándole una caja de leche a un niño de siete años, me gane un regaño de la madre, además de un golpe en mi pierna pero, valió la pena.

Ahora nos encontramos en un parque planteando ideas de cómo salir de la ciudad sin ser descubiertas.

—Yo propongo que... ¿Han visto Una Noche en el museo 3, no? –pregunta Ryder mirándonos a lo que asentimos —Bien, el plan es meterlas a todas en cajas y dejarlas en el equipaje.

—Estas fumado si crees que voy a entrar una caja –respondo Sol arrogante mirándose en el espejo y pintándose los labios, como tengo ganas de que pase una ventisca y la deje como un payaso.

Chicas en fugaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora