26. Mentiras de la sociedad.

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—Y con ustedes, damas y caballeros, Sol franco.

Los aplausos, las miradas de personas a las que supongo, les importo, están solo aplaudiendo como si hubiera hecho algo que contribuyera a la sociedad.

No hice nada.

No entiendo por qué debo estar acá, les dije a mis padres que no quería, pero no me escucharon, solo me controlaron como quisieran y yo de tonta, me deje, los deje controlarme solo para tener lo que quería.

Pero no podía decepcionarlos, no a ellos, soy su orgullo y no quiero dejar de serlo, no por ellos.

—Muchas gracias a todos. –es lo primero que logro articular después de tomar el micrófono en mis manos —El motivo de este acontecimiento, es para celebrar los cincuenta años de Incorpotions Franco, una de las más grandes empresas del país, hoy está de aniversario.

Lo logro decir tan normal que ni yo me la creo.

Las personas se posiciona cada una en sus sillas, algunos ríen y otros solo tienen sonrisas falsas, típico de personas de la alta sociedad.

¿Cómo lo sé?

No es por sonar... ¿presumida? Bueno eso, pero se cuando alguien sonríe verdaderamente y luego cuando lo hace falsamente.

No tengo muchas amigas que digamos, de hecho, ni tengo. Apenas conozco a un par de chicas empiezan a formular que soy una chica fresa, una de papi y mami y una caprichosa pero yo no era así, el tiempo me volvió así.

Intente detenerme, lo intente pero no pude.

—Diré solo algunas palabras para no aburrirlos demasiado –rio, ellos hacen lo mismo —como saben, seré la próxima heredera de todas las propiedades de la familia Franco y de la empresa, le debo mi educación y enseñanza a mis padres –doy media vuelta y camino hacia ellos —esos dos señores, me aplicaron lo que es el respeto y el cómo defenderse en este mundo, tengo solo catorce años pero creo que ya se demasiado. No sé qué sería de mi vida sin ellos, los amo –sonrío y me alejo de ellos, la mirada de ellos orgullosos por mis palabras es lo único que me basta.

Esta no es la vida que quiero.

Hable tan... tan falsamente que se oyó real. Que buena actriz soy.

Los espectadores sonríen y aplauden a la vez que toman fotos, posiblemente para subirlas a sus páginas y colocar cada palabra que dije.

No me sorprendería que alguna lance una blasfemia en contra mía.

No quiero estar el resto de mi juventud asistiendo a reuniones de negocios ni confinarme a una silla solo dando a empleados.

No lo quiero.

Quiero vivir, tener amigas, enamorarme y sobre todo, tener un sueño adolescente como muchas.

Talvez demasiadas chicas quisieran tener una vida como la mía, que creen que tienes todo a tus pies, que nadie te insulta y cosas así, pero yo digo que eso es lo peor del mundo.

Sientes que te lo dan todo y que no haces nada por merecértelo.

Deseo hacer cosas y que tus padres te premien por ello, no que lo te den sin hacer nada.

Ninguna chica se junta conmigo para ser su amiga, solo lo hacen por interés, cuando veo lo que hacen solo me dispongo a echarlas sin importa lo que digan. Me usan, que te usen para obtener lo que quieren no es muy hermoso que digamos.

Envidio la vida de otras chicas, poseen amigas que están ahí para ella, les confiesan sus secretos, si su chico les regalo algo o si su crush la miro, que pasen horas hablando sobre el muchacho que nos trae locas y hasta planear una boda imaginaria.

Chicas en fugaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora