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Ya era el tercer día de investigación, todos desayunaban como de costumbre, aunque la silla de Angie se encontraba vacía, Frederick admiraba la silla con preocupación, Catherine al notar esto le dijo:

-No te preocupes por Angie, debe estar en el salón de arte trabajando, normalmente se encierra allí por largos periodos de tiempo, tu tranquilo.

-Ah, bueno si tu lo dices... ¿Podemos ir a verla ya?

-Como tu quieras.

Frederick y Catherine se levantaron de sus asientos para dirigirse al pasillo cuando Himiko los detuvo.

-¿Puedo ir con ustedes? Angie es mi mejor amiga, la necesito en estos momentos.

Frederick asintió, los tres se dirigieron al último piso, recorriendo varios pasillos encontraron las distinguidas puertas blancas, Himiko se aproximó a la puerta golpeando ligeramente.

-Angie ¿Estás ahí? Soy yo, Himiko ¿Podrías abrir?

No había respuesta, Frederick imitó la acción, pero nadie respondió, Catherine intentó abrir a la fuerza la puerta trasera, sin éxito alguno, regreso al grupo.

-¿Y ahora que?

-¡Yuuuuujuuu! ¿Cómo les va? ¿Todo bien? ¿Todo correcto? Y yo que me alegro.

Catherine se alegraba de ver a Kokichi de nuevo, incluso si su rostro demostraba lo contrario.

-Oh, supongo que estoy interrumpiendo algo, y he de suponer que Angie no abre, suerte que me tienen aquí, ¡Usaré mi arma secreta!

De su manga derecha retiró una llave de tensión y una ganzúa, se acercó a la puerta pasando las agujas entre la ranura de rotor, moviéndolas delicadamente, entonces Himiko protestó.

-Hey! eso es hurto, como puedes forzar la puerta de Angie sin pedir su autorización, que grosero eres.

Catherine objetó ante su puchero, con un rostro calmado le dijo

-Mira, se que esta mal, pero tenemos que entrar, puede que Angie este en peligro.

-¿Quieres decir que...?

-Es probable, pero no hay nada asegurado hasta que podamos ingresar.

-Esta bien...

se pudo oír con claridad cuando el seguro cedió, Kokichi sonreía mientras volvía a guardar sus herramientas bajo su manga.
-Ahí lo tienen, abierto digo yo, ¿Quien entra primero?

Frederick empujó la puerta que se encontraba entre abierta, encontrando lo peor. En cada esquina se encontraba una esfinge colgada de los pies, la esfinge de Shuichi tenia una Katana incrustada en su pecho, en el suelo se encontraba un libro con pasta negra, al lado del libro se encontraba Angie, que estaba tendida en el suelo, debajo de ella una gran cantidad de sangre se acumulaba en la parte de la cabeza. Himiko al ser la segunda en ingresar ahogó un grito de terror, cubriendo su boca con ambas manos.
Kokichi entró en tercer lugar mientras miraba con disgusto, sacando su dispositivo.

-Ugh no otra vez... ¡Este es un anuncio de muerte! un cuerpo ha sido encontrado, por favor reportarse al salón de arte, repito no es broma, un cuerpo ha sido encontrado.

En el momento donde todos estaban reunidos en un solo lugar, la tercera investigación inició, todos miraban con tristeza el cuerpo, intentando consolar a Himiko, lo que no notaban era el estado de Frederick, se mantenía firme, incluso si en lo más profundo de su ser lloraba con fuerza. Catherine se acercó ubicando su mano en su hombro, cosa que no hace muy seguido, mientras le decía:

El té, la oscuridad y la muerte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora