Me quedo observando en la distancia, con la luz apagada y les saco una foto con el móvil, acto seguido llamo a Wolve para contarle el descubrimiento. A la mañana siguiente nos reunimos todos en la mesa, Wolve me pide que ponga el móvil sobre la mesa y los demás ven la foto.
- ¿Que cojones es esto?
- Stephan vende a los cabrones que nos están cogiendo el terreno de la cocaína en el norte.
- Así que nos hemos reunido para decidir como queremos llevar esto, teniendo en cuenta que es nuestro proveedor y el único que puede cubrir nuestra demanda en 200 km.
- Además, es independiente, no trabaja para nosotros.
- No, pero es cortarles el suministro a ésos hijoputas.
- Liquidémosle, podemos sacar la misma cantidad de cocaína comprandole a un cártel.
- Sí Alexander, pero también nos implicaría una derrama aún mayor, por el momento... Le mandaremos una advertencia.
- Yo podría...
- ¿Como dices Bellic?
- Que yo, bueno, más bien nosotros podemos ocuparnos de la oferta y la demanda, tengo un máster en química.
- De acuerdo, entonces decidido, le cerramos en chiringuito a Stephan y jodemos a esos capullos de Santa Bárbara.
Nos vamos al parque de caravanas, pero cuando llegamos nos encontramos a los Death Trebols recogiendo otro pedido y nos liamos a tiros. Durante el tiroteo Stephan aprovecha para huir en su Chevrolet Malibú de color verde botella, yo y Alexander entramos en la casa, disparamos desde las ventanas, una bala me roza la clavícula y caigo al suelo, afortunadamente veo el armero de Stephan. Voy al armero, saco un rifle de caza y una escopeta Remington 870 recortada, le paso el rifle de caza a Alexander y nos ponemos a disparar. Al rato nos deshacemos de los Death Trebols y los que quedan, huyen en sus motos mientras nosotros preparamos unos cócteles molotov con las cervezas de Stephan y la gasolina de las motos de los muertos, incendiamos unas cuantas caravanas que acaban explotando pero no tenemos suficientes molotov para todas, así que Wolve, yo y Gardy cogemos las motos y vamos a por un camión para el material mientras los demás nos esperan. Volvemos media hora después con el camión y saqueamos las caravanas llevándonos el material de laboratorio y la cocaína que podemos cargar, volvemos a la sede y escondemos la cocaína dentro de la mesa de billar.Han pasado 5 días sin tener rastro de Stephan, pero ahora debemos ocuparnos de otras cosas, como ver dónde coño instalamos un laboratorio de cocaína. Voy a ver un almacén a las afueras de Los Montes, pero se me presenta el Sheriff Prinston con uno de sus ayudantes con ganas de tocarme los cojones.
- Sheriff, que hace usted por aquí, ¿me ha seguido?
- Un poco, quería preguntarte sobre un incendio y unas explosiones en un parque de caravanas a unos quilómetros de aquí.
- Mmm, no, no sé nada de éso.
- ¿No? Interesante, el dueño de los terrenos era un tal Stephan Seagal, curiosamente desapareció el mismo día, resultaba ser un laboratorio de cocaína, además de encontrar varios cadáveres con chupa y multitud de casquillos.
- ¿Y por unos cuantos tipos muertos tenemos que ser nosotros?
- Sois los únicos que se me ocurren en quilómetros.
- Podrían haber sido los mismos árabes que nos persiguieron aquel día.
- Podría... Pero llevo tiempo sin verlos por aquí, por lo que me deja como opción a vosotros.
- Pues no sé nada.
- De acuerdo... Por cierto,¿Que haces aquí?
- Estoy mirando un lugar para un... Salón de tatuajes, ¿ahora es delito tatuarse?
- No, pero... Un local demasiado grande para un salón de tatuajes, ¿no crees?
- No sabría que decirle, para albergar las mesas de cada miembro...
- ¿Sabes para que más serviría?
- Dime tú.
- Pff, como laboratorio de metanfetamina, así más de vuestro rollo creo yo.
- Pero Sheriff, nosotros no hacemos estas cosas.
- Y tampoco sabéis nada del marrón de las caravanas... Dedicandoos a las drogas y no tenéis noticias del asalto a un laboratorio.
- No Sheriff, no sabemos nada.
Subo a mi moto y me largo de ahí, voy al restaurante de Mandy y cómo un bistec de buey con salsa, cuando acabo veo a Mandy saturada con tantos clientes y entro en la cocina para lavar mi plato, después le echo una mano a Mandy sirviendo las mesas. Por la tarde, sigo ocupándome de las mesas, cuando llega un hombre rapado y totalmente tatuado, de mediana edad y un bigote castaño a lo Hulk Hogan, dirijo la mirada a Mandy que sale de la barra y se abraza a aquel hombre, me acerco percatándome de la cruz céltica en su nuca y ella me lo presenta.
- Byron, él es mi padre, Obadiah Turner.
- Encantado... Interesantes tatuajes.
- Eeem, lo mismo digo de la chupa... Brooklyn Panzers, ya os conozco.
- Sí... ¿Hermandad Aria, eh?
- Mi padre acaba de salir de prisión.
- ¿Como nos conoces?
- Por Rocket, me salvó el cuello literalmente, en el baño. Se la jugó enfrentándose a dos chicanos por mí.
- Hostias, ¿está bien?, el jueves he de visitarlo.
- Sí, tranquilo, mis compañeros le cubren las espaldas.
- ¿Por cierto, ya habéis encontrado a Stephan?
- Aún no, ni a él ni al coche Mandy.
Al salir del restaurante, veo aparcado el Chevrolet Malibú de Stephan y vuelvo adentro y empiezo a buscarlo como un loco, salgo por la puerta de atrás, busco en el contenedor, nada.
- ¿Byron, que pasa?
- Stephan, su coche está ahí fuera.
- ¿El Chevrolet Malibú de ahí fuera? Lo robé en el aparcamiento de un motel de carretera en Greenfield.
- Bien, perfecto.
Llamo a Wolve para darle la noticia, le digo que voy con un amigo para no alertarle, le pido a Mandy que me guarde la moto y a Obadiah si me puede acompañar. Subimos al coche y nos dirigimos al motel, al llegar aparcamos y Obadiah sube a su habitación, pero no está así que vuelve y vigilamos a ver cuando vuelve. A las tres horas vuelve cargado con bolsas de supermercado y ve el coche, me agacho dándole un revólver a Obadiah, Stephan se acerca al coche. Obadiah sale y le hace meterse en el maletero a punta de pistola, sube al coche y conduce hasta el desierto, para el coche a 100 km de la carretera a las afueras del pueblo desierto adentro, se enciende un porro a la vez que yo saco una bolsita de speed y esnifo en el salpicadero, desde que lo probé con Omar consumo para sobrellevar el estrés del día a día. Al caer la noche, Obadiah enciende los faros, sacamos a Stephan del maletero y lo ponemos frente al coche, le damos una paliza brutal al punto de golpearle con una piedra. Le disparo en ambas rodillas, luego le disparo en ambos hombros, le pego un tiro en el estómago y finalmente lo remato con un tiro en la cabeza.Volvemos al restaurante de Mandy a las 3am, Obadiah me hace amago de devolverme el revólver pero se lo regalo y le doy 200$ por las molestias, cojo mi moto y vuelvo a la sede, hoy ha sido agotador.
ESTÁS LEYENDO
Road Bullies
ActionTodo hombre da la vida por su familia, voy a contaros la historia de una familia... Todos sus hermanos damos la vida y derramamos sangre por un club, por un parche, por nuestras motos. Dicen que toda persona elige su camino, nosotros no elegimos nue...