Se había quedado en las escaleras pensando, recordando todas esas veces en que esas escaleras fueron testigos de sus roces, sus caricias, sus besos.
Recordó también su primer encuentro, cuando le pidió que fuera su tutor, recordó su cara al no entender algo, al poder entenderlo, su rostro cuando se concentraba, sus pucheros cuando algún ejercicio le salía mal.
Recordó todas y cada una de sus sonrisas dirigidas a él; recordó todas y cada una de las miradas llenas de ilusión; recordó todas y cada una de sus caricias llenas de amor y por último recordó todos y cada uno de sus besos. Cálidos besos.
Había cerrado los ojos desde que había comenzado a recordar todo aquello y una sonrisa quiso asomarse, pero con los últimos recuerdos, solo pudo tocar sus labios resecos, casi blancos e imagino el cálido aliento de los labios que deseaba volver a besar.
El sonido del elevador abriendo sus puertas lo saco de su ilusión y lo regreso de nuevo a esas frías escaleras, volteo hacia el pasillo solo para ver como un pequeño cuerpo pasaba, solo que está vez no iba corriendo, su paso era liviano, tranquilo, eso le sorprendió pero no salió de su escondite hasta que escucho como la puerta se abría y cerraba, fue entonces que salió de donde estaba y se acercó hacia la puerta, pero no la abrió, se quedó entre las sombras y lo vio cruzar a la acera de enfrente y vio también como volteo y lo miro, ese pequeño sabía que él estaba ahí; vio que gesticulaba algunas palabras, pero por la lejanía y el vidrio entre ellos era obvio que no le escuchaba.
En ese momento una vecina entro trayendo consigo una ráfaga de viento acompañada de un "Koo JunHoe".
Dio la vuelta con intención de regresar a su apartamento, ese había sido el final. Ya no era June, ni tampoco Jinan, ahora eran solo dos completos desconocidos con unos cuantos momentos compartidos, solo eso.
Espero frente a las puertas del elevador y solo por querer tener en claro que todo había terminado, volteo hacia la calle y los vio, el agarre de sus manos, sus miradas, ese era el final definitivo para algo que no debió siquiera haber iniciado.
El elevador llego y las puertas se abrieron ante él, pero no pudo entrar, ese pequeño especio estaba impregnado del olor de ese mocoso.
-¿subes?- pregunto la suave voz de la vecina que ya estaba dentro.
-no, mejor no- susurro con la mirada perdida en el piso.
-ok- pulso el botón de su piso y espero a que las puertas cerraran –si se interpusieron en la relación, es porque en verdad había amor e iba a ser linda y duradera- susurro tristemente segundos antes de que las puertas cerraran, le dolía ver lo destrozado que ese joven se veía.
June sorprendido por esas palabras, alzo repentinamente su cara y solo alcanzo a ver la sonrisa triste de la joven a la cual reconoció, era la vecina que en varias ocasiones los encontró en las escaleras. Era extraño, ella nunca usaba elevador, por eso siempre los encontraba, al llegar o al irse.
Ella, junto con esas escaleras, había sido testigo de esos besos, besos sinceros que solo June podía brindarle a Jinan.
Ella sabía que June nunca jugo con Jinan. Ella sabía que ese amor no era mentira. Ella sabía el por qué habían terminado las cosas de esa manera. Ella sabía lo doloroso de una despedida. Ella sabía pero nunca lo diría. Y eso June se lo agradecía.