No entendí qué pasó. Estuve tres meses alejada de vos tratando de olvidarte. Una batalla que parecía eterna entre la coherencia y las ganas de volver a verte. Y pensé que por fin había logrado dejar de pensarte, hasta aquel día.
Sos hermosa. Nunca me voy a cansar de decirlo... auque nunca pueda llegar a decírtelo.
No entendí qué pasó. La incoherencia le ganó a la razón y volví a aferrarme a vos. El sentido crítico fue derribado muy fácilmente cuando me sonreíste aquella noche. Y desde allí, tirado entre cristales rotos y recuerdos que me gustarían olvidar, me vio caer a mí también, vencida ante la irreparable idea de querer sentir tu sonrisa entre mis labios.
Bailabas con los ojos cerrados y las manos y la cabeza en alto mientras te veía sentir el todo, completa y llena de libertad. Feliz y plena. La mejor de las musas, pero la peor de las razones para quedarse despierta hasta las tantas de la madrugada pensando en tu imagen. En ese momento. Justo en el momento en el que me di cuenta de que seguía perdidamente enamorada de vos.
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Lo que nunca te dije
Short StorySólo busco deshaogarme y, quizá, dejar al abandono mis sentimientos en estas cartas, si se las puede llamar así.
