Epílogo

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Un año despues.

- Desde hace un tiempo... Siento que estoy esperando algo... - murmuró Taehyung al aire mientras esperaba bajo la sombra de un árbol frente a una escuela. Pronto sonaría el timbre anunciando que los alumnos podían salir.

Taehyung no sabía a quien había ido a buscar. Su información sobre él era vaga, pero tal vez, solo tal vez, lo reconocería entre tantas personas.

Estaba comenzando a perder las esperanzas cuando lo sintió cerca. No era como cuando sentía un espíritu o un fantasma. Era una sensación calida cerca de su corazón y lo supo. Su hermano menor estaba entre ese desastre de jovenes abandonando la escuela también. Y supo que él también lo sintió cuando se paró en seco, obstaculizando a sus compañeros quienes lo rodearon como si fuera un poste en su camino. Las personas se dispersaron y ahí quedó él. Esperando que lo que sea que sintió se acercara y eso hizo Taehyung.

El mayor se ubicó frente a él. Era solo un niño, de unos catorce años, un poco más bajito pero podía seguir creciendo. Taehyung era claramente parecido a su madre pero el chico, si bien le guardaba una similitud, tal vez tambien era una mezcla con algún familiar desconocido de algún lado de la familia que el mayor no conocía.

- No sé quien eres - habló el chico primero -, pero... ¿Por qué siento que te estaba esperando? - Miró al suelo algo avergonzado.

- ¿Te pasa seguido? ¿Tener sensaciones extrañas? - Preguntó Taehyung, debía saber.

- Nada especial, solo tengo estas... - pensó sobre que palabra usar - corazonadas.

Taehyung se sintió aliviado. El chico tenía una especie de sexto sentido, pero no, no era un médium como él. Sonrió cálidamente, era muy tierno.

- Me llamo Kim Taehyung - le ofreció su sonrisa cuadrada.

- Yo soy Lee Hwanhee - replicó con una igual.

- Me gustaría invitarte algo de comer, ¿Vienes? Hay cosas que quisiera contarte y mi novio me está esperando - señaló con su pulgar hacia algún lugar. Hwanhee tenía entendido que era una pésima idea entrar al auto de un desconocido, pero lo sabía. Sabía que podía confiar.

- Está bien - asintió acomodando su mochila en su espalda.

Fueron al auto donde Hoseok jugaba con un cubo rubik. Apenas los vio, desbloqueó las puertas. Se sintió fascinado al ver a Hwanhee por el retrovisor, no había dudas de que se parecía a su hermano.

- ¡Bien! Siguiente parada, el patio de comidas en el centro comercial.

👻

Una cabellera color menta esperaba sentado en la vereda mientras leía con mucha tranquilidad un libro.

Jimin pronto salió de la casa a su encuentro, pero Yoongi no apartó su vista del libro. En cambió, respondió cuando el chico ya estaba a su lado con sus brazos puestos a los lados de su cuerpo como un florero.

- No llegué tarde - dijo Yoongi empezando a excusarse y Jimin rodó los ojos -, llegué justo a tiempo.

- Llegaste tarde Yoongi, debemos irnos - lo hizo ponerse de pie y el contrario no tuvo otra opción mas que cerrar el libro -. Llegaste quince minutos tarde - aclaró mirando la hora en su reloj -. Ya deben estar esperando asi que debemos darnos prisa, bobo.

Yoongi comenzó a caminar con su "no novio", porque si, nadie entendía su relación asi que Taehyung y Hoseok habían decidido llamarlos asi. Luego de hacer aquel hechizo de magia negra, tomó todo un trámite convencer a Yoongi de que no se volvería malvado y otro mas que vuelva a juntarse con ellos, porque se había aislado a si mismo como un auto castigo. Se sentía culpable y cada vez que veía su cabello negro en el espejo se sentía aún peor.

Spiritual Adviser || BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora