Capítulo IV

48 3 10
                                    

Una llamada entrante la hizo vibrar y dar un salto, aunque no era la llamada que tanto quería, de todos modos le emocionó el nombre que aparecía en la pantalla. Carraspeó y se incorporó como si la persona que la llamaba pudiera verla. 

— Hwanji, hola. — Pronunció el chico cuando se dio cuenta de que había contestado, soltando después un gran suspiro de alivio.

— Buenos días — Incluso su voz había cambiado. —, Jaebum. 

— Mmm... vine a tu casa hoy — Fue directo al tema. —, me dejaron pasar hasta tu habitación pero no había nada. 

— Ah, ¿Te dejaron pasar? — Preguntó extrañada aunque ya sabía la respuesta. 

— ¿En dónde estás? 

— Ah, estoy viviendo con Seokjin. 

Se demoró en contestar. — Oh... o sea que también estás viviendo con Hoseok. 

No eran novios ni nada, pero sintió que le debía una explicación. — Sí, pero es porque pasó algo en casa... así que decidí irme. 

— Suena mal — Musitó, por la línea se escuchaba como iba hacia otro lugar. —, ¿Quieres que nos veamos? — Soltó una risa grave. — Podemos ir por ahí, ya que te sientes mal. 

— No..., no nos podemos ver hoy — Soltó una risa ligera. —, no porque..., acabo de mudarme aquí y sería malo si empiezo a salir. — Explicó, y en medio de su explicación, podía escuchar un quejido de parte de Jaebum.

— ¿Te digo algo? 

— ¿Qué es? 

— Me mata que estés en la misma casa que Hoseok. 

— ¿Te hubiera dicho a ti entonces? — Preguntó, obviamente bromeando, al no escuchar respuesta y al percatarse de que aun no colgaba, gesticuló: — ¿Jaebum? ¿Estás celoso acaso? — Habló más bajo para no llamar la atención de su hermano. 

— Pues sí, ¿Qué quieres que te diga? 

— Ya no somos novios. — Musitó, sus propias palabras la herían, pero mientras pudiera molestarlo con su situación actual, lo haría. 

Volvió a quedarse en silencio, luego de unos segundos, soltó una risotada. — Adiós. 

Seokjin se paró a un costado de Hwanji, juzgándola con la mirada. 
La reacción rápida de Hwanji fue encogerse de hombros, colgando sin ver su pantalla con suerte, fingiendo no estar haciendo algo que a Seokjin le disgusta al borde del repugne. 

— Tienes que parar. — Sonaba tan serio que la espina de Hwanji le dio un escalofrío. 

Toda la casa, excepto ella, estaba en movimiento, algunos saliendo, otros caminando de un lado a otro con equipaje, distintos perfumes masculinos por ahí, tenis rechinando en el piso y el sonido de la puerta, eso durante unos cinco minutos, y la casa ya estaba prácticamente vacía. 

Seokjin iba arreglándose el pelo. — Bueno, ¿Pueden hacerme un favor? — Comenzó. — Ya que no harán nada hoy, laven los platos entre los dos, ¿Sí? — Aprovechó a que prácticamente era imposible que se negaran a hacerlo. — Estaré aquí para la tarde, adiós. 

Y se volvió una tortura para Hwanji  cuando escuchó la puerta cerrarse. Hoseok se sacudió las manos en el mantel de la mesa, y se levantó rápidamente, al parecer, camino a la cocina. 

— No, que no se puede encargar de eso solo. — Reaccionó en un balbuceo para ella misma, yendo a la cocina en pasos largos detrás de él. Con nervios y distancia, se ubicó a su lado, esperando estar hablando con su cuerpo. 

LIMERENCIA. ♡ 「Hoseok's route.」❀ #BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora