Capítulo VI

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— Jaebum... — Musitó, encogiéndose de hombros, ya estaba roja de la vergüenza.

— ¿Estás bien? — Preguntó en un musito también, buscando mirarla a los ojos. 

— Lo estoy — Pasó las manos por su cabeza, pasando saliva por la garganta, levantando la mirada a su alrededor. —. Oh..., tus amigos... también están aquí. 

— Mírame. 

Sintió sus ojos temblar en cuanto lo vio. 

— No estás bien — Adivinó rápidamente. —, ¿Por qué mientes, hmm...? ¿No confías en mí?

— No quiero hablar sobre eso — Pareció estar cohibida. —, además, no quería que me vieras... no si estoy vestida así. — Balbuceó, desviando su mirada al suelo, al escuchar la risa del más alto, volvió a levantar la mirada.

— Eso es algo que nunca me ha importado — Su voz salió neutralmente, pero para ella fue escuchar el cielo. —. ¿Qué compras?

— Ah, cierto, cierto — Agitó la cabeza, acordándose del propósito. —. Vine a comprar cosas para los chicos. — Volvió a caminar por los pasillos, tomando frituras aleatorias, haciendo espacio entre sus brazos. 

— Y cuando salgas de aquí... ¿No podemos ir por ahí? — La persiguió, sin perder la vista de sus amigos a otro lado de la tienda.

— Jaebum — Soltó una risa, aunque más bien, parecía soltar aire. —, te dije que no podía salir. 

— Ah...

La conversación silenció mientras ella seguía buscando qué llevar a casa. Minutos después, estaba bajando las escaleras al peatón, sabiendo que Jaebum estaba detrás de ella, da media vuelta con una ligera sonrisa. 

— ¿No son pretextos para evadirme? 

— En serio, Jaebum, entiéndeme — Elevó su mano a dar con la nuca ajena y acariciar la parte baja de su cabello. —. ¿Tan ansioso por salir conmigo estás? 

— Te extraño, sí. — Se inclinó hacia ella con los labios medio abiertos, con lentitud. 

Hwanji se agachó para que el beso cayera sobre su frente. — Adiós. 

Una nueva herida empezó a formarse en su costado, le alegraba ver a Jaebum, le gustaba hablar y estar con él, pero ver su rostro, escuchar su voz, y hasta su simple presencia, la devolvía mentalmente a la razón por la que terminaron. Repartió desigualmente las razones para estar desanimada, arrastrando sus pies nuevamente camino a casa. 

La puerta fue abierta con patanería y el rostro desganado de Yoongi, luego aconteció la mirada de "ojalá te mueras" sobre la existencia de la pelinegra que en su consideración, le había traído comida a todos, las bolsas fueron dejadas en la mesa central, mientras se obligaba a sonreír, y con la actitud superpuesta, invitar a todos. 

No lo juzgaría, es lo que haría un mejor amigo. 

— Entonces, mañana iremos a baile, tienes que estar lista a las cinco, vuelvo del trabajo, descanso y nos vamos rápido. 

— Oh, claro — Asintió rápidamente. —. ¿Cuando estudias? ¿No tienes una vida universitaria que atender?

— En la universidad le dicen golden, Jungkookie puede hacer de todo. — Taehyung se añadió a la conversación, apoyando ambos brazos sobre los hombros de Jungkook.

— Oh, maldita envidia. — Hwanji expresó, riéndose un poco.  

— Ya sabes... la gente inteligente y capaz... — Dijo el menor, estirándose hacia adelante. 

LIMERENCIA. ♡ 「Hoseok's route.」❀ #BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora