One shots | Damie

Mis ángeles

Luego de estacionar el auto, bajo de él y, mientras saco las llaves del bolsillo del jeans, doy los pasos necesarios hasta la casa. Estoy tan agotado que solo quiero llegar a casa, abrazar a mis chicas y dormir, por, al menos, un año entero.

-No sé si llegué a casa o al mismo cielo.- Digo en cuanto abro la puerta y me encuentro con un cuadro tan perfecto como adorable; Dulcie y Dakota haciendo pasos de ballet. Parecen un par de ángeles.

-¡Papá! -Mi hija viene a saludarme. -Coqui me esta enseñando los movimientos que sabe.-Dice un poco eufórica.

-Hola, mi princesa hermosa. - La cargo y le doy un beso en sus mejillas que están rojas, supongo, de tanto bailar y saltar.

-Hola, cariño- Me saluda Dakota y me da un casto beso en los labios.-¿Qué tal tu día en el set?

-Bien, amor. Aunque un poco agotador porque se nos juntaron varias escenas.-Le respondo mientras la acerco a mi, pasando una mano por su cintura. -Pero ahora ha pasado de bien a extraordinario, con solo verlas bailando juntas. Se lo tenían guardado, eh.- Les digo.

-Solo he estado mostrándole lo que ya sabía de cuando practicaba ballet de pequeña, y lo que aprendí durante mis entrenamientos mientras grababa Suspiria.

-Me encanta bailar con Coqui, papi. Es mi cosa favorita en el mundo mundial.

-Bailar contigo también es mi cosa favorita del mundo, mi peque.- Le responde Dakota emocionada y le da un beso en la mejilla.

-Bueno, pueden continuar en lo que estaban, mis amores.- Les digo y bajo a Dulcie. Me seco una lagrima de emoción mientras voy hacia uno de los muebles y tomo asiento. -Ahora tienen un espectador mas, aparte de Zepp y Chicken.- Mis chicas se ríen y se sitúan nuevamente frente al espejo.

-Bien, Dul,este movimiento se llama "Bras", es decir, brazos en preparación, donde los brazos formaran un circulo con las palmas enfrentadas y los dedos a la altura de los muslos en forma de circulo.- Mi hija repite todo lo que ella le va diciendo.

-¿Así, mami? -Le pregunta, pero al instante voltea a verme con sus ojos abiertos como platos.

-Puedes decirle así, mi vida, no hay problema, ¿de acuerdo?- le digo en un tono tranquilizador. Ella asiente y expulsa el aire que estaba reteniendo.

-Si, así esta perfecto, cariño. Aprendes muy rápido.- Le comenta y luego voltea hacia mi, yo le guiño un ojo y ella me sonríe.

Hace unos días mi chica me comentó que Dulcie le dice, aparte de Coqui, mami. Estaba un poco asustada de que yo lo fuese a tomar mal, pero es todo lo contrario, me gusta que mi pequeña vea en ella otra figura materna. Como Dakota le ha enseñado que siempre tiene que decir tanto lo que le agrada como lo que no, supongo que mi pequeña le hace saber a ella lo mucho que la aprecia llamándola así.

>>Sé que hice la elección correcta, porque ella no solo me hace feliz a mi sino también a mis hijas. Se desvive por cuidarlas, mimarlas, enseñarles tantas cosas, pero sobretodo, amarlas incondicionalmente.

-Dul, creo que ya hemos terminado por hoy. Has aprendido dos movimientos, lo cual hace que me sienta aun mas orgullosa de ti. Eres tan inteligente y tienes muy buena memoria.- le dice Dakota a la vez que la carga y le da muchos besos por toda su carita. Mi pequeña se ríe y la abraza.

-¿Papi, lo oiste? ¡Aprendí dos movimientos nuevos!- Esta tan emocionada.

-Si, mi princesa. Te felicito y también estoy muy orgulloso de ti.

-Bueno, nosotras vamos a tomar un baño. Tu deberías hacer lo mismo.

-¿Tan mal huelo?- Les pregunto, tratando de parecer ofendido.

-Muy mal.- Replica Dulcie apretándose la nariz con sus deditos y riéndose. Hay cosas que aprende de Dakota que usa en mi contra, esta es una de ellas.

-¿Ah, si? Ahora ustedes olerán tan mal como yo.- Cargo a mi pequeña y tomo a mi chica por la cintura, mientras caemos los tres al mueble. Las lleno de besos, abrazos y les hago cosquillas.

Ambas gritan y ríen, sus risas son tan contagiosas. Dulcie tiene las mejillas rojísimas y Dakota hace ese sonido de cerdito -que aun no aprende a controlar, aunque ella diga que si lo hace- al tiempo que se seca las lagrimas. Zepp y Chicken oyen el alboroto que hemos formado, vienen a la sala y se unen a nosotros, lo cual nos causa mas risas.

Momentos como estos, tan simples pero significativos, son los que ten reinician el día completamente.

-¡Okay, ya!- Dice mi chica riéndo y levantándose del mueble. -Tenemos que ir a bañarnos para luego preparar la cena. Y si la princesa se termina toda su comida, puede que hagamos galletas.

-¡Galletaaaas!- Grita mi hija al tiempo que va hacia donde ella y toma su mano.- Bañemos rápido, que ya tengo mucha hambre.- Esto nos hace volver a reír.

Todos nos dirigimos hacia el primer piso. Las chicas entran al baño principal, y yo al que está en una de las habitaciones.

Salgo del baño, me visto y me siento en la cama. Busco entre los papeles que tengo sobre la mesita de noche el guion de las escenas que tengo que grabar mañana, y comienzo a leerlo.

Leo algunas paginas, pero luego me llega un delicioso aroma desde la cocina. Bajo hasta ahí y las veo sentadas en los taburetes de la mesa. Están muy concentradas estirando y haciendo figuritas en la masa para galletas que esta sobre la mesa.

-Lo bueno es que las galletas iban a hacerlas después de la cena- comento haciendo énfasis en "después de la cena".

-Ay, Dornan, no seas aguafiestas y anda a ver si la lasaña ya está lista.

-Como ordene, mi capitana.- Le digo haciendo un saludo militar y ambas se ríen.

Voy hacia el horno, lo abro y veo que a la lasaña aun le falta un poco. - Me volteo y me quedo observándolas.

Verlas interactuar me maravilla, parecen madre e hija y no lo digo solo por su parecido físico. Cuando las vi haciendo los pasos de ballet fue algo de otro nivel , por la sincronía que tienen al moverse y porque su vinculo es aun más notorio y mágico.

No sé qué hice para merecer que este par de ángeles y Elva, mi otro angelito que está con su mamá en Londres, me alegraran la vida. Pero si sé que haré hasta lo imposible para que siempre estén felices y, sobre todo, juntas. Ellas hacen que mi corazón casi explote de tanto amor.

Deseo tanto que mi pequeña Elva ya tenga más edad para que pueda pasar más tiempo con nosotros. Aunque ya sé que cuando estén las tres juntas me volverán loco, tanto de amor como de perder la cordura. Río y muevo la cabeza ante ese pensamiento, y voy hacia la mesa donde están mis chicas, les doy un beso a cada una y luego me siento con ellas.

¡Holaaaa! Espero les guste el shot, y si desean, pueden dejar su comentario o sugerencias.

Quería darle las gracias a mis hermosuras de California Girls porque fueron las primeras en leerlo y me animaron a publicarlo. También por darme sus consejos, sugerencias y ayudarme respecto a algunas dudas que tenía, especialmente hoy, perdón por molestarlas tanto. Las amo, pequeñas, gracias infinitas por tanto y por estar siempre ahí.

Y de nuevo gracias a Andre por ayudarme con la portada, la amé.