One shots | Damie

Son mi vida entera

-¡Coqui!- Dulcie viene corriendo hacia donde estoy. Me agacho para estar a su altura y nos abrazamos. -Llegaste temprano, ¿hoy me llevaras a las clases de piano?- Me pregunta con voz esperanzada.

-Sí,- Le respondo mientras beso sus mejillas regordetas. -a partir de hoy te volveré a llevar yo y también a las de ballet. Ya luego lo hará tu papá también.

-¡Siii!- Comienza a saltar. -Me gusta que las tías Stella o Grace me lleven, pero ya quería que me llevaras tu otra vez, mami.- Luego de decirme así baja la vista hacia sus manitos.

-Hey, mini me,- me pongo de nuevo a su altura. - Ya sabes que no me molesta que me llames así. Me hace muy, pero muy feliz que me consideres como tu otra mamá. Y nada de estar bajando la mirada, ¿está bien?- Ella asiente. -Bien. Te amo tanto, pequeña.- Le doy otro fuerte abrazo y beso su rubia cabellera.

-También te amo, mami, muchísimo.

Siempre me pongo al borde de las lágrimas en momentos como estos. Nunca imagine que me querría al punto de considerarme una madre. Siento que el universo entero cabe en este amor que sentimos la una por la otra, incluso daría hasta lo que no tengo por ella y su felicidad.

-Vamos a alistarnos para llegar temprano a tu clase.- Tomo su mano y nos encaminamos hacia la habitación.

-¿Sabes algo, Coqui?-Me pregunta con timidez cuando estamos subiendo las escaleras.

-Dime, cariñito.

-No es que no me guste ir a la escuela de ballet.- Aclara rápidamente. - Pero.. creo que prefiero cuando nos ponemos a practicar juntas en la casa, frente al gran espejo. Me gusta que me enseñes nuevos movimientos. Eres mi otra mamá y también la mejor profesora de ballet.- Me dice aun un poco tímida pero sonriéndome.

-Ay, mi vida- Mis lagrimas luchan por salir... otra vez. -Tú eres la niña más hermosa del mundo, la mejor hija y mi alumna preferida. Bueno, en realidad eres mi única alumna.- Ambas reímos.

Llegamos a la habitación y entramos al baño. Duramos unos cuantos minutos dentro de la bañera, ya sea cantando o hablando sobre los lugares que le gustaría visitar en las próximas vacaciones.

La canción se detiene un momento a causa de que he recibido un nuevo mensaje de texto. Estiro el brazo para tomar el celular y veo que es de Jamie.

"¿Cómo va tu día, amor? ¿Llevaras a la niña a su clase de piano, cierto? Recuerda que desde hoy las clases son a las 4:00 pm." J.

¡Mierda! Siempre he tenido una excelente memoria, por ende, recuerdo todo, hasta la cosa más insignificante. Pero esta semana estuve tan estresada con el final de las grabaciones de la película que estaba haciendo, que olvide lo del cambio de horario de la clase.

Veo la hora: las 3:18 pm ¡Las 3:18!

-Dul, tenemos que apurarnos. Se nos pasó el tiempo acá.- Salgo de la bañera y me pongo la bata de baño. Ayudo a la peque a salir también, la envuelvo en su toalla y salimos a la habitación.

-Menos mal que tu papá me envió un mensaje recordándome que cambiaron la hora de tus clases, si no habríamos llegado muy tarde.- Le comento mientras termino de secarla.

Voy hacia el armario, le busco un vestido color lila que tiene un estampado floral blanco, sus zapatillas bailarinas plateadas y se los dejo sobre la cama. La ayudaría a vestirse, pero está en esa etapa en la que quiere hacerlo por sí misma.

-¿Papá también viene con nosotras?- Pregunta emocionada, ya que sería la primera vez que ambos la llevaríamos a sus clases de piano.

-No, cariñito. Hoy no porque saldrá tarde del set.- Me pongo el jeans y una camisa negra sencilla. Me acerco hasta ella para abotonarle la parte trasera del vestido y trenzarle el cabello. -El jueves si te llevaremos los dos.