poder animal

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No entendíamos lo que sucedía, estábamos confundidos. Una voz anónima se oye a lo lejos: Bienvenidos a la prueba que les daré en unos segundos. Les explicaré lo que tienen que hacer por partes. Esta prueba probará su creatividad y habilidad de combate. Ahora tienen que crear armas y armaduras para combatir lo que les vendrá dentro de quince minutos. Una pantalla con un temporizador aparecen y la voz anónima dice:

¡Buena suerte! Todos corremos al taller que tenemos al frente y Pitt grita: ¡Separémonos! Yo al escuchar la orden corro hacia mi derecha y solo encuentro chatarra, pedazos de metal y algunas otras cosas inútiles.

Por dios, le cambio a alguien. Todos paran un momento y dicen a la misma vez: ¡No, quédate ahí! Hacia una pila de cosas y empiezo a rebuscar. ¡Bingo! Encontré algo. Era un bate de béisbol y una caja de clavos. Rápidamente cojo un pedazo de metal y clavo algunos de los clavos para dar un poco de filo al bate. Vuelvo a la pila de cosas y a los pocos segundos encuentro otra cosa interesante. Cinta adhesiva y un generador portátil. Agarro los pedazos de madera y metal para cubrirme algunas partes frágiles de mi cuerpo como la cabeza o el estómago y el pecho.

¡Creo que ya estoy! Grito a todos. Pues qué bien, Erick y yo, o sea Nía terminamos hace medio minuto. Me levanto y corro hacia ellos. Al llegar observo el equipamiento de ellos: Erick lleva un casco de plomero en la cabeza, tuberías cortadas en los brazos y dos fragmentos de vidrios rotos en función de manoplas. Nía lleva una máscara de hockey, protección de patinador y una lanza afilada con un pedazo de metal oxidado. ¡Hey, no es justo! ¿Por qué tú llevas un arma de verdad? Le pregunto.

¿Dónde está Pitt?, ¡Solo falta un minuto! Pregunto. Aquí estoy. Pitt aparece misteriosamente desde el techo mediante una soga. Miramos arriba, y descubrimos que Pitt estuvo en el techo todo el tiempo, construyendo una pequeña base. Pero qué buena entrada, exclamo. Pitt tiene la cabeza al aire, para ponerse sus gafas, lleva las piernas y brazos cubiertos de hule y se equipó un chaleco con trozos de metal unidos en su torso, su arma es una cadena de metal.

-¡Ring, ring! El tiempo se acabó, espero que se hayan equipado bien. Volviendo al tema, esta etapa se separa en tres partes, una más difícil que la otra. Ahorita se enfrentarán a lobos genéticamente modificados, más fuertes, más rápidos y más letales. La pantalla con el temporizador se apaga y del maíz sale una jauría de lobos. Nos empiezan a perseguir, por lo que saco la caja de clavos y la tiro al suelo.

Los clavos se dispersan rápidamente causando que los lobos se atrasen. ¡Suban, al fuerte! Grita Pitt. Todos trepamos por la soga de acceso. Los lobos nos habían alcanzado, pero al ser genéticamente modificados movieron la soga con el fin de que nos cayéramos. Pitt, Nía y Erick subieron, solo que solo faltaba yo.

Uno de los lobos saltó y me mordió el pie. Moví la pierna para que me soltara, pero su mandíbula era muy fuerte. Agarré mi bate y le doy un golpe en su espalda. El lobo cae al suelo y me deja subir hasta el final. ¡Bien, estamos vivos! Grita Erick, solo que los demás están pensativos. ¿Alguna sugerencia para acabar con los lobos? Dice Pitt. Mmm, creo que si los enfrentaríamos no saliéramos con vida, así que recomiendo utilizar una estrategia.

Saquen sus cosas. Exclamo. Todos sacan las cosas que llevaban en sus bolsillos y mochilas incluyéndome. Veamos que tenemos por aquí, dice Pitt. Unas botellas de agua, un pequeño generador, un GPS portátil y mis resortes. Erick hace un movimiento rápido y tira los resortes a un lobo que iba trepando por la soga con su poderosa mandíbula. ¡Hey, necesito eso! Le grita Pitt a Erick. Hay, lo siento. Responde Erick. Pitt se queda pensativo un momento y menciona:

Bien, tiraremos las botella abierta hacia los lobos, después sobrecargaremos el GPS con el generador y, al chocar el GPS con el suelo mojado, causará un corto circuito exterminando a los lobos. Ok, tiene mi aprobación. Agarro las botellas y se las lanzo a los lobos mientras que Nía y Erick sobrecargan el GPS. Era impresionante el rápido movimiento del brazo de Pitt. Me lo lanza y lo azoto con mi bate. El GPS vuela velozmente mientras chispas saltaban de este aparato a la superficie húmeda y tal como Pitt lo menciono, todos los lobos se electrocutaron instantáneamente. Estaban débiles, así que aprovechamos para dar el golpe de gracia. Sus cadáveres se evaporizan segundos después.

¡Felicidades! No creí que lo hicieran tan bien. Se oye la voz anónima. Como recompensas, les daré un kit medico por si lo necesitan. El siguiente reto son agilas, agilas que devorarán su cuerpo. -jejeje

-Adiosito. La voz se calla y de un hueco del ganado vemos un huracán de oscuras plumas sobrevolando el ganado. Las águilas bajan en picada mientras que nosotros bajamos por la soga apuradamente. Yo terminé siendo el último en la soga por mi pie cojo. ¡Tenemos que ayudar a Chris! Exclama Nía. Mmm, lo tengo dice Erick: creo que tengo algo útil en los bolsillos, pone sus manos en los bolsillos y saca varios abrojos. Genial, yo tengo buena puntería. Exclama. Pitt agarra un tornillo y lo lanza por una próxima amenaza.

El ágil proyectil avanza con un zumbido que termina derribando la cabeza de una águila que pasaba por arriba, eso hizo que algunas águilas abajo suyo se desplomaran contra el suelo por el peso de tremendo cadáver y todos los cóndores del suelo se evaporen. Logré bajar y me ayudan. Erick agarra el kit médico y me venda el pie mientras que Matt y Nía espantaban a las águilas, con una antorcha improvisada.

No creo que esto soporte estar más tiempo prendido, grita Nía. Sí, un cóndor me raspó el brazo izquierdo. Se queja Erick enojado. Creo que ya estoy. Me levanto y voy con Pitt y Nía para ayudarlos. Me trepo a una viga y le doy un golpe a uno de esos águilas. La águila sangra y cae al suelo. Otra águila me aparece desprevenido y me ataca en la cara. ¡Ayuda! Grito con todas mis fuerzas.

Me duelen las manos y creo que me voy a soltar. El águila cae repentinamente y me doy cuenta que Erick me salvó la vida. Tenía otros dos abrojos en su mano izquierda. Bajo de aquella viga y al estar en el suelo le golpeo con el bate y la ira que tenía acumulada sacándole sus alas.

Para alguacil. Me dice Erick con una voz burlona. ¡Ya cállate por favor, no vez que mi cara sangra! Me quejo. Lo siento. Agarra el botiquín y me desinfecta la herida. Después me pone una gasa y volvemos al combate.

Pero lo que nos sorprendió fue que casi ya no había águilas, sino que solo quedaban unos pocos agrupándose. Nía tenía una pierna sangrando, tirada por falta de fuerzas. Erick corre inmediatamente para ayudarla mientras que Pitt me explicó lo sucedido: Las águilas nos atacaron brutalmente. Por suerte a Nía se le ocurrió la increíble idea de encender las luces del ganado, cegándolos al instante. La mayoría se cayó, dejándonos con tiempo para acabarlos. Mientras que escapábamos un águila atacó a Pitt por la espalda. Yo ataqué al águila con mi bate.

-Parece que eliminaron todas las águilas Guau, no creí que llegarían tan lejos. Me impresionan sus habilidades. Interrumpe la voz autónoma. Preparé lo mejor para el final, dice con un tono malicioso.

Pero, les daré otro regalo. Una luz se ilumina del cielo en esta oscura noche y la voz autónoma dice: Los que pasen por acá sus heridas serán curadas. ¡Mágicamente! exclama, con su voz engañosa. Nía da un paso al frente, cojeando va hacía la luz. -O si, acabar con estas heridas es lo que más quiero... ¡Nía!, ¡no sabemos si es una trampa!

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⏰ Última actualización: Mar 21, 2018 ⏰

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