VI

804 98 1
                                    

Lluvia y más lluvia era lo que decoraba la ciudad. 

El chico del clima y Jos tenían razón. Hacia mucho frio y la lluvia era muy fuerte, lo peor de todo es que esto no lo salvaba de sus clases, tal parece que los profesores siempre están ahí dispuestos a hacer su trabajo, reprobarte, simplemente hacer de tu juventud un pozo horrible de deseos perdidos, dejándote miles de proyectos y exámenes. Es decir, maldita sea ese era un día para estar viendo cualquier película en tu casa con tu cobija favorita y comida de mamá sin embargo estaba ahí esperando su turno para que le revisaran el trabajo.

Lo único que deseaba era un poquito de chocolate caliente, inclusive se conformaba con el horrible chocolate de la cafetería, pero no podía salir o su profesor lo reprobaría apenas cruzara la puerta y sí que era cierto, un chico desapareció unos minutos para ir al baño y ya estaba reprobado. Pero como la vida ama tanto a Villalpando, el hermoso chico de dientes grandes apareció para llevarle su regalo del día y sí era un rica taza de chocolate caliente que su abuela le enseño a hacer según Jos era la mejor del planeta o por lo menos del país. ¿Y qué mejor que dársela a la persona que amas?

-Hey Jo ¿Por qué tan tarde?- el pequeño Alonso se emociono al verlo, solo un poquito claro 

-Tuve que arreglar unas cosas en mi facultad- una pequeña mentira -Toma, te traje chocolate, es de lo mejor para este tipo de climas y días estresantes- y por primera vez en mucho, Alonso le regalo un sonrisa llena de ternura al chico de grandes cejas y no, no duro unos segundos podríamos decir que duro un minuto.

El profesor que estaba distraído con un alumno ni siquiera noto a Jos por lo que Alonso tomo con confianza el chocolate 

-Esto sabe increíble Jos, gracias de verdad lo necesitaba

-Y bueno ¿Logre hacer algún cambio?- el chico si que era perseverante, pero no lo culpen de verdad que estaba enamorado 

-No- dijo sonriendo el menor- Ya sebes que siempre diré que no, aunque hoy no diré nada, solo muchas gracias pequeño Jos- dijo Alonso mientras pinchaba una mejilla del pelinegro con su dedo.


. . . 

Realmente a "No" le falta poquito para tener un dichoso fin. No quiero que suceda pero la trama fue muy simple. Creo que amo esta novela he llegado a quererla por el hecho de que me gusta como suceden las cosas. 

Si les soy sincera a veces me pongo realmente decepcionada de mí al ver que no causo lo que muchas escritoras, que logran salir a la luz y ser muy conocidas con su primera historia. Y yo me la paso redactando, borrando, buscando temáticas, de todo pero no funciona. Y con "No" aún no tengo la atención pero siento que lo estoy haciendo bien.

Para resumir, yo soy Jos, ustedes son Alonso. Siempre estaré aquí buscando como sorprenderlas. :)

No • | Jalonso | •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora