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Los cuatro se la pasaron hablando, Hiro solía hablar acerca de lo que solía hacer en su laboratorio, mientras que Miguel aparte de que le platicara de su vida como musico de vez en cuando respondía con las típicas palabras de los memes que veía en internet.

--Anuma, que perron.-- Dijo Miguel.
--Hehe, me da risa como se expresan ustedes los latinos.-- Dijo Kubo.
--Nos la rifamos, ¿Apoco no carnal?-- Dijo el moreno con orgullo.
Los dos asiáticos rieron.
Kubo volteo a ver al otro chico quien se encontraba mirando la ventana.
--Oye, ¿Tu no vas a decir nada?
--¿Hmm?-- Volteo a verlo.
--¿No quieres contar algo que te haya pasado?
--Eh, no.
--Vamos, se ve que te han pasado cosas grandiosas.
--No es para tanto, pero digamos que si.
--Cuenta.-- Recargo su cabeza en sus manos, demostrando atención.
--... Olvidenlo.-- Volvió su vista a la ventana.
--No... Vamos cuenta....-- Hizo un puchero.
--Ya te dije, no es nada importante.
--...

El chico del parche se levantó de su asiento y quito a Miguel del suyo.
--Oye, ¿Qué te pasa perro?-- Dijo enojado.
--Ve con Hiro, yo quiero hablar con él. -- Dijo con una tierna sonrisa.
--Pinches chinos...-- Dijo Miguel y se sentó en el lugar de Kubo.
--¡Oye! Yo soy de Asia también.--Dijo Hiro.
--Ups, lo siento.
--Vamos, cuentame.
--Está bien, pero solo porque me caíste bien.
El contrario sonrió.

Paso tiempo hasta que por fin el camión se detuvo. Ya habían llegado a su destino.
--¡Bien chicos, con su pareja de asiento van a salir del camión y no se separaran de su pareja! ¿Queda claro?
Todos afirmaron.

Empezaron a bajar, hasta que el camión quedo vacío.
--¿Un parque?-- Dijo Norman.
--Bien chicos, aquí se queda prohibido el uso de cualquier aparato electrónico hasta nuevo aviso.
Todos empezaron a reclamar.
--¡Silencio! Los trajimos aquí para que, en parejas visiten el entorno. Hay distintos talleres, o si lo prefieren, pueden sentarse en el pasto. Tomenlo como unas vacaciones de un solo día.
Mientras unos se quejaban otros estaban de acuerdo. Cuando se les indico ir a cualquier lado, los cuatro jóvenes comenzaron a caminar.

--¿A dónde vamos?-- Pregunto Kubo.
--No se, solo quiero sentarme en el pasto.-- Respondió Norman.
--¡Vamos! Nos trajeron aquí para ir a los talleres.
--... Está bien, vamos a los talleres.
--Nosotros vamos a comer algo, tengo hambre.-- Dijo Miguel mientras posaba su mano en su estómago.
--Vale, vamos.
Aquel cuarteto se dividió.

CHINITOS EVERYWHERE// NORO. HIGUELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora