Prólogo

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Luna: lo lamento mi amor - un brillo desata la luna hasta que ese brillo desaparece y en la loma una cesta blanca - pero no puedo cuidarte, Laura.

La luna dejó de hablar y se fue para que saliera el sol, los rayos iluminaron la cesta, una joven mujer pasaba por la loma hasta escuchar el grito de la bebé, la acogió y se encantó poco a poco de la bebé, una gota cayó del sol, sabiendo era una lágrima y dejó caer un collar lo cual la señora lo cogió y vio el nombre Laura.

Freya: mi cielo, te llamaré Laura.

Y así la aventura de la pequeña Laura comenzó, solo con decir su nombre, fue ese momento en que Luna, después de 14 años, decide reencarnar en una muchacha del pueblo.

Hija De La LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora