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De a poco y con el transcurso de las semanas el carácter de Edran se había suavizado con Lud. Mientras luchaba por entrenarla y descubrir su habilidad, en su cabeza no dejaba de dar vuelta otro asunto. Era algo que Silve le venía repitiendo desde el principio.

—Mientras más tiempo pase con nosotros, más la vamos a querer.

—Yo no me he encariñado con ella todavía.

—Es inevitable, Edran. Con ninguna habíamos pasado tanto tiempo. A las otras las conocíamos y al poco tiempo desaparecían. Vas a tener que tomar una decisión importante, o, terminas luego con eso, o te buscas a otra más poderosa y Lud sigue con nosotros.

—Lud tiene talento, con el tiempo puede ser una gran maga.

—¿De cuánto tiempo estás hablando? Podrían pasar años hasta que ese día llegue. No quiero a Lud aquí tanto tiempo, para después...

Ninguno de los dos dijo más porque ambos sabían a qué se refería.

Lud la mayoría del tiempo repasaba sus lecciones, aquellas que Edran le encomendaba. Ir al mercado por ciertas hierbas, preparar pociones, descubrir hechizos olvidados. Técnicas de defensa y pocas de ataque. Le decía que no las necesitaba y era Mile quien la aconsejaba y le explicaba cómo funcionaban las que él utilizaba, con el consentimiento de su maestro por su puesto.

—Hay distintas maneras de atacar Lud. Hay distintos tipos. Unas se basaba en acumular la energía desde el pecho y transportarla por los brazos para expulsarla con ciertos movimientos. Depende del movimiento que hagas para el daño que quieras que afecte al otro. A mí no me van mucho esas técnicas. Son fáciles de esquivar y son fáciles de repeler, porque depende mucho del tipo de mago que te esté atacando.

"Si sabes que es un aprendiz quien te ataca, no hay mucho que defender, porque su energía no está desarrollada. Si es un mago y tú también, el daño puede ser mínimo, pues se contrarrestan. Si es un maestro, tal vez necesites defenderte con habilidad y te haga daño, aunque es poco probable que te mate de un golpe, solo te dejara malherida. Ahora si es un supremo y tu un inferior, no hay manera de salvarte por muy hábil que seas.

En cambio, si utilizas herramientas, da lo mismo quien te ataque o quien desee defenderse. Siempre habrá daño. Pero hay que estudiar, hay que saber cómo lanzar el ataque, en que momento y en que parte del cuerpo.

Tu misma experimentaste la Espina de dragón y lo que dijo Edran es cierto, que la mayoría entran por la boca por eso hay que cubrirse esa zona siempre, sea por energía o sea por ataque de herramienta. Yo me perfecciono en ese tipo de ataque por eso vine con mi tío, él es un experto en ataque y Edran un experto en defensa."

—¿Como consigues las herramientas? ¿Cómo las insertas en tu cuerpo?

—Ah, eso. Primero debes ir probando, punzando tu piel con espinas y pequeñas dosis de veneno, hasta que tu cuerpo asimile toda esa información. Esto puede durar entre dos semanas y un mes con cada veneno, no poner dos venenos a la vez. Luego vas insertando las espinas en tus muñecas, al principio no más de tres y con eso practicas lanzamientos.

Lud y el abismoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora