Parte 1.

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*Sus manos se posicionaban en sus caderas perfectamente, hacía movimientos que ni ella sabía, pero era lindo. Seguía el compás de la música, su voz encajaba a la perfección con el ritmo de la canción, las bailarinas también eran sensacionales, tenía una seguridad y confianza en si misma que nadie se la quitaba, _________ sin duda lo tenía todo, era una super-estrella, parecía estar disfrutando cada segundo.*

-¡_________! - Un grito me hizo despertar de mi fantasia, es hora de poner los pies sobre la tierra, vamos __________ eso nunca sucederá ni en tus mayores sueños. - ¿Como puedo ser creativa, ser una artista, cuando tu no te preocupas por hacer tu trabajo? - Y ahí está Violetta, mi pesadilla, como verán tengo la peor madrastra del mundo, no se que ocurre con ella, desde que mi papá se fue de aquí todo es una pesadilla y para peor, ella es una super-estrella, sí, mi madrastra Violetta, su música es pésima, tiene al rededor de 40 años pero no parece ya que lleva más de veinte operaciones en todo su cuerpo y rostro. No es personal, pero, solo los ancianos deben escuchar su música. 

Yo solo la miraba con miedo, pues estaba bailando sola creyendo que todo lo que había soñado era verdad, pero no, estamos en la cruel realidad señoras y señores.

-¿Quieres traerme agua, con burbujas? ¿Comprendes? - Dijo tratandome como una empleada, después de todo era así, al lado de ella siempre fui "la sirvienta". - ¿Estás tratando de arruinarme?

-Perdón, no volverá a pasar. - Dije apenada, la verdad era algo vergonzoso que ella hubiera mirado mis bailes imaginarios.

-Me miró con desprecio y caminó fuera de los vestidores, ah, se preguntarán, ¿por qué vestidores? Mi querida madrastra está patrocinando un producto de no se qué cosa, tampoco me interesa, por eso estoy aquí, como su sirvienta.- Hay gente allá fuera por la que mataría por tener esta posición, gente importante. ¡Hidrátame o te castigaré de por vida! Y aléjate de mi vestidor, tu energía es fea, triste y solitaria.

¡YEY! Así conseguía que yo le hiciera caso, castigandome o consfiscando mi celular, computadora y demás, y ella puede hacer esto porque desde que mi madre, que era bailarina, murió ella necesitaba ayuda doméstica y pues, ¡aquí estoy!

Fuí a donde Violetta me mandó por su agua, y justo cuando encontre la maldita botella, May, una de mis hermanastras me la arrebató de las manos.

-Oye gracias _________, esa era la última botella de agua.- Sonrío hipócrita.

-No gracias a ti May, tu mamá va a matarme.- Dije concentrándome en buscar rápidamente.

-No es mi problema.

-Es cierto, tú tienes que soportar todo esto, trabajas para nosotras, por si lo olvidaste.- Dijo Mayson, mi otra hermanastra apareciendo de la nada. En mi opinión es rídiculamente rídiculo que a una le hayan puesto May y a la otra Mayson, ¡que estupidez!

-¡Como olvidaría eso querida! -Dije con un sarcasmo que de aquí a la china podría notarse.

No es otra típica cenicienta. {Justin Bieber y tú.}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora