Parte 23.

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Mi despertador no me dejaba tranquila, me tapé con mis sábanas hasta la cabeza, pero luego recordé, ¡hoy me dan la respuesta de mi solicitud a la escuela de danza! 

Fue tanta la emoción y curiosidad que tenía que salí fuera de casa en pijamas, ya nada me importaba. Me dirigí al buzón y allí estaba la carta. Entré a casa, a penas la ví se me salió el corazón.

HABÍA ENTRADO, TODO CAMBIARÍA A PARTIR DE AHORA.

Grité con todas mis fuerzas y hice un baile extraño. Me reí de mi misma. Esta felicidad que tenía encima ni Violetta ni mis hermanastras iban a quitármela.

Me vestí rápidamente y bajé a desayunar, gracias a Dios mis hermanastras no estaban en casa con sus chillonas vocecillas. Hoy era mi día al parecer.

*Narra Justin.*

Todo esto parecía un sueño, _________ era mi cenicienta, todavía no creo que la encontré, ella es maravillosa, tan simple y diferente que me encanta, algo veo en ella que no veo en las demás, era especial.

Llegué al instituto mirándo hacía todas partes en busca de _________, no la encontraba por ningún lado, ¿le habría pasado algo? Justo dí media vuelta y ahí estaba ella.

-¡JUSTIN! -Gritó dirigiéndose hacía mi, venía en su skate a toda velocidad y chocó contra mí pero no caimos. Se veía feliz y me gustaba eso.

-Oye, tranquila, cuéntame que tienes. -Sonreí al verla así, me hacía poner feliz a mi también.

-¡Logré quedar en la academia de Manhatan! -Se calmó un poco pero siguió con una sonrisa. -De quinientas solicitudes solo quedamos veinte, eso significa que soy de las veinte mejores, y eso significa que alguien me llamará para hacer la audición. -Tomó aire, hablaba demasiado rápido, reí por eso. 

¡Wow! Es decir, cualquier chica estaría así por tener unos zapatos de tacones nuevos o un vestido, pero ella, ella era soñadora, diferente. 

-Tranquila, respira. ¡De verdad te felicito! -La abracé, sentí su perfume.

-Gracias. -Me dedicó una de sus sonrisas.

-¿Sabes? Podría enseñarte algunos pasos de baile para tu audición, puedo ayudarte a practicar. -Ella asintió. -Sólo si tu quieres.

-Eso me podría interesar. -Me miró curiosa.

-¿Eso te podría interesar? -Reímos y cuando ella estaba por hablar tocó la campana.

-Sonrío y miró hacía delante. Admiré su perfil por un instante. -Nos vemos después. -Se fué apresurada perdiéndose en los pasillos y me quedé mirando en su dirección como estúpido.

¿Qué haz hecho conmigo, __________?

No es otra típica cenicienta. {Justin Bieber y tú.}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora