*Narra Justin*
Esta chica era diferente, tenía mucho sentido del humor y a demás no necesitaba llevar vestidos apretados y cortos para llamar mi atención, al solo verla bailar me quedé mirándola como bobo.
Ella me invitó a bailar y así lo hicimos. El mejor baile de la vida. ¿Quién era? Sus ojos, sin dudas eran hipnotizantes. ¿Dónde aprendió esos pasos? Debería enseñármelos algún día.
Todas las personas que habían en la fiesta hacían un círculo rodeando la pista de baile, nos miraban asombrados mientras yo solo sonreía y disfrutaba del baile.
Cuando intenté ver si todo esto era un sueño, no lo era, pero el baile había terminado ya que dos muchachas derramaron confites por todo el suelo, haciendo que la chica con la que bailaba se cayera tropezándose con estas. No me importa, fue lindo mientras duró.
-Oye, ¿estás bien? -Dije tendiéndole una mano para ayudarla a levantarse.
-No, estuve horrible, me caí. -Dijo ignorando mi mano y parándose sola.
-Claro que no, estuviste genial, sabes...-No pude decir más y saqué mi antifaz, quería saber quién era ella, pensaba que si yo me lo sacaba, ella también lo haría, pero no.
-Me miró sorprendida.- J-justin...-Tartamudeó y luego miró el reloj que había en una de las paredes de el salón. Marcaba las doce en punto. -Oh no, debo irme.- Y sin más salió de la fiesta apurada pidiendo su mp3 al DJ y tomando de la mano a su amiga para irse, ¿esto era broma? Parecía la película de la cenicienta, y no, no olvidó su zapato como la película, pero si su mp3, se le había caido mientras corría para ir a quién sabe dónde.
Algo que sé es que no descansaré hasta encontrarla.
