un plan de venganza

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Leo estaba sentado en uno de los patios de su hacienda, mientras contemplaba en silencio el diabólico horizonte que dejaba ver diversos tonos carmesí en los cielos, como entre el aire. Leo simplemente trataba de disfrutar aquellos instantes en que sentía algo parecido a la calma y a la tranquilidad, puesto que solo aquellos días como ese, en que la luna estaba oculta aquel espíritu maligno que le invadía y le poseía, también paresia esconderse dentro de sus entrañas    dejándolo en una limitada libertad que le permitía conectarse breve mente a lo poco que le quedaba de su parte humana. Y que le dejaba recordar con gran dificultad algunos fragmentos de su pasado como humano , aun que esto solo lo llenaba de dolor y de rencor en contra de su hermano, pues añoraba con nostalgia aquellos días en que pudo amar y ser un hombre normal. 

En aquellos escasos momentos de paz que tenía Leo, pensaba y recobrada el gran amor que le profeso a Xochitl  y en la soledad que dejo a su paso su ausencia, recobraba el calor de su piel y el sabor de sus labios, pero le llenaba de ira el recordar su traición y su desprecio hacia el, pues después de aquella batalla donde había dado fin a la mayoría de sus amigos, Leo le había ofrecido a aquella mujer literalmente todo, hacerla su mujer y su reina, llenarla de todo lo que siempre se le negó como sirvienta y esta sin más le rechazó, causando la ira desmedida del "CHARRO" pues incluso le había ofrecido liberarla  de aquella maldición que le ataba a su cuerpo infantil , pero esta decididamente se negó rotundamente a su oferta e incluso le desafió  enfrente de todos sus esclavos, ya que la ingenua muchacha pensaba en que era posible rescatar de aquel espíritu maligno al dulce niño del que si estaba enamorada, pero todo sus esfuerzos fueron inútiles ante la magnitud de la maldad de Leo, pues este había asimilado a la perfección aquella esencia maligna.  Ante aquel acto de revelida e insurrección de Xochitl, Leo no tuvo más remedio que hacer a un lado los sentimientos que profesaba por aquella muchacha para arrancárselos del pecho sin más miramiento y darle un castigo más que ejemplar, un castigo que dejara más que claro a ella y a todos los demás espectros a su servicio que el ya no era aquel niño humano al que llamaron alguna vez Leo SanJuan, sino que ahora no era más que el mismísimo "Charro Negro" señor de todos los espectros y amo del inframundo.  

  Leo sabia perfectamente que en unos cuantos días se elevaría la luna de sangre, un fenómeno sobre natural que le daba la capacidad de estar al máximo de sus poderes y poder arrancar el alma de sus victimas sin la necesidad de haber celebrado algún pacto previo y de poder llevase a un ser humano a su mundo, como de trasferir la maldición que le impusieron a otro y así liberse por siempre, y así poder atormentar al orto con la carga de su maldición para  el resto de la eternidad. Aun que dicho fenómeno se había utilizado por los otros Charros Negros para realizar la sucesión, en esta ocasión Leo lo usaría para darle un castigo más que ejemplar a su hermano Nando.  

Leo seguía contemplando el horizonte regocijarse de sus planes a la vez que afinaba su guitarra , trataba de entonara una melodía que le recordara a aquellos tiempos, trataba de recordar a su familia pero por más que intentaba hacerlo solo venia a su mente un sentimiento de odio y de dolor, ni siquiera podía recordar con claridad el rostro de su madre o de su abuela,sentía como si una parte de si mismo estuviera perdida entre la inmensa oscuridad de la noche y que era incapaz de ver alguna luz . En medio de su melancolía trataba de tocar la guitarra y plasmar con ella y las melodías que salían de ella, la soledad, la aberrante  soledad de la que era esclavo, se repetía a sí mismo que había sido Nando el culpable de su pena y que el debía de pagar por ello., noto como  las pisadas que le daba a la guitarra se habían vuelto más violentas y más rápidas, como si el instrumento supiera interpretar de forma melodiosa su ira y su odio. 

En medio de este arranque, el joven charro noto que a lo lejos se encontraba escondida una de sus muchas esclavas, se encontraba esconda entre las sobras tratando de no ser vista por nadie, pero ante su sorpresa no había contemplado dentro de sus planes que ahí mismo estuviera el mismo "Charro Negro", aun cuando trato de no ser vista por el charro , este ya la había visto y sin reservas y con una voz penetrante este le llamo la atención de forma inmediata.

yo, el Charro NegroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora