||Capitulo 4: Say no to this||

1K 85 194
                                    

Francis había bebido demasiado para él sin notarlo, preocupando a Philip, quien al verlo de esa forma no dudó en pedirle a Theodosia el abortar la misión "Baile de inicio de ciclo escolar" para volver a sus casas. A la chica le pareció bien, ella también quería volver a casa, las miradas de los jóvenes sobre ella no le gustaban del todo, era incómodo. Luego de llegar a su casa se hechó en la cama mirando el techo, no había tenido el valor... otra ves.
¿Por qué?, ¡¿Por qué cada ves que quería decírselo algo pasaba?! ¡Sus nervios la atacaban!, sentía su corazón como una flama, cada parte como una flama... sabia que no era un juego sencillo y cada ves que tenía una jugada a favor recordaba que existía otro jugador. Puso sus manos cubriendo su rostro y se volteó panza abajo, quedando su rostro en la almohada, comenzando a llorar.

-Francis ¿por qué?... ¿por qué justo él?...

-•-

Los chicos llegaron a la casa de los Hamilton a las 11:00 pm. Philip notó que no había nadie, el silencio era algo muy nítido. Francis se apoyaba en el hombro del menor para no caer por lo mareado que se encontraba. Fueron hasta la cocina para tomar agua, ambos querían tener el menor nivel de resaca posible.

-Philip...- llamó el mayor mientras dejaba su vaso a un lado pasando sus manos por el vientre del menor, abrazándolo con ternura

Philip se sonrojó y dejó su vaso a un lado antes de que se le cayera por el temblar de sus manos. Sentía la ereccion de su acompañante rosarse contra sus nalgas, una parte de él quería correr, se sentía nervioso y a su ves como un calor le recorría el cuerpo mientras su corazón palpitaba a toda velocidad, no lo soportaba... pero otra parte de él quería llegar lejos... muy lejos.
Fue despojado de sus pensamientos cuando el mayor comenzó a besar su cuello, desabrochando cada botón de su blanca camisa. Philip suspiraba aferrándose al brazo de Francis que aún permanecía en alrededor de el, mientras la otra se acercaba al bulto entre sus piernas, masajeandolo, logrando que el trasero del menor se pegara aún mas a la entrepierna del mayor.
Francis lo deseaba y sabía que Philip también a él, sus escritos lo delataban, le era un gusto leer los poemas eroticos que el Hamilton escribía, como deseaba que lo besara, lo tocara, experimentar en su primera ves todos los placer posibles. Y el mayor no se negaría ante tal idea.

-Philip...- llamó nuevamente mientras lo escuchaba jadear

-¿Si?- respondió el Hamilton en un jadeo.

-¿Me permitirías hacer el amor contigo?

El escuchar esas palabras dejó pensativo al Hamilton, perdería su virginidad con su mejor amigo, la persona con la que compartía habitación, la persona con la que soñaba, la persona que deseaba, la persona que necesitaba... no podía decir "no"...

-... si~

-•-

Lily llegó a su hogar junto al Francés viendo cómo las nubes se juntaban, se acercaba una tormenta. Entraron con rapidez antes de mojarse y dándose cuenta la joven de que no había nadie, de hacho, incluso los sirvientes se habían ido a dormir, eso significaba que sus tíos llegarían muy tarde, fue entonces que la lluvia comenzó a caer.

-Merci por dejar que me quede con usted Mademoiselle- Habló el chico acercándose a ella.

-Es un placer- respondió mientras una mano del mayor se posaba en su espalda, apegándola mas a él.

Ella puso sus manos en el pecho del joven, quien se acercó a su oído.

-Je t'aime- susurró repetidas veces mientras comenzaba a besar el cuello de la chica, quien reía ante las cosquillas que le producía tal acción.

Echó su cabeza hacia atrás, dejando que el mayor besara su clavícula "Moi aussi je t'aime", susurró ella en cuanto levantó la mirada hacia George. Sus rostros se acercaron demasiado, viéndose en un momento de paz y tranquilidad mientras intercambiaban aires entre ellos.

Helpless |1|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora