La casa de los malos olores

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Cuando Nina Martin despertó, se tapó la nariz con la sábana. ¡No podía respirar! Bajó corriendo porque creía que había algo quemándose y en llegar a la cocina vió que la pobre Trudy intentaba desesperadamente huyentar el humo que salía del horno. 

- ¡Ay Nina! ¡Ayúdame, corre! - dijo desesperada - tenemos que apagar esto antes de que llegue... - no le dió tiempo a terminar la frase, porque Víctor apareció solemne:

- ¿Qué está ocurriendo aquí, Trudy? ¡No se puede respirar! - Nina se apartó. Aquel hombre le daba mucho respeto.

- Lo siento Víctor, yo intentaba hacer un pastel para desayunar, pero...

- Nada de excusas, ya es la segunda vez este mes que hay un accidente en la cocina. Te espero en mi despacho dentro de media hora. ¡Y quiero que recojas este desastre! - Trudy bajó la cabeza y asintió. Víctor se fue.

- Yo te ayudo. - dijo Nina. 

Entró en la cocina Amber:

- ¡Puaj! ¿Qué es este olor? ¡Está dañando mi mascarilla facial!

- ¡Amber! - Nina la  miró mal - A Trudy se le ha quemado un pastel...

- ¿Estás bien Trudy? Perdón, creí que Alfie había vuelto a liarla... Ya sabéis, como la última vez... - Nina sonrió

- ¿Qué ha pasado? ¿Habéis intentado hornear un pollo que se ha ido corriendo? - Entró Jerome riendo - ¿O habéis intentado hornear a Alfie? 

- ¡Te he oído! - Alfie se tiró encima de Jerome y le pegó de broma.

- ¡Au, au! - se quejó de broma el aplastado.


- Bueno, creo que el pastel que os prometí para desayunar tendrá que esperar. - dijo la casera después de tirar el pastel (o lo que quedaba de él) a la basura. - Lo siento chicos, últimamente estoy muy despistada, no sé qué me pasa...

- Será el trabajo. - dijo Fabien, que había llegado hacía solo unos minutos. - Trabajas demasiado Trudy, te iría bien un descanso.

- Sí... Deberías... ¡ya sé! ¡Tómate unas vacaciones! - le prupuso Nina.

- Ya, ¿y quién os cocinará? ¿Víctor? Chicos, ¡no quiero que muráis por intoxicación! 


Desayunaron tostadas, leche y zumo y entonces Trudy dijo:

- Cuando acabéis de comer recogedlo todo, por favor. Voy a ver a Víctor.

- Vale. ¡No dejes que Víctor te intimide!

- Patricia... - amenazó la casera con una media sonrisa.

Patricia solo rodó los ojos y siguió desayunando.


- Trudy - dijo Víctor solemnemente - Estoy realmente preocupado por tu comportamiento de estos últimos días. ¿Se puede saber en qué estás pensando? ¡Estás muy despistada!

- Lo sé, lo sé, los chicos dicen que es por el trabajo, pero...

Víctor la miró muy serio y Trudy dejó la frase al aire.

- Lo siento, pero en mi escuela no podré tolerar esto mucho más.

- Sí, lo sé Víctor. Pero una mala semana la tiene todo el mundo, ¿no?

Asintió.

- Pues que no se vuelva a ocurrir. 

La casa de Anubis (fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora