Los idiotas del café y el espacio

No es lo que quise decir ¿O sí?

Llegaron a la escuela un poco (bastante) tarde, pero Tweek estaba extrañamente tranquilo con ello ¿Qué demonios estaba pensando como para que no enloqueciera?

—¿Nos vemos más tarde? —preguntó el rubio sobresaltando a Craig quien estaba ensimismado en sus propios pensamientos acerca de Tweek.

—Ah, sí claro.

Fue así como sus caminos se separaron, Craig tenía física a la primera hora y Tweek literatura, de hecho, sólo coincidían en sus dos últimas clases por lo que Craig aprovechó esas horas "libres" para pensar en ciertos asuntos que le preocupaban. A pesar de ese hecho, Craig no tenía malas calificaciones ni era un chico problema en toda la extensión de la palabra, sí bien era cierto que solía estar bastante tiempo en dirección la razón de ello era mucho menos compleja.

Craig Tucker tenía problemas con la autoridad.

Y no, no es que él fuese un anarquista que quisiese romper las reglas y ofender a personas con un rango superior por esa clase de ideas, para Craig el respeto siempre había sido algo que las personas se tenían que ganar, no pretendía bajar la cabeza ante cualquier injusticia que estuviese haciendo un adulto simplemente porque era un adulto, y eso como es lógico le traía bastantes problemas con esa clase de adultos. Él recuerda claramente que su primer día en la secundaria se gano una detención, pero tenía que hacerlo, el profesor estaba siendo un idiota con Tweek, y eso sí que no lo iba ni podía permitir.

Así fue como Craig pasó toda la hora de física rayando garabatos en la tapa de su cuaderno y pensando, pensando en todo lo que estaba cambiando e iba a cambiar; su actitud distante no fue pasada por desaperciba por Token quien lo miraba con interés mientras hacía las notas correspondientes a la clase.

—Amigo, ¿Ocurre algo? —preguntó con cierto cuidado a Craig.

—Eh, sí.

Token sabía que estaba mintiendo, lo había notado desde hace un mes en realidad, las cosas estaban cambiando entre los tortolitos, el único que no parecía saberlo era Craig, no obstante, Token a diferencia de Clyde era mucho más calculador, no quería presionar algo que necesitaba tiempo, así que sólo suspiró y fue junto con el moreno a cafetería.

—Token dile a Jimmy que Bebe es mucho más caliente que Red— habló rápidamente Clyde apenas y vio que los dos chicos se acercaron a la mesa, Craig torció los ojos ¿Cuándo fue la ultima vez que no había escuchado esa pelea?

—Lo siento hermano no puedo.

—¿Qué? ¿Por qué?

—Porque Token no mi-mi-miente— respondió Jimmy.

—Es porque siente que traiciona a Nichole, ahora cállense— cortó Craig exasperado mientras le daba una mordida a su emparedado.

—Oh vamos Token, ¡El hecho de que salgas con Nichole no te impide mirar! ¡Bebe está caliente!

—Tweek es mil veces mejor.

Silencio.

Todos en la mesa quedaron en silencio, Craig miro confundido ¿Había dicho algo malo? Repasó la conversación en su cabeza, no encontró nada que justificara una reacción tan exagerada.

—¿Qué? —preguntó con evidente molestia.

—Amigo... ¿Acabas de decir que Tweek está caliente? —preguntó con cierta emoción Clyde, y entonces Craig se dio cuenta de cómo se había escuchado aquello.

—¡No carajo! No me refería a...

—Hola chicos, ¿Qué esta pasando? Pude escuchar sus gritos desde el otro lado de la cafetería— hablando del rey de roma... Tweek se hallaba ahí con sus casuales espasmos y ojos curiosos mirando a cada uno de sus amigos intentado descifrar que era la razón del alboroto, cuando sus curiosos ojos verdes se encontraron con los ojos lapislázuli de Craig sintió de nuevo aquel golpe en el estómago, sólo desvió la mirada a sus amigos casi como suplicando que se mantuviesen callados acerca de ese tema.

—Craig dijo que estabas caliente.

¡Maldito seas Clyde! Craig miró sin ningún rastro de sutileza la reacción del rubio que tenía la boca abierta y el rostro rojo mientras sus espasmos se hacían más evidentes.

—¡Te dije que no era lo que quise decir maldito hijo de puta! —masculló el moreno haciéndole una seña obscena mientras tenía toda la intención de abalanzarse a darle un golpe que bien merecido se tenía, sin embargo, en cuanto escucho la risa de Tweek su ira se disipó tan rápido como había llegado.

—Pues es cierto ¿no? —bromeó el rubio mientras se sentaba, Craig tomó su mano por debajo de la mesa dando un apretón agradecido, Tweek le sonrió.

Podría haber mirado a Tweek sonreír de oreja a oreja toda la vida.

Para fortuna de Craig la escuela no duraba toda la vida, y no tenía detención por lo que podría caminar con Tweek a casa, Craig mentiría si dijera que aquello no le gustaba, a decir verdad, era una de sus partes favoritas del día.

—¡Hey! Idiota espacial despierta, te estoy hablando— exclamó Tweek mientras chaqueaba los dedos en frente de Craig para llamar su atención.

—Te estoy escuchando bebé, ¿entonces me estas diciendo que los hombres de negro existen?

—¡Que sí hombre! Te estoy diciendo que ellos nos están vigilando, ese hombre que fue al área 51 de incognito lo dijo ¡Oh dios! ¡Probablemente nos estén escuchando! ¡Mierda! ¡Jamás debí decirte! Ahora estaré como... en la mira ¡Es demasiada presión!

Y así siempre eran sus tardes, ¿Era normal que Tucker disfrutara tanto escuchando los desvaríos del rubio? Él tenía una preferencia por conspiraciones locas como esa que tuviesen que ver con el espacio y aquello que le apasionaba, no obstante, cuando Tweek iba demasiado lejos Craig solía pasar un brazo por sus hombros para calmarlo, había aprendido que para el chico a veces lo mejor era el consuelo físico. Y eso fue justamente lo que hizo, el silencio lleno la caminata, un silencio bastante pacifico donde sólo se escuchaban sus pisadas que ya estaban coordinadas y sus respiraciones.

—Así que...—comenzó Tweek rompiendo el silencio, eso no era normal, Craig miró a su amigo interesado.

—¿Pasa algo?

—Crees que soy ya sabes... ¿Caliente?

La tos no se hizo esperara junto con un sonrojo evidente que el moreno trató de encubrir su cara con su chullo.

—Ya había dicho que no es lo que quise decir Tweek, Clyde es un idiota que malentiende todo.

—Entonces... ¿No soy caliente?

Carajo ¿Por qué le estaba poniendo en esos aprietos? Tweek ¿Caliente? Nunca lo había pensado, pero de nuevo todas esas imágenes lascivas que le había regalado su mente la noche anterior.

—¡No! ¡Sí! ¡No quiero decir! Tweek.

Las risas de Tweek le hicieron saber que estaba balbuceando tonterías.

—¡Tienes que ver tu cara!

—Cállate Tweek lo que quise decir es que eres mucho mejor que ellas porque eres inteligente agradable y...

—Que gay.

—¡Dios estaba intentando decir algo agradable spaz! Además, sabes muy bien que no somos gay ¡No soy gay maldita sea! —gritó enojado, y no sabía con quién, si con Tweek por sacar el tema o con él mismo porque ni si quiera él creía ya lo que decía.

—¡No me grites! ¡Sólo bromeaba! ¡Jesús! ¿Qué demonios te pasa hoy?

—Yo...— y entonces reaccionó Craig estaba culpando a Tweek de algo de lo que ni siquiera tenía la culpa, él nunca había intentado seducirlo de ninguna manera, todo lo que Craig sentía era su culpa. —Perdón Tweek no he dormido bien.

—Sabes que si algo te molesta puedes hablar conmigo.

—Gracias.

Sin embargo, no podía, Craig no podía decirle eso a Tweek, era vergonzoso; Tweek sólo miro con una sonrisa tristona antes de irse a casa. No lo había besado.

Eso le molesto.