Llamada de ayuda

6.9K 905 209
                                    


A veces algo explota como una pequeña llama, las cosas explotan, pero, aunque pueda parecer que ocurren como una combustión espontanea no es así, hay una razón, la hubo siempre, pequeñas razones que uno no quiso ver, que uno minimizo hasta que las pequeñas chispas escalan a un incendio. Es una metáfora un poco absurda si lo comparamos con las enfermedades mentales, sin embargo, Tweek de alguna manera tenía que explicarse así mismo lo que estaba pasando, lo que le estaba pasando.

Si no lo hacía no podía poner sus pies en el piso, y si no hacía eso se perdería así mismo como esta noche. Las cosas no estaban bien, evidentemente nunca lo estuvieron, pero aquel día que se pregunto sobre los multiversos las cosas empeoraron, un nuevo sabor de café que debía probar ¿Cuántas tazas no le dio su padre? Había perdido la cuenta después 8 en esa semana, tenían el ingrediente secreto, por supuesto, era un milagro a estas alturas que no le hubiese dado una sobredosis.

La cafeína, sus paranoias y la ansiedad explotaron dentro de él la noche después de verse con Craig, un momento estaba pensando en lo cálidos que eran los labios de su novio, en como lo hacían sentir seguro y querido ¡Carajo! Quizá era la único que valía la pena en su jodida vida... y cuando menos se dio cuenta sus padres los estaban zarandeando para que reaccionara. Probablemente los vecinos escucharon sus gritos su pánico... joder.

Y así fue como ese día no asistió a la escuela ¿Cómo podría? Se veía horrible, más que de costumbre, las alucinaciones, las luces no paraban— malditas drogas— lo único que lo hacía soportable era el estar sedado, Craig le mandó un mensaje, por supuesto, estaba preocupado por él... dolía, no se merecía a alguien como él, no se merecía preocupación ¡Ni sus padres se preocupaban! Fingían que sí, pero si lo hicieran no le estarían haciendo semejante cantidad de daño. En la mente de Tweek trataba de decirse así mismo que sus padres lo amaban, estaba seguro... casi seguro de que lo hacían, pero ojo, no se equivoquen, eso no los hacía buenos padres.

Estaba tan cansado, estaba tan harto, si pudiera tan sólo por un día quisiera ocupar el lugar de un Tweek de otro universo, uno donde Tweek no se diera tanta pena así mismo como este.

"Estoy bien Craig, sólo un pequeño dolor de cabeza. Te veo mañana"

Ese fue el mensaje que respondió, no pudo evitar reírse mientras las voces de su cabeza, esa maldita voz lo llamaba mentiroso una y otra vez.

—Cariño, un compañero tuyo viene a dejarte la tarea— anunció su madre abriendo la puerta, gracias a los dioses interrumpiendo la cadena de pensamientos del rubio, él asintió en respuesta.

Su compañero era bien conocido por él.

Kyle.

Compartían varias clases juntos así que no era de sorprender, aunque agradeció su amabilidad, definitivamente prefería que él le entregase los deberes que alguien como Cartman.

—Hey Tweek— saludó amablemente el pelirrojo, la respuesta de Tweek fueron sus acostumbrados espasmos. —Eh, bueno vengo a dejarte los deberes, espero que te mejores.

Dejó los deberes en su escritorio, haciendo a un lado varias tazas de café, obviamente, se disponía a irse, pero algo lo detuvo.

—Tweek.

—¿sí? —el rubio notaba la indecisión de Kyle, como si estuviese meditando si era una buena opción decir lo que sea que fuese a decir.

—Te ves realmente mal hombre...

—¿Gracias?

—¿Sabes? Sé que podemos ser un poco cabrones, pero, somos tus amigos ¿no es así? Si necesitas ya sabes... ayuda podrías hablar conmigo, con Stan e incluso con Kenny, no lo olvides Tweek.

Dicho esto, salió por la puerta, no debería, pero sólo se sintió peor.

Craig pensó en ver a su novio, luego lo pensó mejor y decidió que lo mejor era invitarlo a una cita, sería algo así como su primera cita verdadera, eso estaba bien supuso, algo simple, quizá ir al parque y tener un almuerzo... eso sonaba bien. A pesar de que Tweek tardó más de lo que acostumbra en contestar la respuesta fue afirmativa.

¿Qué demonios le pasaba? Jamás se había sentido así, una presión en su corazón, pero no era mala, era buena, era adictiva, de alguna manera, aunque estaba fuera de su control, a pesar de que Craig odiaba cuando no podía tener el control de sí mismo...

Se encontró pensando en actividades que podría hacer durante "su cita" en lugar de hacer sus deberes, dios parece ser que Craig Tucker era un romántico empedernido. Eso se lo llevaría a la tumba.

¿Conoces ese sentimiento que te da con un mal presentimiento? No sabes exactamente de donde viene, no importa que calcules todas las probabilidades, sabes que hay un hoyo como una función racional donde no importa lo planeado que este todo, no puedes tocar la asíntota. Craig Tucker supo que algo andaba mal, horrendamente mal cuando vio a su novio salir de su casa tambaleándose y asustándose con su propia sombra ¿Qué coño había pasado?

—¿Tweek? ¿bebé?

—H-h-hola Craig ¿N-n-nos vamos?

Craig asintió y tomó su mano con fuerza, en el trayecto hizo círculos en la palma del chico de ojos esmeralda, esperando calmarlo. No funciono, no podía dejar de temblar, parecía un celular en modo vibratorio saturado de notificaciones, Craig comenzó a sentir un nudo en el estomago ¡A la porra la cita! Tweek necesitaba otro tipo de apoyo.

—Cariño ¿Qué está pasando?

—N-nada— Craig torció los ojos, terco, como siempre así era Tweek.

—Tweek no puedo ayudar sino me dices que está pasando.

—¡¿Y quién dijo que necesitaba tu ayuda?! ¡Carajo! —y como si Craig hubiese sido un mechero y Tweek gasolina, todo se quemó.

Este quizá fue el peor ataque de pánico que presencio Craig, no importa cuanto trato, simplemente no podía calmar al rubio, cuando Tweek empezó a gritar que le dolía el corazón, Craig sintió miedo... muchísimo, a pesar del forcejeo Craig logró subir a Tweek a su espalda corriendo hacia el hospital.

Tuvieron bastante suerte, Tweek tenía una taquicardia increíble, cuando el doctor le dijo que si hubiese pasado más tiempo podría haber tenido un ataque cardiaco Craig tragó saliva ahuyentando las lágrimas, jamás en su vida se había sentido tan impotente.

¿Cómo pudo no verlo antes? Ese café ¡Ese maldito café! Tweek necesitaba ayuda y Craig no podía brindársela ¡Sólo tenía trece años! Y estaba asustado, no quería que su novio muriera de un ataque, una sobredosis, lo que sea que sus padres le obligaran a hacer.

Reflexiono seriamente la manera de poder buscarle ayuda y no romper su promesa, quizá su madre entendería, quizá si lo comentaba con alguien maduro como Token antes. A veces ser un buen novio requiere hacer sacrificios.

Hola soy yo ¡No me maten! Les dije que venía lo bueno y es que... siempre que lo pienso siento que es algo como no sé muy probable, como alguien que lleva un curso de psicología para mí son personajes tan interesantes emocionalmente y quiero como indagar profundamente en su manera de pensar en mi HC. Recuerden que Craig aun es un niño, es obvio que una situación así lo superaría, no importa lo lógico que sea.

Espero les haya gustado ¡Sus votos y cometarios son muy apreciados! Me hacen muy feliz

¡Nos leemos!

Los idiotas del café y el espacioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora