Primera Dama ▼NICK JONAS & TU▲ | TERMINADA

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           La palabra ''Apuesta'' paso lentamente por mis oídos, por más que mi cerebro trataba de hacer como si no la hubiera escuchado, no lo lograba. Sentí un vacio en el pecho y en el estomago.
—________ (tapdo) ¿encontraste a Nick?— era la voz de Lucy que se venía acercando por el largo pasillo, Rápidamente se abrió la puerta y salió Nick
—________ (tapdo) — dijo sonriente, Volví a sentir como el agujero negro que en cuestión de segundos se formo en mi pecho se volvía más grande
— ¿Estás bien?— me pregunto Lucy
—T... te acostaste conmigo por una apuesta...— dije fríamente sin importarme que Lucy, Joe y Kevin estuvieran ahí.
— ¿Q... que?— dijo nerviosamente —Claro que no...— me dijo tratando de tomar mi mano, pero no le di oportunidad y la quite
—Eres un idiota Nicholas...— le dije con asco —No... sabes que...— le dije —La idiota soy yo por creerte...— mis ojos comenzaron a llenarse de lagrimas... tantas que no cabían, mas no iba a tirar ni una sola lagrima enfrente de él. Hice caso omiso a los llamados de los cuatro y baje corriendo
—______ (tn) espera...— escuchaba la voz de Nick que venía detrás de mí, baje lo más rápido posible las escaleras y tome mi bolsa que estaba en la sala, mientras corría saque las llaves de mi auto, rápidamente lo encendí y puede ver por el retrovisor que Nick salía corriendo de la casa, aceleré fuertemente y salí de la casa.
Apenas avance dos metros y las lágrimas se dejaron ver... las tallaba furiosa pero estas inmediatamente eran suplidas por nuevas, el dolor en mi pecho se hacía cada vez más fuerte. Me era imposible pararlo. –Encima me decía que me quería...- era lo que pasaba por mi mente, como pude ser tan estúpida en creerle... -Y ahora que hago...- me pregunte mientras que con una mano acariciaba mi estomago, —No te preocupes...— dije mientras volteaba a ver mi estomago, —No lo necesitamos...— de nuevo el dolor en mi pecho se intensifico. Conduje lo más rápido que pude, hasta que llegue a la casa. Casi corriendo entre... me arrepentí ya que toda la casa estaba impregnada de su exquisito aroma, tal vez normalmente no lo notaba, pero en ese momento, todo acerca de él me hacía daño.
Subí las escaleras y entre a la habitación, lance mi bolsa en la cama, esta se cayó al suelo, pero lo ignore y entre al closet para en la bolsa más grande que tenia, meter la mayor cantidad de ropa posible. Salí del closet y levante rápidamente lo que se había salido de la bolsa, excepto mi maquillaje que callo debajo de la cama, tome ambos bolsos y Salí de nuevo a velocidad de la luz de la casa. Subí al auto y lance todas las cosas a la parte trasera. Volví a encender el auto y pise al acelerador a fondo. – ¿Y ahora?- me preguntó la estúpida voz de mi interior que no sabía nada más que molestarme en momentos asi —Un hotel... un hotel...— decía mientras conducía y buscaba alguno, — ¡No!— dije cuando recordé que no traía suficiente efectivo para pagar siquiera media noche en un hotel, ya que había pagado el examen y no había sido nada barato... y no pagaría con tarjeta, seguramente se enteraría mi padre y me localizarían con los gastos de la tarjeta — ¡Cajero!— grite cuando logre ver un cajero me orille y rápidamente entre pase la tarjeta. Saque una cantidad no muy fuerte, pero lo suficiente para un mes. Después ya vería que hacer, pero yo con el no vuelvo.
Regrese al auto y conduje cerca de cuarenta minutos, hasta que encontré un hotel, nada lujoso, sencillo pero lindo. Llegue a donde estaba el ballet parking, tome mis bolsos y les entregue las llaves, Ellos me dieron una tarjeta con un numero. Entre al hotel y fui a la recepción, di mis datos.
—Disculpa...— le dije antes de irme
—Si...— me dijo el joven que estaba en la recepción
—Sabes... no quiero que nadie se entere que estoy aquí...— le dije en tono de suplica
—Muy bien...— me dijo sonriente
—Gracias...— agradecí y tome la llave de mi habitación
-cuarenta... cuarenta y uno...- decía el número de las habitaciones en mi mente - y cuarenta y dos- introduje la llave en la cerradura y entre, era linda la habitación, pequeña... pero linda...
Me acosté en la cama, aun con vestido, y tacones, recordar lo que había vivido con el... tal vez habían sido pocas cosas, pero me dolía demasiado. Los ''te quiero'' yo los escuchaba tan sinceros... pero ahora veo que me equivoque.