Pame Denbrough tiene veintidós años, pasaron cuatro años de lo sucedido con Eso; Pame vivió feliz y contenta durante esos cuatro años... Hasta que un 11 de Marzo de 1994 hubo un incendio muy misterioso en la escuela secundaria de Derry, donde el sal...
Todavía no me acostumbraba a trabajar en el banco de sangre de Derry, era difícil no ir a la bodega y beber toda la sangre que había. Era complicado abstenerme pero no imposible. Llegué a mi oficina, el edificio era blanco completamente así que también mi oficina. Los muebles de mi espacio de trabajo, la puerta, las carpetas, el piso, las paredes, entre otras cosas; eran blancas. Me senté en mi silla y me recargue hacía atrás mientras tomaba una carpeta de la pila de había en mi escritorio. La abrí y el contenido era sobre la sangre que se había donado en lo su llevaba el año, los cuales eran 15,620 litros, de los cuales el cinco por ciento fue desechado por estar contaminada, lo que sería VIH. Deje la carpeta donde la había tomado y el teléfono sonó, espere a que sonara otras dos veces y lo tomé.
-¿Si? -Pregunté mientras movía mi silla.
-Señor Winse, -Era mi jefe, su voz se escuchaba afligida-venga a mi oficina de inmediato. -Colgó dejando me con el teléfono en la mano.
Deje dm teléfono y me paré, salí de mi oficina con paso veloz, donde él se encontraba no estaba tan lejos de donde yo laboraba. Toque la puerta y me abrió enseguida.
-Pase. -Dijo y se hizo.
Me adentre a su oficina.
-Siéntate. -Ordenó.
Me senté en una silla negra la cual era extremadamente cómoda para mi. Mi jefe era una persona pequeña, no era más alta del metro sesenta, su cabello y bigote eran ya blancos, pues ya tenía más de medio siglo, era asombrosamente delgado y con tez blanca, pero ese día se veía diferente, pálido y con ojeras que estaban demasiado marcadas.
-Sr. W, a usted lo consideró como mi hijo... -Me miro y yo sólo me limité a hacer lo mismo y a sonreír.
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-Señor Anderson, me sorprende su comentario, solo he trabajado unos meses aquí. -Me sorprendía que una persona tuviera amor hacía alguien de manera fraternal con un empleado en menos de tres meses.
-Al igual que tú me sorprende eso. -Dijo- Pero, tu eres diferente a los demás. -¡VAYA QUE LO ERA!- Tienes ambición, tienes una inteligencia asombrosa, mentalidad de triunfador, al igual que yo... -Suspiro pesadamente- Por algo te llamé aquí.
-Dígame lo que necesita.
-Estoy muriendo.
-¿Cómo es posible?
-Hace unas semanas me detectaron un tumor en el cerebro, muy tarde, me dieron un mes de vida.
-Eso fue hace dos semanas. -Dije con el ceño fruncido.
-A eso voy. -Me miro y me tomo de los hombros- Al ser una persona que no tuvo la maravillosa experiencia de tener hijos, quiero que al morir tu tengas mi base como jefe.
Me quedé asombrado, obviamente yo no tenía ninguna experiencia o al menos una idea de como manejar algo desde arriba de la pirámide.
-Los documentos es tan hechos, cuando muera, te quedarás con jefe. -Sonrió y se sentó en su silla- A tu esposa e hijos les fascinara la noticia. -Justo en la yugular.
-No tengo... Hijos. -Baje los hombros al mismo tiempo que mi mirada.
-¿Por qué?
-Pues sólo tengo tres meses de casados, y mi esposa no quiere tené uno en estos momentos.
-Puedes convencerla.
-No sabe cuántas veces lo he intentado. -Suspire triste.
-Habla con ella, sé que aceptará. -Dijo con una sonrisa.
-Lo intentaré, gracias por el consejo.
-No hay de que. Ya puedes retirarte.
Me levanté y salí de ahí.
Peter llegó a su casa, a esa hora su esposa debería de haber llegado. Abrió la puerta y encontró a su esposa sentada en el sofá viendo a la ventana.
-Hola cariño. -Dijo él mientras se acercaba a ella.
-Hola. -Se levantó y lo beso.
-No vas a creer lo que pasó en el trabajo. -Dijo emocionado.
-¿Qué? -Pregunto con una sonrisa.
-Mí jefe me dará el puesto de él.
-Mí amor, felicidades, te lo merecias. -Beso su mejilla y se sentó de nuevo en el sofá.
-Así que ganare más dinero, que podríamos invertirlo en cosas para bebé. -Dijo "Cantando".
-Ya hablamos de eso.
-¿Por qué nunca quieres hablar del tema?
-No me interesa.
-¿No quieres tener hijos conmigo?
-No, no es eso.
-¿¡Entonces qué es!? -Su voz se habia vuelto más grave.
-¡NO PUEDO TENER HIJOS!, Peter, ¡Soy Infertil! -Pame se tapó la cara con sus manos.
