048

1.5K 115 9
                                    

Había llegado la hora de receso, era mi hora favorita, pues podía disfrutar de estar con mis amigas, lo malo era que la comida era asquerosa; prefería comer a un anciano de noventa años... Claro, nunca o había hecho, pero por lo que mi padre me contaba, su sabor no era tan agradable, era como comer algo chicloso y a la vez duro, totalmente desagradable.

-¿Cómo les pareció el chico nuevo? -Pregunto Abigail.

-Se me hace algo "Rarito". -Dijo Miya.

-Probablemente es gay. -Dijo Madison.

-Estoy de acuerdo con eso. -Dije con una sonrisa mientras jugaba con la comida.

-Hablando del rey de Roma. -Dijo Sky.

Zac se sentó en la mesa de a lado, solo; sentí algo de "Tristeza", la cual no sentía fácilmente hacia un ser humano cualquiera.

-En un momento vengo. -Dije y tomé mi bandeja de comida.

Me levanté y camine hasta donde estaba él, me senté enfrente, no lo noto.

-Hola. -Dije con amabilidad y el me miro- ¿Zac?, ¿Verdad?

El asintió y bajo la mirada.
Era extraño y a la vez incómodo estar en esa situación.

-La comida no podrá ser buena, pero al menos es comestible. -Dije para romper el hielo, pero en vez de eso, me vi como una estúpida con esa broma tan tonta.

Suspire.

-¿No hablas?, en clase te escuché hablar. -Dije con el ceño fruncido.

-Lo siento... Realmente no soy muy sociable. -Contestó mientras me miraba- No me es fácil hacer amigos.

-Bueno, pues ahora tienes una amiga... -Estire mi mano- Melody Winse.

-Zac Evans. -Estrecho mi mano.

-Estaremos juntos lo que resta de la preparatoria... Eso es bueno.

El se limitó a sonreír.

-Y bueno... ¿Cómo te parece el Instituto?

-Bien.

-¿Los maestros?

-Bien.

-¿Las clases?

-Son buenas.

Gire ligeramente mis ojos, no podía sacarle una palabra.

-Entonces... ¿Te gustan las arañas?

El me sonrió y asintió, por fin di en clavo.

-Las adoro. -Dijo sonriente.

-A mi me encantan, a veces me siento como una de ellas... Eso sonó raro.  -Reí.

El rió junto conmigo.

-De hecho, tengo una Tarántula en mi casa, es muy bonita y grande. -Dijo mientras me veía.

-Yo siempre quise una Tarántula, pero mi madre... Le da escalofríos con tal de escuchar la palabra.

-Pues, puedes venir a mi casa y te la puedo mostrar, es muy amigable y juguetona.

-Eso sería fantástico. -Suspire feliz, al fin le sacaba más de tres palabras.

-Tus amigas nos están viendo.  ¿Estas en problemas?, si es así... Puedes ir con ellas, no quiero que te dejen de hablar.

Me parecía tan tierno lo que decía.

-Mis amigas no son así, Zac. -Me levanté y tomé mi bandeja- Ven, vamos con ellas.

-No... No, gracias, estoy bien aquí.

-Vamos. -Insistí.

El no tuvo opción que levantarse y tomar su bandeja.
Nos sentamos en la mesa de mis amigas, los presenté y ellas lo recibieron con amabilidad.

-Disculpen. -Murmuró Zac y todas lo miraron- ¿Porque la castaña que está en la mesa de atrás me está mirando raro?

Volteamos para ver a que se refería, era Abby.

-Le gustaste. -Dije sin importancia.

-¿Eso es bueno o malo? -Preguntó preocupado.

-Depende de cómo lo tomes... Te querrá para una noche de sexo. -Dijo Teresa.

-Eso es denigrante y asqueroso. -Contestó él.

-Es gay. -Me murmuró Madison y yo reí.

-Otra pregunta, ¿Y porque ese chico me está viendo así? -Preguntó.

Tom lo estaba viendo feo.

-Creo que tiene celos. -Dijo Danelle.

-¿De quien? -Preguntó Zac.

-De ti. -Contestó Kimoni.

-¿Por qué? -Nos miro preocupado.

-Porque estas con Melody, y ella es su ex.

Lo noté nervioso.

-Tranquilo Zac... No te hará nada. -Sonreí.

Mentira, probablemente amanecerá muerto en una semana.

OUR DIRTY SECRET 《B.S》↨ PENNYWISEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora