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-Tengo que irme. -Dijo Melody y terminó la video llamada.

Volvió al espejo y siguió mirando sus ojos amarillos.

-¿Pero qué demonios? -Dijo ella mientras acercaba su rostro un poco más al espejo.

Sus ojos cambiaban de color, eso era normal... Pero siempre podía manejarlo, al parecer hoy era la excepción.

-¡Maldita sea! -Dijo molesta y se alejó del espejo- Se "Supone", -Hizo las comillas con los dedos- que nadie debe de saber lo que soy... ¡PERO NO! -Cruzo los brazos molesta- Mis ojos cambian de color en plena vídeo llamada.

Era algo que le molestaba.

-¿No estoy comiendo bien?, ¿Es parte de mi?... ¡Mierda! -Se hizo para atrás bruscamente cayendo de espaldas a su cama, y vio el techo de su habitación- Necesito que mi papá llegue... -Suspiró- No saldré de mi habitación hasta que el llegue.





















































































































































































Sentí que alguien me movía para despertarme, abrí poco a poco mis ojos y vi que era mi padre.

-¿No has comido? -Preguntó con seriedad.

-Te estaba esperando. -Dije mientras me sentaba.

-Ya estoy aquí. Asi que, ve a comer. -Camino hasta la puerta.

Me levanté y de mi cajón tomé unas gafas de sol y me las puse, no quería asustar a mi mamá.
Salí de mi habitación y baje las escaleras; los vi a ambos sentados en la mesa conversando y yo con nervios me senté enfrente de ellos. La comida ya estaba servida, era un estofado de carne.

-Melody... -Dijo mi madre.

-¿Si? -Pregunté mientras introducía la cuchara en mi boca.

-¿Pasa algo con tus ojos?

-...No...

-¿Te los puedes quitar?, por favor. -Dijo ella mientras sonreía.

-...No...

-Déjala. -Dijo mi padre mientras la miraba- Probablemente es una nueva moda en los jóvenes humanos.

Comimos en silencio, no era nada de otro mundo... La regla a la hora de comer de mi casa era que no a hablaba, mucho menos de religión, política y trabajo.
Religión, porque mi padre y yo no creíamos en eso, era algo que mi madre comprendía, a pesar de que ella creía.
Política, no nos era un tema muy relevante, todos eran, son y serán las misma inmundicia de rata.
Trabajo, realmente no sabía porque pero así lo decretó mi padre.
Al terminar de comer, mi madre fue a su habitación a dormir un poco, y me quedé en la sala con mi padre.

-Papá... -Dije mientras me sentaba en el sofá de enfrente.

-¿Qué pasa? -Preguntó con una sonrisa.

-¿Me puedes ayudar?

-Claro...

Me quite las gafas de sol.

-Ayúdame. -Dije en un suspiro.

Mi padre puso su mano en su boca tapandola.

-Supongo que tendré que llevarte un doctor a que te haga una cirugía

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-Supongo que tendré que llevarte un doctor a que te haga una cirugía. -Dijo con seriedad y después soltó una carcajada.

-¡Esto no da risa!

-¡Es normal! -Dijo con una sonrisa- Probablemente viste a una "Presa" y te dio hambre.

Genial, ahora me quería comer al chico nuevo.

-Se te quitará por la mañana, recuerda que hoy iremos a asustar... Espero que estés lista. -Cruzó sus brazos- La última vez casi nos descubren.

-Querías que asustara a un niño de doce.

-¿Y?, yo asusto a adultos, pregúntale a tu madre.

-Pero para ti son como niños, tienes miles de años.

-Buen punto... Pero como sea, tengo hambre, tienes hambre... Tenemos hambre.

-Si está bien... -Suspire y mire el reloj- En ocho horas bajaré.

Eran las cuatro, así que tenía más de cinco horas para hacer mis labores...

-Hasta entonces, hija.

OUR DIRTY SECRET 《B.S》↨ PENNYWISEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora