4- Confesiones y sorpresas

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20 de Junio, 2014

- ¿Puedo preguntar por que mi niña esta tan triste y apagada?

La voz de mi padre me saca de mis pensamientos. Patrick, gran hombre rodando por los cuarenta y gran esposo de la loca de Ginebra. 

Me volteo y lo señalo.

- ¿Por qué los hombres no sirven, Patrick?

El se ríe ante mi comentario y se sienta al lado de mi en el sofá.

- Indirectamente me estás diciendo que yo no sirvo, pequeña mocosa.

Recuesto mi cabeza en sus pies y el acaricia mi cabello.

- ¿En algún momento de tu vida engañaste a Ginebra?

- ¿Por qué ustedes no nos llaman papá y mamá? Son unos malcriados.

- Responde mi pregunta, Evans.

Mi padre suspira, se queda mirando un punto fijo en un cuadro de algún lago.

- Recuerdo que en su primer embarazo a penas eramos novios y ninguno pensaba en una familia aún, prácticamente no lo deseábamos así que cuando lo supe me sorprendí mucho. Ella lloraba diciendo que era aún muy joven, no se si lo decía por las hormonas o de verdad. Cuando Ginebra estaba embarazada de Hakuri se volvió muy gruñona e irritable. No me dejaba tocarla ni mimarla, ni siquiera podía acercarme a ella porque por cualquier cosa insignificante me peleaba y eso me cabreaba mucho. 

Siempre pensé que mis padres fueron uno de esos matrimonios excepcionales, de esos todo color rosas y todo felicidad. Ya veo que estaba equivocada, llegué a esa conclusión por sus comportamientos cuando están cerca.

>> Recuerdo que una noche salí muy enojado de la casa porque me gritó que no servía, que solo pienso en mí y que lo único que hice fue arruinar su vida. Fui a embriagarme a un bar, conocí a una mujer que me sedujo y por poco caigo en sus encantos. No te niego que la besé y la manoseé un poco pero no pasó de ahí gracias a Jack, que por cierto me dio mi merecido y luego me llevó como un perro faldero a su casa. Me hizo reaccionar a algo: Ginebra estaba embarazada y joven, sinónimo de muchas hormonas y palabras que no son verdad. Me dijo que era un desgraciado porque no entendía la situación y era verdad. Ginebra era la que cargaba a un bebé en su vientre, la que sufría de dolores y la que peleaba contra las hormonas... además de todo eso está la parte en que aún era joven.

Miro asombrada a mi padre.

- ¿Ella lo sabe?

- Me gustaría seguir con la historia pero necesito que me digas a que viene esa pregunta. Claro, si te incomoda no importa.

- Te lo diré cuando respondas mi última pregunta. ¿Casi la engañas porque no era suficiente para ti?

Patrick me mira entre confuso y sorprendido por semejante pregunta. 

- Por supuesto que no, Kotoko. Yo amaba tanto a Ginebra que nunca se me pasó por la cabeza hacer eso, aún la amo con mas intensidad. Cuando salí de casa esa noche nunca pensé en hacer eso. Me arrepiento todavía de haberlo hecho. Al contrario de tu pregunta, yo siempre me preguntaba si en verdad era suficiente hombre para tan hermosa mujer como lo es tu madre, no solo por su apariencia sino por tan genuino corazón... 

Las lágrimas de admiración se acumulan en mis ojos ante tal descripción dada por mi padre. Es hermoso ver a un ser humano hablando de amor mientras sus ojos brillan de admiración, las mujeres se ven muy lindad enamoradas... pero los hombres se ven increíbles. Espero algún día encontrar un hombre que hable de mi de una manera tan hermosa como lo hace mi padre de mi madre.

Al estilo ¡Kotoko! © (#1-Sueños Logrados)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora