Capítulo 3.

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Javier por fin se había integrado oficialmente a los ensayos y se encontraba practicando arduamente sus canciones.

Se esforzaba al 100 en hacer todo perfectamente y con su carisma se había ganado en los pocos días que llevaba a todos los involucrados en el proyecto, quienes parecían encantados al trabajar con un chico tan servicial, humilde y dispuesto como lo era el español.

Además, Alexey le había comentado en los últimos días que había estado conversando con Tracy y Brian acerca de negocios y ambos estaban interesados en lo dinámico que resultaba Fernández y deseaban que pudiera participar en un par de colaboraciones y cantar algo nuevo en algún momento de la gira.

Javier cruzaba los dedos para que la colaboración fuera con Yume Nikki, inclusive estaba dispuesto a tratar de bailar si le permitían cantar con los japoneses, (aunque estaba seguro de que no sería necesario, pues tras verlo bailar seguramente le suplicarían que solo cantara).

Diario hablaba un poco con Yuzuru y sentía como con cada día este se volvía un poco más abierto con él.

No se sentía para nada como los amigos que había tenido antes con los cuales prácticamente en el mismo día en que se conocieron ya habían salido a algún lugar fuera del trabajo a tomar unos tragos o platicar para pasar el rato, con el japonés las cosas iban más lentas, sin presiones, era diferente y eso le agradaba.

Hablaba un poco con Yuzuru, Yuu, Akihiko y más escasamente con Shoma todos los días. Ya se había acostumbrado al torpe inglés del nipón de 17 años por lo que se comunicaban cada vez mejor y entre señas y frases a medias habían creado "su propio idioma" por lo que el menor ya no tenía inconvenientes en mostrarle más frecuentemente el melodioso sonido de su risa.

Acabando de ensayar sus canciones fue a donde los japoneses ensayaban para encontrarse con que ellos también estaban en una pausa.

Yuzuru fue el primero en notar su presencia, lo saludó de lejos parandose de puntillas y sacudiendo su mano de un lado a otro con una enorme sonrisa que permitía ver sus blancos dientes, Javier imitó el gesto mientras Yuzuru se acercaba a él.

—¿Como tu ensayo, Javier-kun?— le preguntó el nipón con su acostumbrada sonrisa adorable en su rostro.

—Javi, recuerda, llámame Javi— le corrijió el español mientras el japonés repetía un par de veces "Habi" por lo bajo, provocando que Fernández riera enternecido —Me fue bastante bien, gracias por preguntar, Yuzu.— respondió el otro revolviendo el negro y sedoso cabello del menor, quien apenado bajo la cabeza mientras se sonrojaba levemente.

Ups, había olvidado que a Hanyu no se le tocaba.

Tuvo miedo de que huyera como la última vez pero para su alivio se quedó quieto bajo su mano.

—Mi agente me dijo que Tracy quiere que haga una colaboración con alguien en la gira— siguió Javier apartando su mano de los lacios cabellos del nipón para desviar el tema de lo sucedido.

—¿Quién?— preguntó el menor volviendo a levantar la mirada, al parecer restando importancia a la anterior acción del español.

—Aun no lo sé, espero que con ustedes— sonrió Javier —¿Imaginas lo genial que sería?.

—Genial— afirmó Yuzuru mientras su sonrisa se ampliaba.

Se quedaron un rato sonriendose el uno al otro, convivir resultaba agradable para ambos, un desahogo entre tanta presión.

Pocos segundos después, Akihiko llegó a donde el par.

—Hola, Javier, ¿Qué tal te fue en tu ensayo?

La Armonía de Nuestros Corazones.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora