Capítulo 8

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Imagina un lugar que supere en romanticismo a la hermosa Venecia, ¿Ya lo tienes?, efectivamente, el próximo destino de la gira era la ciudad del amor y la luz, París, Francia.

Aunque a través de unos frustrados ojos verdes, el romanticismo carecía completamente de magia.

Alexey observaba con ceño fruncido a su más grande estrella, mientras ambos se dirigían en una camioneta negra y de vidrios polarizados hacia su hotel, sintiendo su sangre hervir lentamente al cruzar sus esmeraldas con los mieles llenos de ansiedad del menor.

--¡¿Podrías solo tranquilizarte?!-- Prácticamente rugió cuando se encontró harto de la infantil actitud de su encargado.

Normalmente habría tolerado su actitud y se habría mostrado levemente comprensivo para ayudarlo a reponerse, pero la causa de sus ansias simplemente lo enfurecía.

Estaba así porque estaba lejos de Hanyu. Lo peor es que ni siquiera estaban muy lejos ni sería por mucho tiempo, simplemente Kikuchi (el asesor de los japoneses) y Orser habían organizado una pequeña rueda de prensa que le tomaría cuando mucho unas 5 horas, pero al parecer esto fue suficiente para detonar algo dentro de Fernández, quien ahora por más que trataba no podía dejar de jugar con sus dedos y dar leves golpesillos con su pie derecho en el piso de la camioneta.

--Lo siento...-- respondió Javier dentro un rato y después de soltar un suspiro pesado continuo --Es solo que... ¡Ahhh!-- se quejo frustrado, mientras tomaba su cabello con fuerza descargando en él todas sus dudas.

Y es que ¨¡Ahhh!¨ era la respuesta más adecuada que Javier podía formular en ese momento. Ni siquiera él sabia el porque exacto de sus ansias y eso lo hacía sentirse peor.

Alexey suspiro mientras veía como el menor jalaba con fuerza su cabello y pateaba en infantil berrinche.

--No tengo ni idea de que esta ocurriendo aquí, pero te diré una cosa, Fernández, y quiero que la escuches-- Javier dejo la tarea de autolastimarse para prestar atención a Alexey, quien lucía más serio que nunca. --Tienes mucho talento, por favor, cuida tu carrera por en cima de todo lo demás, no dejes que tu impulsividad arruine tu futuro nunca.

Javier asintió. Trato de no darle mucha importancia a esas palabras y no pensar mucho en la razón de estas, sin embargo no logro sacarselas de la cabeza.

~🎤~

Ahora Javier se encontraba en su habitación vestido en su mejor traje viendose en el espejo del gran tocador de su recamara, había quedado con Yuzuru para salir de nuevo juntos por la noche.

Observaba detenida y críticamente su reflejo, buscando llegar a lo más cercano a la perfección respecto a su imagen. En el enorme mueble frente a él había toda clase de productos para el cabello, fijador, cera, entre otros, al igual que caras y encantadoras colonias en lindos embaces de vidrio; desencajando en el tono y arrumbado por ahí estaba también su celular, Javier detuvo su vista en este último, pensando que tenía tiempo de sobra para divagar un rato entre sus redes sociales.

Entro primero a Instagram, sintiendo melancolía al ver en su inicio las fotos subidas por su hermana, en algunas se podían apreciar sus padres, la gran mayoría reflejaba conocidos paisajes de la hermosa Madrid mientras que en otras tantas logro reconocer el hospital en el cual Laura trabajaba como enfermera. Después sonrió con un par de fotos de la cuenta de Brian en las cuales salían los nipones, se quedo apreciandolas un rato, cautivado en la sonrisa de su Yuzuru, pensando en lo increíblemente fotogenico que era el niño, aun cuando no se enteraba de que estaba bajo la lente de una cámara. Después, la foto de un bellisímo paisaje japones le hizo abrir totalmente sus ojos sorprendido, la imagen no tenía nada de anormal, la sorpresa se debía a quien la subió, era una foto de su novia, Miki Ando.

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⏰ Última actualización: Nov 02, 2018 ⏰

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