Capítulo 6

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En Argentina, Javier decidió no insistir tanto a Yuzuru en salir como lo había hecho en las ultimas dos veces.

Seguía sintiéndose culpable por lo pasado en Copacabana, ademas, despues del incidente, meditó, llegando a la resolución de que estaba siendo muy impulsivo y que orillar al japones a postergar sus tareas y deberes no era lo más adecuado.

No sobreentiendan, no tenia la menor intención de renunciar a con Yuzuru, pero trataría de mostrarse un tanto menos obstinado.

No había prisas, Brian les había informado que en ese concierto se integrarían unos cuantos nuevos integrantes por lo que su estadía se alargaría algunos días extras. Al dia siguiente conocerían a los nuevos y a Javier le pareció buena idea no molestar a Hanyu durante ese dia para dejarlo descansar.

Por tanto, estaba descuidada y aburridamente recostado sobre la enorme cama de su habitación en un prestigioso hotel de buenos aires, revisando sus redes sociales.

Un mensaje le llego, era proveniente de Laura, frunció el ceño al leer el contenido.

"Tienes muchas fotos con él~"

No entendió al instante, pero despues de analizarlo un poco entendió que se refería a cierto japones de fulgor reluciente.

Rodó los ojos pasándose a su perfil. De inmediato le dio mentalmente (pues jamás seria capaz de humillarse asi en voz alta) la razón a Laura.

Entre las fotos de su mini aventura en Nueva York, el par de ensayos generales y las presentaciones su Instagram había terminado arrebatado por fotos del nipón, inclusive había algunas en las que ni siquiera Javier aparecía, solo el hermoso niño.

¡No era su culpa que Yuzuru fuera tan lindo y que no pudiera evitar fotografiarlo todo el tiempo!, Le estaba haciendo un favor a sus fans, Yuzuru no tenía ninguna red social, era su deber difundir las fotos de las actividades que tenían juntos, el mundo merecía apreciar a aquel rayo de sol, su obsesión por sacarle fotos era una misión desinteresada a favor de todos.

Decidió iniciar una videollamada por Skype con Laura; ni siquiera se molestó en avisarle, solo ingreso a la aplicación y la inició, al fin y al cabo eran hermanos, debían darse el lujo de actuar espontáneos.

—¿Y ahora?— inició Laura al contestar la llamada, se podía observar su habitación de fondo, era sábado y seguro su hermana estaba flojeando, estaba sin maquillar y con el cabello levemente desordenado —¿Porqué no estás con Yuzu?.

Frunció el ceño, ni el estaba seguro de porque no estaba con él. Sin él sus tardes eran bastante más aburridas, era el único amigo que tenía cerca. Sin embargo no iba a decirle eso a la fastidiosa de su hermana.

—¡Hola, hermana!, Yo he estado bien, un poco cansado, gracias por preguntar, ¿Qué tal tu?.

—Encantada con las fotos que has estado subiendo.

Javier entorno los ojos. ¿Porque siempre terminaban hablando de Yuzuru?, Probablemente tenía algo que ver con la magia y magnestismo que la delgada silueta irradiaba solo con sonreír.

—Puedes adoptarlo a él como hermano y abandonarme a mi si quieres...— alegó Javier haciendo un puchero en sus labios.

—No te pongas celoso, jamás seria capaz de hacer algo como eso... Sería incesto.

Javier no pudo evitar carcajearse sonoramente ante el comentario.

Debía admitir que ciertamente Yuzuru como hermano sería un poco... Inusual.

No se lo imaginaba paseando por su casa los sábados con ropas flojas y el cabello desordenado. Le causó curiosidad y ternura imaginar al japonés de perfectos modales desayunando descuidadamente panqueques en la mañana, sonrió al pensarlo agradecer por la comida y saludar a sus padres con un beso en la mejilla, tenía ganas de observar eso. La imagen familiar fue tremendamente interrumpida por la risa que le invadió al pensar en Laura luchando consigo misma para ver al imaginariamente integrante de su familia a los ojos y no en la parte debajo de su espalda.

La Armonía de Nuestros Corazones.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora