Negativo, negativo, negativo. Esto era estúpido. Tomé todas las pruebas y las tiré al cesto de basura. Me lavé las manos. Las lágrimas corrían por mis mejillas, y no fue como ayer de tristeza, esta vez eran de ira. Estaba molesta conmigo misma. Se supone que estaba perfecta, se supone que ya debería estar embarazada y no pasa nada. Pasaron más de los 15 días para saberlo, eran 20 para ser exactos y no pasó absolutamente nada.
-No quiero hablar- Dije al salir del baño.
Mi esposa me estaba esperando en el borde de la cama. Yo también tenía la esperanza de salir con uno de esos palitos de plástico con las dos líneas rojas bien marcadas, pero eso parecía no pasar. Se nos haría tarde para ir al trabajo. Iríamos en autos diferentes.
-Te amo- Dijo sonriendo.
Sonreí de lado.
-Cariño...- Empezó a decir.
-No quiero hablar, por favor- La corté.
Suspiró y aceptó. Dejó un beso en mi mejilla y se subió a su auto. Subí al mío, golpeé el volante. Cada segundo que pasaba me sentía peor. No tenía ganas de trabajar, no tenía ganas de nada. Llegué al estudio y lancé las cosas al piso.
La mañana pasó rápido, con los adolescentes es más fácil distraerse por todas las tonterías que decían. Debía encontrarme con Jennie en un restaurante que estaba inaugurando, era comida italiana. Llegué antes que ella, y un hombre llegó con un ramo de rosas enormes. Y pensaba que los hombres románticos se habían extinguido. Se cercaba cada vez a mí.
-Reservación Kim- Dije asomándome a la puerta.
La mesera asintió y me llevó a la mesa. Casi todas estaban llenas.
-¿Usted es la señorita Kim?- Era el hombre de las flores.
Lo miré de pies a cabeza.
-Su esposa- Respondí frunciendo el ceño.
-Son para usted- Dijo dejando todas esas flores sobre la mesa.
Todos voltearon a verme. Me asomé a la tarjeta y la saqué.
"Gracias. Gracias por ser mi esposa. Gracias por ser lo más hermoso de mi día. Gracias por existir. ¡Te amo!"
Mis ojos se llenaron de lágrimas. No debería hacer estas cosas cuando estoy hipersensible. La vi entrar por la puerta. Tan sorprendentemente hermosa como siempre. Sus tacones hacían que muchos voltearan a verla. Sonreí. Era sólo mía. Sonrió al verme. Me paré y la abracé lo más fuerte que mis brazos me permitían.
-Te amo tanto- Susurré conmovida.
-Yo también te amo cariño- Besó mis labios y se sentó junto a mí.
-Gracias por las flores- Dije entrelazando mi mano con la suya- Fue un hermoso detalle.
-De nada cariño. Sé que no estás en tus mejores días, y quería que sepas lo mucho que te amo- Sonrió dulcemente- Y hace mucho que no te daba flores. Mira, les pusieron brillitos.
Reí y asentí, los había notado.
-Siento que todas me miran con envidia- Dije riendo.
-Por las rosas o por la modelo que tienes al lado- Dijo moviendo las cejas cómicamente.
-Cariño, no creo que seas su tipo- Reí negando con la cabeza.
-¡¡Hey!! ¿¡A qué te refieres!?- Dijo ofendida.
-¿Quieres ser su tipo?- Dije arqueando una ceja.
-No, no, pero...- Empezó a defenderse- Ya, tú ganas.
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Enséñame Lo Que Es El Amor II •Adaptación JenLisa•
FanfictionLeer la primera parte para que la historia tenga sentido. Después de una relación tormentosa, de idas y vueltas sin parar, Jennie Kim se marchó, dejando de creer en el "Para Siempre" que se habían jurado. No estaba dispuesta a seguir intentándolo...