Hasta llegar a Ti (Kakashi y tu)(+18)

¿Qué?

Despertaron en un suelo húmedo y boscoso, el sonido de las aves era muy distinto al que escuchaba todas las mañanas, el sol no caía parejo, el dosel de los árboles lo impedía, el olor a tierra mojada les llenaba la nariz, lo que ayudó a que reaccionaran al nuevo ambiente.
Tn se incorporó, sentándose en la hojarazca, Kakashi permanecía acostado con los ojos entrecerrados, como quién despierta de un sueño pesado.
Poco a poco, el peliplata también se incorporó y miró a su alrededor, Tn estaba muy desubicada.

-¿Dónde estamos?-
-En... Konoha-

El peliplata se puso de pie y ayudó a la chica, había recuperado la seguridad cuando reconoció su hogar. La tomó de la mano y caminaron en dirección al norte.

-Aqui fue donde me selló en enemigo, sin duda el sello se rompió. Conocerás mi hogar, te llevaré a todos mis lugares favoritos y conocerás a los chicos, te va a encantar, no puedo creer que hallas venido conmigo, amarás el ramen de ichira... ¿Tn?-
La expresión de su novia era de completa estupefacción, miraba todo con la boca abierta y un brillo en la mirada comparable con el que tenía cuando vió a Kakashi la primera vez. El peliplata detuvo sus pasos y se puso frente a ella posando sus manos en los hombros de su mujer.
-¿Amor?-
La reacción de la chica lo agarró con la guardia baja.
De pronto Tn se puso a brincar como yegua descarriada, corría y abrazaba los árboles, se tiró al suelo y lanzó un puñado de hojas al aire, como una niña pequeña reía y gritaba cosas que Kakashi no lograba entender. Él permaneció sonriente con los brazos cruzados observándola, cuando Tn se detuvo, el peliplata extendió los brazos hacia ella, invitándola a acercarse.
Tn lo miró y se quedó inmóvil, no quería que esa imagen se borrara de su mente jamás, no quería que esto desapareciera nunca. Lentamente caminó hacia su hombre y lo abrazó soltandose a llorar. Kakashi la apretó con fuerza y esperó con paciencia a que recuperara el control.

-¿Quieres conocer a los chicos?-
Tn alzó la mirada con renovada ilusión y asintió rápidamente.

Retomaron el camino y pronto divisaron las altas puertas de la entrada de la aldea, la chica tuvo otro ataque como el anterior, corrió y abrazo las puertas, miraba el interior como si se tratara del cielo mismo.

Kakashi buscó con la mirada a sus compañeros, algo andaba mal, las calles parecían desiertas.
Se puso alerta, escudriñando los edificios y todo a su alrededor.

-Pasa algo Kakashi-
El se llevó un dedo a los labios pidiendo silencio, la jaló corriendo hasta la sombra de los árboles.
-Quédate aquí- dicho esto salto a las ramas y desapareció.

Pensándolo bien, la aldea no era como la había imaginado, llena de vida y luminosa, aunque el sol caía a plomo, el ambiente era sombrío.
Ignorando la orden de su novio, camino entre las sombras y lo que vio al frente la dejó helada donde estaba.

Unas ramas enormes atravesaban los edificios, el suelo y todo lo que se cruzara en su camino. De ellas colgaban extraños capullos del tamaño de hombres.

Kakashi aterrizó a su lado, mirando todo con los ojos muy abiertos, ambos estaban desconcertados.

¿Dónde están todos?