Fue una simple herida en el hombro, ni siquiera tocó hueso, debía la vida al difunto señor Grillardino que sacrificó su vida por la mía, o tal vez simplemente sabía que le apuntaría con una pistola y... BUM. También estaba agradecida con Jeannie, quien nos acompañó de regreso a la Ciudadela y pasaría unos días con nosotros mientras tratábamos de seguir desenmascarando a Villard Heavens, igual que los casados Casser, y los demás que ya estaban antes.
Mandaron a otro chofer a que nos llevara a la Ciudadela, ya que a las 2:00pm teníamos una reunión con Villard y su patético Gobierno, donde estaríamos presentes absolutamente todos los que estuvieron en el Tour. No sé qué pasó con Jendrikke Aldoseina ya que no lo vimos en el Hotel al día siguiente... todos se enteraron de lo que había pasado esa noche, excepto mis dos hijos que no quise que supiesen, además, Semma ya estaba triste por lo que había sucedido antes... esto la traumaría.
El otro chofer que nos habían asignado no era tan amable y respetuoso como el otro, este nos trataba como si fuésemos cualquiera ahí que no importa un comino, pero bueno, no siempre se consigue gente como Mohe o como Haccibal, que esa gente siempre debe morir... o por lo menos la gente amable que yo conozco le pasa algo... SIEMPRE.
Mi esposo había pasado toda la noche en el Hospital conmigo, igual que yo en la otra noche, la única diferencia es que esto si había sido algo grave... aunque pudo ser mucho peor... Me vendaron después de echarme unas cosas raras y molestosas en la herida que al principio dolían. Mis hijos, sin lugar a dudas, preguntaron por eso apenas había regresado al Hotel, y les respondí que era una simple molestia que tenía en el brazo, por supuesto, Louney hacía todo lo posible para asustar a Semma que me habían disparado, ya que al final decidí contárselo a Louney, pero la próxima vez no le cuento nada, siempre busca la manera de que la gente deje de estar feliz como antes, sobre todo a su hermana Semma, el cual siempre lo estoy castigando por su gran falta de respeto.
Llegamos al día siguiente, 15 de enero del 47, a la Ciudadela, donde nos llevaron hasta la Asamblea Nacional, ahí nunca había llegado a entrar, nunca... Alma seguro se molestaría un poco al tener que estar viendo a la gente que la cambió a ella para estar ellos. Aunque por lo menos, había escuchado noticias de que varias personas de todos los estados se estaba enfadando con el Gobierno porque empezaron a creernos, tal vez no lo logramos de la manera que esperábamos, pero es un gran avance para todos nosotros, para nuestro país.
Seguramente se preguntarán, ¿de qué manera irían mis hijos a una Asamblea Nacional?, pues intenté que el chofer me llevase a mi casa primero que queda cerca para dejar a mis hijos e ir para allá, pero el grosero ese ni me respondió nada, solamente lo mismo que dijo desde que entramos al bus:
- Siéntate y cállate.
Pues se notaba que este también era un bruto enviado del Gobierno, el cual podría ser elegido como Viceministro sólo porque los estúpidos esos lo deciden así por así. Hay muchas cosas para odiar al Gobierno y destruirlo, pero no existen cosas para amar a este Gobierno... sólo si estás ciego o comprado por ellos.
Estacionó el bus frente del Gobierno, lo cual a unas tres calles se encontraba la inmensa Asamblea Nacional, no nos dejó más adelante, ya que esa es zona prohibida de paso de automóviles... únicamente Villard puede pasar, ya que él lo decidió... ya que él es el estúpido Presidente. De verdad que lo odio.
Entramos a aquellas Asamblea Nacional, era gigantísma y por supuesto, una larga mesa y un montón de sillas. Todos nos sentamos y esperamos a los inútiles del Gobierno. Había un gran silencio y hacía un poco de frío, ya que posiblemente el aire acondicionado estaba a una baja temperatura.
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TREN INFERNAL II: LAS LLAMAS DEL SNAKER
Science FictionEsta es la Segunda Parte de Tren Infernal, la secuela de EL PRIMER VIAJE. Luego de retornar a su país natal, Anne-Hayde aún no puede dejar atrás todo lo ocurrido en el Reino Demonial, sin dejar de pensar en su buen amigo Almedans, quien la salvó da...