Capítulo uno (cuarta parte): Infancia.

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Alex odiaba cuando Louis estaba en lo correcto en algo en lo que realmente, realmente quería que estuviera equivocado.

Como el año en el que Alex intentó decir que podría elegir una mejor manzana que Louis, y eligió una con gusanos y Louis se burló de él hasta que ambos estaban llorando por razones muy distintas. O cuando Alex dijo que las gallinas en la granja confiaban en él lo suficientemente como para no picotearlo, aun cuándo recogió una boca arriba, lo que resultó en varias heridas del tamaño de un pico en sus brazos.

O cuando predijo una guerra, unas pocas semanas después, una guerra fue declarada. Y un mes después de eso, una carta que Alex no quería leer llegó por correo para él.

La mamá de Alex estaba llorando cuándo se la dio, y su padre no estaba en ninguna parte, probablemente en el granero tratando de no molestarse por el hecho de que había luchado en las trincheras parcialmente con la esperanza de que su hijo un día no tuviera que hacer lo mismo, y sin embargo aquí estaban.

Alex leyó la carta una y otra vez, y luego elevó su cabeza y miró fijamente a su madre llorando, la abrazó con fuerza, y salió corriendo por la puerta.

Louis. Iría con Louis.

Condujo rápidamente por la granja se vecina, y se forzó a entablar una pequeña charla con la madre de Louis antes de subir corriendo al piso de arriba, a la habitación de Louis. La puerta estaba entreabierta, y pudo ver a Louis sentado en el suelo, frente a su gran espejo, sólo mirándose fijamente y ahora, al reflejo de Alex.

Alex se paró en la puerta, la carta del reclutamiento en su mano, y Louis ni siquiera se giró para verlo. Solo miró el reflejo de Alex en el espejo.

"Sé lo que viniste a decirme," dijo Louis.

"Cómo."

No se molestó en hacerlo una pregunta. Estaba demasiado cansado para preguntas.

"Me desperté hoy y el aire se sentía mal." Tragó Louis, "Como si no hubiera suficiente oxígeno en él. Como si, si respirara lo suficientemente profundo, pudiera ahogarme."

Cerró sus ojos, inhaló.

"Cuándo te vas."

De nuevo, Alex no escuchó la pregunta en la oración. Aparentemente ambos estaban demasiado cansados para preguntas.

"Louis."

"Dije, cuándo te vas."

Alex suspiró.

"En un mes."

Louis abrió sus ojos y miró hacia él. Sus ojos estaban húmedos pero su boca tensa.

"No tuve un mes antes de descubrir que mi padre iba a morir," dijo, "Solía desear haberlo sabido. Pero ahora puedo, así que voy a sufrir más."

Alex tragó, y luego lentamente se acercó, su bota sonando contra la madera dura.

"¿Puedo- puedo tocarte?"

"¿Dónde?" preguntó Louis.

Alex parpadeó hacia él, sin estar seguro de por qué Louis preguntaba.

"Mi puerta está abierta, tú idiota. No me toques en algún lugar estúpido," Louis suplicó. Siempre leyendo los pensamientos de Alex. Siempre en casa en su cerebro.

Alex dio un paso atrás para tomar el costado de la puerta de Louis y empujarla hasta que se cerró. Louis solo gruñó y cerró sus ojos, echándose hacia atrás y cruzando sus brazos sobre su pecho. Alex una vez más caminó pesadamente, con las botas pesadas con cada paso, hasta que estaba detrás de Louis. Y luego cayó sobre sus rodillas y colocó sus manos en los hombros de Louis, tocando sus labios en el toque de su cabeza.

Even In August (Alex/Louis)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora