Capítulo 17.- Cambios

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Todo el mundo se quedó fascinado por el delicioso platillo que acaba de presenciar y la mayoría de los comensales no sabían que el genio detrás de la fabulosa comida había sido una insignificante rata; Ego se encontraba feliz disfrutando del platillo de su infancia y Skinner no podía creer ante sus ojos lo que había probado.

-no es posible- Skinner murmuró después de probar el primer bocado y minutos más tarde abrió las puertas de la cocina como un toro de lidia. -¿¡QUIEN HIZO EL RATATOUILLE?! ¡DÍGANME AHORA!!!"

"Lo hizo Remy" Miguel contestó con una sonrisita. "Y también ellos" acto seguido, él señaló con la cabeza a toda la plaga de ratas.

"¿eh?" Skinner protestó en shock y en efecto había toda una plaga.

"Enciérrenlo" Remy añadió con una sonrisita pícara y todas las ratas amordazaron a Skinner y lo encerraron en la alacena junto al inspector.

"No recuerdo una vez en que haya pedido a un camarero a enviarle mis felicitaciones al chef" Ego respondió limpiando el plato con su dedo. "Y creo que es una extraordinaria fortuna que mi camarero sea el chef"

"Gracias; pero...camarero y ya, yo no cociné" Linguini admitió con honestidad.

"A quién le agradezco la comida?" Ego preguntó en confusión.

"Disculpe un minuto..." Linguini respondió y patinó hacia la cocina donde Colette y Miguel estaban a l espera de la respuesta del crítico.

"¿qué pasó?" Miguel preguntó acercándose a su tío.

"Tenemos que enseñarle que el chefcito fue quién preparó todo" Linguini confesó.

"¿¡Qué?! ¿¡acaso te volviste loco?!" Colette protestó molesta.

"Es la única opción" Linguini contestó. "No hay nadie más que hizo la comida"

"Pero si le enseñas a Remy no te va a creer" Miguel apuntó. "Y estamos hablando de Antón Ego; por él la reputación de tu padre se vino al suelo"

"Miguel tiene razón; es una terrible idea" Colette apuntó cruzándose de brazos.

"Tenemos que hacerlo chicos" Linguini confesó. "¿al menos que se les ocurra otra idea?"

Colette suspiró de rendición y tanto ella, Linguini y Miguel regresaron a la mesa donde estaba el crítico esperando pacientemente.

"Veo que fuiste tú jovencito" Ego comenzó a decir.

"Lo siento señor; yo tampoco lo hice" Miguel replicó con timidez.

"Me imagino que es la chef..." Ego se refirió a Colette.

"Si quiere conocer al chef...debe esperar a que todos los comensales se vayan" Colette indicó con cortesía.

"Como quieran" Ego dijo cruzándose de brazos.

Unos minutos y horas pasaron después de que todos los comensales se hubieran ido y finalmente había llegado el momento para presentar a Remy con Antón Ego; tomando una gran bocanada de aire Linguini, junto con Miguel y Colette salieron ante el crítico y finalmente le presentaron a la pequeña rata cocinera.
Al principio Ego cree que es una broma, pero después de que Linguini y Miguel le cuentan toda la historia y se lo demuestran, su sonrisa desaparece, agradece por la comida y se retira sin nada más que decir.
Al día siguiente, aparece su reseña.

"La vida de un crítico es sencilla en muchos aspectos, arriesgamos poco y tenemos poder sobre aquellos que ofrecen su trabajo y su servicio a nuestro juicio, prosperamos con las críticas negativas; divertidas de escribir y de leer. Pero la triste verdad que debemos afrontar, es que en el gran orden de las cosas; cualquier basura tiene mayor significado que lo que deja ver nuestra crítica. Pero en ocasiones el crítico sí se arriesga cada vez que descubre y defiende algo nuevo, el mundo suele ser cruel con el nuevo talento, las nuevas creaciones, lo nuevo necesita amigos. Anoche experimenté algo nuevo, una extraordinaria cena de una fuente singular e inesperada; decir sólo que la comida y su creador han desafiado mis prejuicios sobre la buena cocina, subestimaría la realidad. Me han tocado en lo más profundo, en el pasado jamás oculté mi desdén por el famoso lema del chef Gusteau "Cualquiera puede cocinar", pero al fin me doy cuenta de lo que quiso decir en realidad, no cualquiera puede convertirse en un gran artista; pero un gran artista puede provenir de cualquier lado. Es difícil imaginar el origen más humilde que el del genio que ahora cocina en el restaurante Gusteau. Y quien, en opinión de este crítico es nada menos que el mejor chef de Francia.
Pronto volveré a Gusteau, hambriento"

Todos terminaron de leer la reseña y fue un momento de felicidad; incluso celebraron y por ese momento todo fue perfecto. Hasta que claro, tuvieron que liberar a Skinner y al inspector de salubridad y por supuesto que los delataron.
Al descubrir que había ratas en la cocina, tuvieron que cerrar el restaurante y Ego perdió su credibilidad y su empleo. Pero aún así las cosas cambiaron para bien y gracias a la ayuda de Miguel; Ego tuvo un nuevo empleo como inversionista y le va muy bien. Además de que es un cliente frecuente del nuevo restaurante donde Remy es el jefe y el principal chef.
Miguel se reunió con Dante y después de tener una emotiva despedida con Remy y sus amigos Colette y Linguini, regresó finalmente a su casa en donde toda su familia ya lo estaba esperando, y tras una honesta charla de corazón que encerraba a la familia, finalmente la abuela de Miguel pudo entender el amor que sentía el pequeño por la música porque era lo que más lo unía a su familia y era algo que se transmitía de generación en generación; y sobre todo que al haber tenido unas increíbles aventuras en París y haber encontrado a un amigo incondicional en Remy...Miguel también pudo apreciar verdaderamente a su familia y de este modo. Él pudo restaurar los lazos que estaban rotos.
Esa tarde, Miguel decidió cantar y tocar para su familia.

[Miguel]

Cuando lejos me encuentre de ti 
Cuando quieras que yo este contigo 
No hallaras un recuerdo de mi 
Ni tendrás mas amores conmigo

Y te juro que no volveré 
Aunque me haga pedazos la vida 
Si una ves con locura te ame 
Ya de mi alma estarás despedida

No volveré 
Te lo juro por Dios que me mira
Te lo digo llorando de rabia
No volveré

No parare 
Hasta ver que mi llanto a formado 
Un arrollo de olvido anegado 
Donde yo tu recuerdo ahogare

Fuimos nubes que el viento aparto 
Fuimos piedras que siempre chocamos
Gotas de agua que el sol reseco
Borracheras que no terminamos

En el tren de la ausencia me voy 
Mi boleto no tiene regreso 
Lo que tengas de mi te lo doy 
Pero yo te devuelvo tus besos

No volveré 
Te lo juro por Dios que me mira 
Te lo digo llorando de rabia 
No volveré

No parare 
Hasta ver que mi llanto a formado 
Un arrollo de olvido anegado 
Donde yo tu recuerdo ahogare

A partir de ahora...las cosas empezarían a cambiar para bien.

Canción: No volveré de Pedro Infante cantada por Miguel Rivera (Luis Ángel Gómez Jaramillo)

A/N: bueno...ahora sí lamento informarles que el siguiente capítulo es el último de la historia. En verdad espero que les haya gustado mucho tanto como yo disfruté de escribirla. Les prometo que la secuela va a estar llena de giros de tuerca inpresionantes. Y en verdad les agradezco por todo el cariño y apoyo que he recibido a lo largo de este viaje. 😘😘

Una aventura en París (crossover de Ratatouille y Coco)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora