{VIII}

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Caminamos por los largos pasillos hasta llegar a un gran salón. Un hombre vestido en traje y de buena apariencia caminaba de un lado a otro, parecía preocupado.

—Padre, aquí estamos— Jungkook habló fuerte y claro, el hombre nos vio y caminó hacia una mesa inmensa de juntas.

—Siéntense. Lisa, espera afuera— Ella hizo una reverencia y salió cerrando la puerta detrás suyo—¿Tú eres la nueva adquisición de mí hijo?

—Creo que sí... Señor.

—Entiendo que hayas vívido en el campo durante tanto tiempo, pero cuando te dirijas a mí debes decirme Jidoja ¿fui claro?

—Sí, Jidoja— repetí. Jungkook se sentó a 5 asientos de distancia de su padre y yo me senté lado suyo.

—Ahora vas a explicarme porque compraste un hombre y no una mujer, tenía planeado que tuvieras descendencia más adelante, pero es tu decisión.

—Lo que pasa es que... Yo quería salvarlo. Iba a ser vendido a un prostíbulo y...

—¿Cuánto pagaste por él?

—En realidad ya lo habían vendido... Lo saqué de ese lugar.

—¡Que hiciste qué! Sabes que no puedes interferir en las ventas...

—¡No! Lo saqué, literalmente, él ya había sido vendido, pero estaban usando esa droga... ¿Cómo se llama? Que hace que tu cuerpo no reaccione, es ilegal y...

—¿Tienes pruebas?

—Él aún debe tenerlo en su sistema— dice apuntándome.

—Si fuera así te salvas, ese local será clausurado y el dueño ejecutado. Ahora dime porque hombre.

—Para eso no tengo explicación... — bajó la cabeza y empezó a juguetear con sus manos. Yo solo intercalaba la mirada entre uno y el otro.

—Dios... Bien, vete ahora, ya veré como soluciono todo esto. Y tú— me mira con seriedad, doy un brinco cuando me habla— que te saquen sangre, debemos probar que es verdad lo que dice mi hijo. Ahora los dos afuera.

Salimos del salón, Jungkook caminaba con prisa y yo lo seguía en silencio. Entramos a un cuarto con mucha gente en bata blanca, Jungkook se acercó a una chica y le susurro, ella asintió y caminó hacia mí.

—Por favor baja el cuello de la sudadera — Estaba listo para que me introdujeran una aguja gigante que me llenaría de dolor —Listo, omega, sangre ab+ y tiene un componente extraño, indagare al respecto y yo te aviso Kook , tengan buen día— fue tan rápida. De nuevo fuimos al cuarto de Jungkook, estaba impecable de limpio, incluso unas gotitas que salpique en la pared al salir de la ducha ya no estaban.

—¿Qué de siente vivir como un rey?— pregunté mientras prendía la televisión y me sentaba en el sofá.

—Se siente bien, tiene sus complicaciones pero te acostumbras— ya eran las siete de la noche, una chica trajo un carrito con una cena para dos. Es mi idea ¿O tiene un toque romántico?

—¿Qué debería pensar de esto?— pregunté apuntando el florero con dos rosas rojas y las velas aromáticas.

—No hagas caso, solo come— se mete un bocado lleno de arroz—¿Ves?

—Bien— tomé los palillos y lleve con delicadeza el primer bocado a mi boca, la carne estaba tan rica, ahí me di cuenta que no comía desde ayer, comí con desesperación— ¿Dónde dormiré?— me serví un segundo plato, el sabor era realmente bueno.

—En mi cama, yo dormiré en el sofá, mañana pediré una cama extra.

—¿Qué? Claro que no, tú duerme en tu cama y yo en el sofá.

—¿Cómo es que ahora me hablas con tanta confianza? Según yo, en la tarde estabas amenazándome— apoyó sus codos en la mesa, no le presté atención y seguí comiendo —¡Hey! Te estoy hablando.

—Y yo estoy comiendo.

—Responde o te haré dormir en el baño.

—Tu baño es grande, no me quejo— parece que estaba hablando en serio — Bien bien, solo es que no creo que mientas, te di pena y quieres hacer algo para detener toda la venta de omegas, creo en eso.

—Si... Hablaba con sinceridad, no te haré nada, solo cuida tus ciclos de celo.

—Aaah sobre eso, jamás tuve uno hasta ahora.

—¿Nunca?

—Pues no.

—Mmm... Te daré supresores e inhibidores por si acaso.

—Bien.

—¿Te gustó?

—Si, está rico.

Le insistí para que durmiera en su cama, este chico es muy cabeza dura, él durmió en el sillón y yo en la cama, era tan grande que estuve a punto de ofrecerle que duerma conmigo... pero hubiera sido un poco raro...

Ya eran pasadas las 2 am, no podía conciliar el sueño, cada vez que pensaba en dormir me invadían recuerdos, del día que perdí a mi familia o visiones de Juli en una vida como omega.

—Aaah...— Jungkook estaba sentado en el sillón, mirando un punto fijo en la pared.

—Kook ¿Estás bien?— No obtuve respuesta —No me digas que eres sonámbulo— se levantó de golpe y empezó a caminar hacia la cama, me quedé helado pegado contra el espaldar, no sabía que iría a hacer. Esperó un momento a los pies de la cama—¡Hey! Despierta— se apoyó en la cama y estaba gateando hacia mí, paró cuando estaba a unos centímetros de mí rostro, podía sentir su respiración cansada chocando con mis labios, pensé que podría llegar a besarme, si pasaba eso lo despertaría de un solo golpe, cerré los ojos, pero no me moví.

—Tengo sueño....— se desplomó a mi lado. Yo seguía en shock, abrí lentamente los ojos y lo miré, estaba con la boca semi abierta recostado de costado. Sacudí cada pensamiento extraño que había tenido, este chico era raro, lo cubrí con la manta y me giré para darle la espalda. Quería intentar dormir otra vez, mas sentí un brazo enrollándose en mi cintura.

— Suéltame — Intenté moverlo pero lo único que obtuve fue una pierna enredada en mis caderas, había sido capturado...—Mierda, Kook muévete— no daba resultado, su respiración contra mi nuca me causaba cosquillas, ahora sí que no podría dormir, giré sobre mí cuerpo para terminar mirando el techo, miré a Jungkook de reojo, se veía tierno durmiendo, por suerte no babeaba— Bueno... Duerme bien— en esa posición cerré los ojos, el sueño me llenó, quizá solo necesitaba sentir calor humano.

Lost Out ✓ (Kookv)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora