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— ¡Tae! Trae a tu hermana para almorzar.

— Bien, ahora le llamo— me levanté del suelo y dejé las papas a medio pelar. Juli estaba en la cima de la loma que hay cerca nuestra cabaña, le gusta mucho subir ahí porque dice que puede ver todo el mundo —¡Hey!— Estaba muy ensimismada en sus pensamientos para oírme. Me senté a su lado y vi lo que hacía, estaba ayudando a un pequeño gusanito verde a llegar más rápido a su destino —¿Qué tratas de hacer?

— Esta oruguita está pérdida, estoy intentando llevarla a su casa— Ella seguía empujando al pobre insecto hacia un hueco.

—Yyy...¿Cómo estás tan segura que vive ahí?

—Instinto, supongo.

—Bueno... Mamá dice que bajes, ya es hora de almorzar.

—¿Y la oruga? Necesito que esté a salvo— Me miró con ojos de perrito triste, mi hermana menor de 5 años sabe como manipularme, pero no puedo ir a casa sin ella. Agarré la oruga con cuidado y la dejé cerca del hueco donde Juli creía que era su hogar, para mi suerte entró muy rápido. No esperé más y tomé a mi hermana, la cargué en mi hombro como saco de papas, en medio de un ataque de cosquillas llegamos a casa.

—¿Porqué tardaron tanto?— preguntó mamá, ella es una mujer de 40 años, tiene el cabello oscuro con algunos hilillos plateados en las sienes.

—Tenía que salvar una oruga— respondí apuntando a Juli y la dejé en su silla.

—No tiene caso, siempre tratando de ayudar mi pequeña— mamá se acercó, pellizco con cuidado las mejillas de mi hermana y dejó un beso sobre su frente.

—¿Dónde está papá?— preguntó Juli metiendo la primera cuchara de sopa en su boca.

—Mmm... no lo sé, ya tendría que estar aquí, debía recoger las zanahorias del otro campo— debido a que vivimos tan alejados de toda civilización nosotros cosechamos nuestra comida. El campo de zanahorias esta cerca del río, a unos 30 minutos de casa.

—Que raro ¿Debería ir a buscarlo?— sin esperar respuesta me levanté y dirigí a la salida, antes de que pudiera abrir la puerta esta fue tirada, por el impacto caí sobre mi espalda.

—¿Cuántas personas viven aquí?— preguntó un hombre fornido de facciones toscas. Me quedé mirándolo ¿acababas de tirar mi puerta y solo te importa eso?—¿No me escuchaste?— me agarró del cabello y me obligó a ponerme de pie, grité de dolor pero no aligeró el agarre, no era mucho más  alto que yo.

—Somos... Somos 4, mis dos hijos y mi esposo— mamá sostenía con fuerza a Juli que no paraba de sollozar pegada al pecho de ella.

—Bueno, creo que ahora son solo tres, y a menos que no sean de utilidad alguna se reducirán a cero— hizo un cero con sus dedos.

—¿Qué hicieron con mi padre?— pregunté, aquel hombre aún no soltaba mi cabello.

—No quiso guiarnos a ustedes, pagó el precio por desobedecer— Intenté liberarme de su agarre, lo único que obtuve fue más presión, alcé mi puño y lo estrellé en su rostro, los otros  hombres que habían permanecido en la entrada me sostuvieron de ambos brazos —Así que sabes golpear— tocó su labio, estaba sangrando —déjame enseñarte como se hace.

Un golpe en mi estómago me hizo caer de rodillas, sentí un gran malestar que me obligó a doblarme sobre mí mismo, los dos hombres reforzaron el agarre, el siguiente llegó a mi rostro y así continuó hasta dejarme en un estado deplorable. Mi madre gritaba e imploraba para que se detuviera, pero no resultaba.

—Por favor... Suelten a mi hermano— mi pequeña hermana se liberó de los brazos de mi madre y se puso delante mío, aquel hombre se detuvo antes de que su puño chocará con ese inocente rostro.

—Lo siento linda, pero tu hermano es muy rebelde, solo mira lo que me hizo— señaló su labio, no tenía buen aspecto —y alguien debe pagar lo que hizo ¿Quieres ser tú?— la cogió por el brazo y la arrastró hacia otro hombre— Empecemos el análisis, ya me aburrí.

—No... no te atrevas a tocarla...— mi voz era apenas un murmullo. Uno de esos hombres sostenía un dispositivo similar a una inyección pero más compleja, sin cuidado alguno la introdujo en el cuello de mi hermana, ella gritó y se removió entre los brazos que la aprisionaban, recibió una bofetada y se quedó quieta sollozando, no podía ver con claridad, quería correr hacia ella pero mi cuerpo no me lo permitía, intenté arrastrarme pero ni eso daba resultado.

—Beta, señor.

—Agh... Es inútil, solo deshazte de ella—  quien sostenía a Juli dudó un momento.

— Señor... es solo una niña... quizá...

— ¿Quizá qué?¿Te niegas a cumplir lo que digo?— se acercó a mi hermana, levantó su quijada, Juli no podía contener más sus lágrimas — es una pena, seguro serías una hermosa mujer en el futuro— se alejó y sacó un arma, disparó a la cabeza de aquel hombre. Juli gritó y escapó hacia los brazos de mi madre — ¿Qué esperas? trae a la niña — el segundo hombre no dudó y con fuerza agarró a Juli, mi madre estaba paralizada.

Apuntó hacia su frente y disparó.

en ese momento mi madre regresó a sus sentidos y corrió a lado del cuerpo inerte de mi hermanita, sus gritos sonaban tan lejanos, no entendía del todo que sucedía, era una pesadilla... Si nada de esto es real... 

El segundo hombre separó a mamá de Juli y la puso delante de aquel ser oscuro, la miró por un momento y clavó el dispositivo en su cuello.

—Beta, señor.

—Mierda... Vinimos tan lejos en vano.

—Mi niña ¡Mi Bebé! Devuelvan a mi bebé, no no no no ¡No! Mi Juli no ¡No!— mi madre gritaba, sus ojos eran un mar de lágrimas, dentro de su desesperación intentó zafarse y hundir sus uñas en el rostro del hombre que le arrebató a su hija, no tuvo éxito.

—Alto ahí vieja— apuntó con la misma arma hacia su frente, pero decidió dispara primero a su pierna. Mamá cayó al suelo, me miró por última vez, y sonrió, no escuche una palabra pero murmuro un "te amo" antes de recibir una bala en la sien.

—Mamá...— me arrastré como pude hacia ella, me dolía todo, mis ojos estaban borrosos por la sangre que bajaba de mi frente y las lágrimas, tardé demasiado hasta estar a su lado.

—Vámonos, no hay nada que hacer aquí— limpió las gotas de sangre que salpicaron en su pistola y la guardó.

—Señor, con todo respeto, pero debemos seguir el protocolo, cada persona que encontremos debe ser clasificada y ya perdimos al padre sin hacerle el análisis.

—¿Qué posibilidad hay que ese chico sea un omega? Con la fuerza que tiene apostaría que es un alfa, no pierdas tu tiempo, andando.

—Señor, el tiempo no importa, es una orden del Jidoja— (líder en coreano).

—Bien has tú el examen.

Seguía llorando abrazado al cuerpo de mamá, necesitaba que me dijera que estaríamos bien, solo quería que estos hombres me mataran de una vez, así seguiría a toda mi familia a un mejor lugar, porque es ahí donde van las personas buenas, y mi familia, todos, jamás dañamos a alguien ¿Así se paga el ser una buena persona?

—Mamá vuelve, mamá...— me cogieron desprevenido, sentí un dolor  intenso en mi cuello, traté de alcanzar lo que se introducía, era lo mismo que clavaron a mi familia. Ya con los resultados se los acercó al hombre al que se refirió como señor, este miró y me sonrió con superioridad.

—Tenemos un ganador.

Lost Out ✓ (Kookv)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora