04.1: Oído cocina

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Pasaron dos días desde que Tony Stark nos presentó como Vengadores y desde aquella, ninguno ha dejado de entrenar sus habilidades.

Peter sigue ayudándome a dominar la sangre programando todos los registros y conociendo las tradiciones de mi aldea.
April aumenta cada vez más el tamaño de
los objetos que puede mover y Wanda evoluciona cada vez su poder de manipulación mental y artes mágicas.

He progresado, no lo suficiente, puedo controlar pequeñas extremidades como las manos o los brazos y piernas, pero no un cuerpo entero. Además de entrenar para lograr mi objetivo, Tony me explicó qué tenían los líquidos que tiene el cinturón de mi traje creados por él y el doctor Banner, además de recibir clases de ataque cuerpo a cuerpo de parte de Natasha.

En resumen, todo el día ocupada en entrenar y perfeccionar.

El tercer día, Tony nos dejó día libre ya que está tranquilo viéndonos entrenar sin distracción, así que él nos dejó hacer lo que hacíamos en nuestra vida normal antes de ser Vengadores.

-Clary- me llama Tony, con Peter detrás de él caminando con las manos en sus bolsillos del pantalón-. Peter me dijo que quería ir a por unas cosas a su casa. ¿Quieres acompañarle?

Peter me mira desde la espalda de Tony, levantando sus dos pulgares con una sonrisa y asintiendo frenéticamente.

-Está bien- suspiro apagando los hologramas.

-Coged lo que os haga falta y en quince minutos sale una nave a la torre Stark- avisa Tony saliendo de la sala de entrenamiento colocando el cuello de su americana.

Peter espera a que coja mi chaqueta y juntos corremos a nuestras habitaciones. Al entrar, cojo mi mochila y en ella meto las llaves de mi casa y la llave del baúl con cosas de mi aldea, que está atada a una cuerda dejándome colgarla en el cuello. Hecho un último vistazo a las cosas que tengo en la mochila y salgo de la habitación encontrándome a Peter apoyado en la pared.

-¿Todo listo?- pregunta él separándose de la pared y empezando a caminar por el pasillo que lleva al exterior del edificio.

-Si nos deja en la torre Stark nos deja un poco lejos de donde está mi apartamento- suspiro rascando la nuca-, tendré que tomar un taxi.

-No hace falta, tengo el traje en la mochila- ríe él abriendo la cremallera de la mochila dejando ver la tela azul y roja-, hace tiempo que Spiderman no caza malos.

Ruedo los ojos y espero a que la puerta de embarque de la nave se abra, dejando salir de ella a algunas personas con cajas de metal y varios trajes como de Iron Man. En el centro de la nave se encuentra Happy, que está hablando con uno de los que transporta esas cajas, con una carpeta en su mano izquierda.

- Le he oído al señor Stark que están trayendo las cosas de la Torre Stark en Nueva York porque aparentemente se estarán mudando- susurra Peter al ver como examinaba las cajas y el interior de la nave-, a eso viene lo de dejarnos ir a la ciudad.

Asiento con la mirada y sujeto mejor la correa de mi mochila sobre mi hombro mientras subimos la rampa entrando a la nave.

-¿Estáis listos, niños?- pregunta Happy despidiéndose del encargado con el que estaba hablando y guardando su carpeta bajo el brazo- Recomiendo que os sentéis en algún sitio, el despegue va a ser un poco bruto.

Peter se ríe y empieza a caminar a la cabina de mando de la nave. Le sigo con la mirada, pero al ver como se gira y me mira con una sonrisa aparto la mirada de inmediato haciendo que él vuelva a soltar una risa.

-Ven aquí, tiene unas fantásticas vistas- dice agitando su mano indicándome que entre con él.

Al acercarme, él se sienta en una butaca que está detrás de los asientos del piloto y copiloto, que están libres.

-¿Va en modo automático?- pregunto sentándome y abrochado el cinturón, esperando a que la nave despegue.

-Exacto- sonríe él-, es tecnología Stark, no va a fallar.

-Pero si puede ser hackeada- susurro recordado las noticias que leí hace no menos de un mes, pero me callo al instante al recordar que fue él quien trató de detener al villano que intentó robar los trajes de Stark y la tecnología alienígena de los chitauri- Peter, ¿fuiste tú quien...?

-Si- susurra él con una sonrisa triste-, quien me iba a decir a mí que el padre de la chica que me gustaba iba a ser en villano que robaba tecnología alienígena, ¿eh?

-¿En serio?- río ante su confesión-Dios pero que mal.

-Lo peor fue que por mi culpa ella se cambió de ciudad- susurra triste-, si le hubiera hecho caso al señor Stark ella seguiría aquí.

-Te gustaba mucho esa chica- le digo sonriendo.

-Si... Bueno- dice tartamudeando-, a ver, es amor adolescente. Hay más peces en el agua.

Sonrío ante su frase, pero esa sonrisa se borra rápidamente en el momento que la nave empieza a temblar.

-Tranquila, está despegando- ríe él agarrando mi mano intentando tranquilizarme-, en menos de cinco minutos estaremos en la torre.

Siento el agarre de mi mano cada vez más flojo hasta que veo como Peter se levanta de su asiento alejándose de mí. Segundos después escucho como se baja la cremallera de la chaqueta y poco después como se quita la ropa.

-Por lo que más quieras, no te gires- ruega nervioso, haciendo que suelte una pequeña risa.

Varios segundos después vuelve con la chaqueta puesta por encima del traje.

-¿Me harías el favor de llevar tú mi mochila?- sonríe tímido, sujetando en mi dirección la mochila con una mano mientras que con la otra sujeta la máscara.

Asiento y pongo sobre mis piernas la mochila siguiendo los movimientos de Peter, que se acerca al panel de control y teclea algo que no consigo ver haciendo que se cree un holograma de Stark.

-Chicos, la nave llegará a la torre en dos minutos- anuncia mirándonos- y volverá a salir a las siete de la tarde. Tenéis que estar de nuevo en el muelle de carga de la torre antes de las siete ¿Entendido? Entendido. Bien, no hagáis ningún desastre, en especial tu, Parker.

-Oído cocina- ríe él nervioso saludando como un militar.

Él apaga el holograma y después se gira con una pequeña sonrisa inquieta en los labios.

-Menos mal que dijo que no hiciéramos ningún desastre- suspiro desabrochando el cinturón de la butaca y levantándome colgando la mochila de Peter sobre mi otro hombro.

M E R C Y  {P.P.}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora