Venus.

Capitulo 7.

Están en una habitación, Dioniso besa los labios de la pelirroja mientras que Eros besa su cuello y juega con su clítoris, los tres se encuentran desnudos, ambos dioses disfrutando el cuerpo de tan perfecta diosa y Venus disfruta de la atención y placer que siente de los dos cuerpos muy bien esculpidos.

El trío sigue con las danzas sexuales, fundiendose en una gran ola placer, Eros termina en el trasero de Venus y Dioniso en la boca de la alocada diosa, mientras la diosa de los dioses arrasa con su orgasmo gracias a los dedos de estos dioses.

Eros, fue dulce y suave, Dioniso fue seco y fuerte, dos polos opuestos follandose a alguien que disfruto de ambos.

Dioniso esta para Venus, Eros también, a uno lo une a ella la lujuria y al otro un amor que acaba de descubrir.

Después de haberse cambiado con sus ropas antiguas algo ilumino la mente de la hermosa griega.

-¿Eros?, - lo llama mientras se coloca joyas y una corona hecha de oro. - ¿Disfrutaste este trío?

Dioniso la vio sonriente al percatarse de lo que pasa, aunque Eros, por otro lado no entendía.

Asintió.

-A la otra podrías invitar a psique.

El dios del amor se tenso ante la mención de su amada, he aquí la razón por la que se unió a Venus... Si esta con ella no mataran a su hija, a la preciosa chica que fue producto del dios del amor y la princesa griega que habían vuelto inmortal tras su boda, que pidió dejar de hacerlo para lograr dar a luz.

-Yo también quisiera... Solo espero su reencarnación para ganartela. - se mofa Dioniso.

Venus sonríe mientras se muerde el labio, se coloca frente al dolido y furioso dios para darle un casto beso y susurrar un "adiós hermano", y desaparecer. Estos dos, por si no sabían este hecho, son hermanos por parte de Afrodita. Dioniso imita la acción de la belleza encarnada dejando a Eros solo.

Eros empieza a sentir un vacío por el recordatorio de su amada, diosa de las almas gemelas, pero decide desaparecer, para estar con su hija Voluptas, también conocida como placer.

La luminosidad del Olimpo da en el rostro de estos dioses, Venus siente la atracción sexual que desprende Dioniso, pero no le toma importancia aunque esta lo siente diferente a la de Eros, la de el es mas... Romántica.

Cuando entraron a la colosal habitación donde se reunían todos los dioses encontraron a Zeus, pero este no se encontraba solo, Artemisa y Apolo estaban con el, sus dos hijos mellizos: Artemisa es diosa de la cosecha, caza y fertilidad, esta con su túnica blanca y de seda, con su característico arco y flecha, al igual que Apolo; dios de la profecía, agricultura, la luz, la verdad y el arte. El esta semi-desnudo, con solamente un taparrabos cubriendo su hombría. Artemisa es la guardiana de las muchachas mientras que Apolo es el de los muchachos.

-¿Cómo te atreves a pisar el Olimpo?. - la voz de Zeus te muestra rápidamente la gran altivez y egocentrismo.

Los mellizos se ponen en alerta, causándole gracia a Venus, que al igual que ellos ha hecho aparecer un arco.

-Tengo que seguir conociendo a mis hermanos.

-Una hermana mía no mandaría a matar a mis hijos. - la voz de Apolo es fría, y tal como lo describen en libros; su presencia irradia lo cuan despiadado y cruel es.

-¿Y desde cuando te importan tus descendientes?. - se ríe nuestra deidad.

Apolo tiene el cuerpo grande y muy bien esculpido, piel blanca, ojos azules pero no tan fuertes como los de Artemisa, ambos tienen el cabello rubio y precioso.

-Tienes razón, pero no porque me haga cargo de ellos significa que tengas que matar a todos.

Venus sonríe y con su arco y flecha apunta a Zeus. Poniendo en sus posiciones de batalla a los mellizos.

-Para eso tendría que matar a todo el mundo, - se burla Venus con sus pupilas destellantes de deseo - eres un dios demasiado lujurioso hermano.

-¡Es suficiente!. - la voz melodiosa y fuerte de Artemisa retumba por todo el salón.

"Lo mio son las fiestas, ¿Qué hago aquí?." - se pregunto Dioniso al ver y sentir la tensión que hay en el aire.

Una gran guerra ya esta en camino, y Venus conocedora de la falta de conocimiento en guerras de Dioniso habla.

-¡Eris, te invoco!.

La diosa del caos aparece alado de la pelirroja, lista para enfrentar a los Mellizos y al dios del cielo.

Dioniso desaparece para después aparecer a espaldas de Apolo y quitarle sus flechas, volviendo asi a desaparecer e irse al Inframundo.

Eris mueve las columnas haciendo que estas caigan donde se encontraba ese trío antes de percatarse de ese moviendo y salir invictos.

Las flechas se dibujan cruzando todo el salón, la lanza de Eris logra incrustarte en el pecho de Artemisa, haciendo gritar a Apolo por el dolor que siente su hermana.

-¡No!. - grita Zeus.

Pero cuando intenta correr hacia otra de sus hijas que puede morir a manos de la rareza.

Venus hace que todos desaparezcan para después aparecer en uno de los templos de Zeus, que están en Dódona en el Epiro, tierra de los robles.

Zeus esta mas que furioso, su hija favorita: Atenea, se encuentra muerta por culpa de los celos de esa rareza, al igual que su amante Afrodita, (aunque Hera ya pensaba hacerlo) y ahora, su hija Eris acaba de clavarle una lanza al vientre a su hija otra hija, Artemisa.

Zeus, con el esta de mas decir que es uno de los grandes mujeriegos, peor que Apolo claramente, aunque, que se puede esperar de esta divinidad, que tiene como esposa a su propia hermana.

Zeus frunce el ceño al notar que la única que esta ahí es Venus junto a Apolo, poniendole nervioso la ausencia de Eris y Artemisa.

Una voz retumba en la cabeza de la deidad que manda el Olimpo, Hera, su esposa lo llama, pidiéndole ayuda al mismo tiempo que deja de sentir la presencia de Artemisa.

Venus aprovecha su distracción para clavarle tres flechas al mismo tiempo en el pecho, Apolo le lanza una flecha pero esta la desvía con ayuda de su arco, dispara hacia Apolo, distrayendolo para llegar a su padre con una daga que logro materializar, matando, al fin, a uno de los dos...

Zeus ha muerto y el Olimpo ya es de Venus y sus aliados.

Apolo, apunto de caer en la inconsciencia no cree aun ver como la cabeza de su padre esta siendo sostenida por su hermana menor.

Venus se acerca a Apolo y lo besa, salvandolo y según las reglas ahora Apolo le debe un gran favor.