El Invencible Iron Man

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El caer de la silla lo sacó de su profundo sueño. Los efectos del licor ya no se encontraban presentes en su sistema y solo quedaba el dolor de cabeza que le recordaba sus acciones.

Como pudo, se puso de pie y se acercó al espejo que tenia en su taller. Se miro y una sonrisa sarcástica adorno su rostro, estaba hecho un completo desastre, pero más allá de eso, analizo su fisionomía.

Supuestamente era un alfa de clase alta. A pesar de su físico; que era similar al de un omega, sus hormonas, forma de ser y su actitud tenia todo el porte de un alfa de clase alta, y él abuso de ello.

Siempre presumió de su condición, alardeo de ella y tuvo a sus pies a cualquier beta o omega que quisiera. No se lo diría jamas a nadie, pero esto lo hacia para protegerse, para sentirse amado, para llenar el vacío que habían dejado sus padres, para tener la atención que siempre había deseado.

Y obtuvo aquella atención, gozó de todos los placeres que la vida podía ofrecerle, pero como siempre pasaba, se excedió en ello y fue tanta su presunción y egocentrismo, que se convirtió en un ser desagradable, allí fue cuando hizo una pausa y miro atrás. Dolorosamente tuvo que darse cuenta que sus amigos podían contarse con la mano, que aquellas personas que lo acompañaban, lo seguían y le brindaban su atención era solo por su dinero y su estatus; todos amaban al alfa clase alta ricachon, pero nadie quería a Anthony Stark.

Su vida se había basado en una consecución de errores, caía y se levantaba. Siempre había creído que hacia las cosas bien, pero luego y de forma desastrosa, tenía que enterarse que había estado errado en su proceder.

Y su mayor error había sido continuar con el legado de destrucción de su padre, siempre había creído que lo que hacia era por la protección y bien de las personas, pero Afganistan le enseñó que no era así y casi le hace pagar con su vida el precio de sus errores.

Pero aquello no fue del todo pésimo. Con eso, fue con lo que llegó Iron Man a su vida, en conjunto con todo lo vivido, le hizo replantearse un poco mejor su actitud y le ayudo a ser una mejor persona. Iron Man le había ayudado a llenar un poco el vacío que sentía en su vida, por lo que las fiestas habían sido retiradas de su vida y ahora se dedicaba a salvar el mundo, pero el alcohol no se iría en un largo tiempo, habían heridas que requerían de unos tragos para ser olvidadas.

Su vida había tomado un nuevo rumbo, había redireccionado su camino y se sentía mejor consigo mismo, pero la vida no había sido justa con él... Jamas lo seria. Por lo que, tras buscar el amor en muchos cuerpos, lo había encontrado y en quien menos había esperado encontrarlo, en el Capitán América, en aquel hombre que formaba parte de la oscuridad de su pasado.

El Capitán América, aquel hombre que su padre tanto había buscado, su mayor creación y su mayor orgullo, en quien tanto tiempo y tantas noches en vela había gastado. Cuando se entero que había despertado, lo odió, solo tenia odio para ese hombre y se lo hizo saber, ese hombre había sido designado para ser su líder y le demostró su desprecio de todas las formas posibles apenas tuvo la oportunidad de estar con él. Pero el destino obra de formas extrañas y cuando menos lo espero, se descubrió teniendo sentimientos romanticos por el rubio, y como siempre en su vida, había un problema y era que tanto el como Steve eran al alfas de clase alta y Steve jamas lo vería como algo más que un alfa molesto al que debía dirigir.

En lo mas profundo de su alma, siempre había tenido el anhelo de enamorarse, de encontrar el amor, de hallar a alguien que lo sacara del profundo pozo en el que se encontraba, pero se había enamorado de quien menos debía enamorarse y por primera vez, en su larga y tormentosa vida, deseo ser alguien diferente, no tener fallos, ser un omega, uno digno de alguien como Steve.

Pero las cartas estaban sobre la mesa, él y Steve eran alfas, y los fallos que había tenido a lo largo de su vida manchaban su expediente, por lo que, sin importar su clase, su mismo estilo de vida bastaba para hacer pedazos sus ilusiones.

Y dolía, dolía como el jodido infierno sentir lo que sentía por Steve, dolía verlo y saber que jamas seria parte de su vida, dolía saber que cualquier beta u omega podría tener fácilmente lo que él se moría por poseer, dolía saber que en cualquier momento él se enamoraría de alguien y tendría que saborear en su soledad el recuerdo de haber sido, aunque sea un amigo.

Porque a estas alturas. Solo eso era y  podría ser.

Regreso al presente y diviso su rostro en el espejo, su característica expresión de alfa había desaparecido, ahora solo se encontraba frente al reflejo de Anthony, el hombre tras la máscara, el que había tenido un pasado oscuro que todavía le dolía y le lastimaba, el hombre que anhelaba tener el amor del dueño de su corazón, en hombre que a pesar de haberlo tenido todo, no podía tener lo único que realmente había deseado en la vida, el hombre que se ocultaba bajo gruesas mascaras de indiferencia, sarcasmo y egocentrismo, pero que se sacrificaría a si mismo si fuese necesario con tal de proteger a sus seres queridos, el hombre que dolo deseaba encontrar paz en medio de tanta destrucción, el hombre que solo deseaba un poco de puro y sincero amor, el hombre que deseaba tener al Capitán América... No, el hombre que deseaba tener a Steven Rogers solo para él.

Dio un hondo suspiro y se separó del espejo, con los ojos brillantes y negando frente a su reflejo, él era un alfa, no debía llorar y no podía, todas sus lágrimas se habían secado por todo lo que había sufrido. Así que lo mejor era sonreír y fingir que todo estaba bien, que nada iba mal en su vida y fingir que no tenia sentimientos.

Él era el invencible Iron Man, el hombre de hierro, el poderoso magnate, el genio, en él no debía haber espacio para los sentimientos, el debía ser fuerte e indestructible, el debía pensar en betas y omegas, no debía haber lugar para otra clase de pensamiento, pues él era un héroe y debía actuar como tal, aunque a veces sintiera ganas de gritar y de tirar su mascara a un lado.

Paso sus manos por su rostro, y recompuso su expresión, debía ir a su habitación, ducharse, ponerse un traje y ser Tony Stark ante el mundo... el Invencible Iron Man.

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Hasta aquí...

Espero que les haya gustado.

Nos leemos luego

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