Desperté de golpe al sentir que algo me jaló del pie. No me dio tiempo ni de gritar. Ni de hacer algún movimiento para safarme de las manos que me arrastraban. La ramas y hojas me raspaban en la cara y cuerpo.
Hubo un momento en el que reaccioné y pude gritar lo mas fuerte que pude. Funcionó. Mi grito se escuchó, a lo lejos escuche la voz de Jin buscándome –JIIIIIN– grité de nuevo qué casi me desgarraba la garganta. Había un árbol enfrenté mio, lo use para sostenerme, Pero no funcionó, sólo logré desgarrar mis manos con el troncó. –Te tengo– sentí las manos de Jin agarrando las mías en estos momentos agradecía que tuviera teletransportacion, me jalo y caí encima suyo, pude escuchar un quejido que provenía de Jin –Jin, ¿estas bien?– abrió sus ojos y me miró, eso no importaba mucho ahora pero aun así quería saber si estaba bien después de caerle encima.
–Estoy bien. Ahora levantate tenemos que correr.
–Si.
Tan rápido como pude me levanté y empecé a correr. Pero una voz familiar se escuchó entre el bosque.
–Asuna, hija ¿dónde éstas?– me paralice al escuchar la voz de mi madre llamándome, Jin sostenía mi mano me jalo para que siguiéramos. Pero era mi madre la que escuchaba entre el bosque –¿Mama? ¿Dónde éstas?– solté la mano de Jin y corrí hacia donde se escuchaba la voz de mi madre –Asuna, no vayas. No seas tonta.
Aquélla voz se fue haciéndose cada vez mas fuerte. Estaba llegando a ella. Estaba entusiasmada de verla, pero mi sorpresa fue encontrarme con uno de ellos. Un Sholbungs, parado con la diabólica sonrisa, esto era como una película de terror –¿Dónde está mi madre?– no lo pensé antes de gritarselo .
–¿Tu madre? Esta en tu mundo sola y desprotegida.
–Pe..pero escuché su voz ¿Dónde está? maldita sea
–Hablas de esto: Asuna, hija dónde éstas?– la voz de mi madre salió de su maldita boca, como era eso posible
–El tiene su alma Asuna ¿Que harás?
–S..su alma ¿Quién? ¿Quién la tiene?
–¿Quién?– soltó una fuerte carcajada que casi me aturdía –Abaddon. ¿Ahora me darás lo que quiero o tendré que enviarla con los muertos?
–¿Eh?
–La clavis a cambió de tu madre.
«¿Que hago? ¿Que hago?»
Comenzaba a sudar del pánico que sentía por dentro, el miedo me estaba consumiendo. Era mi madre su vida estaba en juego, la mía igual y la del resto de mundo. Pero si lo se la daba ¿Mi madre moriría? ¿Que le pasara a ella? – ¡Asuna!– la voz de Shun me trajo de vuelta a la realidad –Asuna no los escuches, están jugando con tu mente– ¿Jugando? No se si ellos estén jugando. No sabia que estaba pasando.
–Asuna, ¿Que harás? ¿Dejarás morir a tu madre?
«¿Dejarla morir?»
–¡Jin sacala de aquí!– fue lo ultimo que escuche antes de sentir un golpe y ver como esa criatura trataba de alcanzarme antes de desaparecer. Cuando desperté estaba en una montaña, Jin no estaba conmigo, Shun tampoco. Estaba sola. Ya era de día el sol era brillante pero cálido, cuando recordé lo que había pasado, me levanté a buscar a Shun y Jin, pero no había rastro de ninguno de los dos.
–¿JIN? ¿SHUN? ¿DÓNDE ESTÁN?
se hacía de noche, había pasado la mayor parte del día buscándolos pero no veía a nadie, comenzaba a preocuparme. Tal vez y murieron, todo era mi culpa, mi madre y ahora ellos también ¿Que debo de hacer? ¿Dónde están?
Camine por horas, tal vez dando vueltas por qué había pasado por el mismo árbol tallado. Me detuve para ver donde estaba, el sol se estaba poniendo, empezaba a oscurecer, pasar la noche en este lugar no era buena idea, había todo tipo de animal asechando este bosque, tenía que buscar un refugió para pasar la noche. La comida también era importante. Shun se tenía las reservas que nos quedaban. Solo tengo una opción: Buscar comida.
Me moví lo mas rápido que pude entre el bosque buscando algún animal, vegetal o algo comestible.
Nada. Nada que comer, hoy dormiría sin cenar. Al menos había encontrado un río, pero no había ni un solo pez. Embotelle toda el agua que pude. Encontré una pequeña cueva, ahí pasaría la noche, una tormenta se acercaba, los rayos que provocaban las nubes cuando chocaban indicaban que la tormenta estaría fuerte, quería aprovechar el tiempo para encontrar a los chicos, pero no sabía dónde ir o que hacer. Solo me quedaba esperar.
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Agartha: La travesía al inframundo.
AdventureAntes de morir, el padre de Asuna le da a su hija una peculiar radio de cristal, junto con una piedra hermosa. Con ella Asuna sube a la montaña para sintonizar extrañas melodías. Un día un monstruo ataca a Asuna, siendo rescatada por Shun, un joven...