- El inicio -

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[POV normal]

El bullicio de la escuela secundaria se colaba por todos lados como el viento de otoño, las palabras de reencuentro que algunos no podían decirse en verano era soltadas sin apuro. Era hora del almuerzo y todos se dirigían al comedor en su primer día de clases para poder satisfacer su apetito y encontrarse con sus amigos o simplemente se quedaban en el patio comiendo en completa tranquilidad.

En el comedor se encontraba una chica rubia con expresión desorientada con bandeja en mano analizando con la mirada donde sentarse, los que pasaban a su lado quedaban maravillados por su largo, muy largo, muy muy muy largo cabello que le llegaba hasta los pies, pero que no lograba tocar el piso gracias a la coleta en alto que tenía, usaba el uniforme de la escuela como correspondía: blusa blanca dentro de la falda azul marino con la correcta medida, tres dedos sobre la rodilla, claro que llegó a sorprenderse ver a chicas con una falda más corta de lo normal; calcetas azules junto con sus zapatos negros.

Todo por el primer día de clases de Rapunzel en su nueva escuela.

No lograba encontrar ningún lugar vacío y, según sus pensamientos, ya lograba parecer una tonta estando más de cinco minutos de pie buscando un asiento. Cuando vio a unos chicos parase de su lugar no dudó ni un segundo para apresurarse a almorzar allí a pesar del estado lamentable de la mesa donde los chicos derramaron comida.

Rapunzel hizo una mueca mientras caminaba. —Qué agradable primer día—pensó la rubia, pero no tenía de otra a no ser que fuera al baño a comer.

Claro que no sabía lo que le esperaba.

En otro lugar del comedor ajeno a los pensamientos de la rubia, se encontraba un chico sentado balanceándose en la silla silbando una canción, no había tocado su comida y al parecer no tenía intención de hacerlo.

Al verlo, lo primero que llama la atención es su cabello tan blanco como la nieve en contraste con sus hermosos ojos azules que casi lograban congelar con la mirada, Jack Frost, (Jacky, para los amigos), quien con solo un poco de suerte pudo pasar a segundo año y que solía coquetear con varias chicas entregando caricias, besos y roces, algunos no tan inocentes, pero siempre dejaba en claro que no quería nada, a las chicas no les importaba, ya conocían su reputación.

Un muchacho alegre, siempre con una sonrisa y a veces buscando problemas con los de grados superiores, ahora este se encontraba más alegre que de costumbre.

—Es un buen día, ¿no, Hiccup? —preguntó el albino al chico escuálido que se encontraba sentado a su lado completamente absorto en su lectura, pero que igual le dedicaba un poco de atención a su compañero de clases.

—Claro, suponiendo que es el primer día de clases—respondió sarcásticamente el chico castaño dando un suspiro sin despegar su vista del libro. —Y que apenas llegamos el profesor ya nos dio el calendario de exámenes del semestre.

La escuela no es algo que le agradase al joven Haddock, definitivamente no. Un lugar donde lo molestan solo por diversión, a excepción cuando quieren pedirle ayuda para las tareas y los exámenes. Vestido correctamente con su uniforme escolar, pantalones azul marino, una camisa blanca y una corbata medio ajustada, Hiccup solo destacaba en sus calificaciones e inventos extraños en ciencia, pero fuera de eso solo era un chico callado y cuando hablaba era sarcástico, no tenía muchos amigos y si estaba sentado con Frost solo era coincidencia y que este le hablara era pura cortesía.

—Hoy me las pagará—comentó Jack emocionado más para sí que para su compañero con una sonrisa que demostraba una idea diabólica.

A Hiccup le resultaron curiosas esas palabras sin dejar su lectura hasta recordar lo acontecido el año pasado. Frunció el ceño y se giró a ver a su compañero. —No lo hiciste.

El club de los raros // Multi-Crossover [HIATUS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora