now; drugs

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Sentirse inútil y vacía era normal. Sin embargo, sentirse débil y mareada, no.

—¿Qué me diste? —preguntó, alargando un poco las palabras y soportando los deseos de vomitar.

El chico sonrió, disfrutando el rostro de confusión con el que ella lo miraba. ¿Acaso la había drogado? ¿Qué clase de bastardo era?

—¿Yo? No estoy seguro, el chico de por allá me lo obsequió—apuntó a cierto chico castaño en la esquina, mismo que, al notar a ambos mirándolo, abandonó el cuarto—, quería comprobar antes de probar, tengo muchos enemigos por aquí, ¿sabes?

—¿Y por qué...?—tapó su boca sin siquiera terminar sus palabras, el malestar y la pesadez aumentaban, estaba a nada de desmayarse o vomitar. Ninguna opción sonaba bien.

—Nada en especial, ¿o quizás si? ¡Suerte! —sonrió ampliamente y caminó lejos de ella, perdiéndose entre la multitud que cada vez se veía más borrosa.

¿En qué clase de fiesta se había metido? Cuando el tonto de su mejor amigo le pidió que lo acompañara, dijo que no. Se negó rotundamente, pero, vamos, él ofreció lavar su ropa por un mes, ¿cómo negarse a eso? Su diminuto departamento no tenía una lavadora, e ir a la lavandería era un lujo que, por el momento, no podía darse. Ahorrar un poco de dinero y esfuerzo no le venía nada mal.

Pero, ¿en dónde rayos estaba Jeon Jungkook en esos momentos?

Caminó, o mejor dicho, tambaleó por los pasillos hasta llegar a lo que, en su mente, parecía ser un baño.

Error, aquel no era un baño.

Era una habitación llena de chicos y, entre ellos, se encontraba su amigo.

—¡Me drogaron, idiota!—espetó en el momento en el que hizo contacto visual con él. En su mente, las palabras habían salido a la perfección, pero la realidad era que sólo una que otra sílaba había sido entendible.

—Eso era lo que quería explicarles. El plan no resultó.

Su mirada se dirigió inmediatamente a el dueño de esas palabras. Un chico castaño, un poco más pequeño que todos los demás en esa habitación, visiblemente avergonzado.

El mismo chico que salió del cuarto cuando fue descubierto.

—¡Tú!—gritó al castaño, justo antes de colapsar y ser sostenida por un chico de la habitación. Alguien que, por alguna extraña razón, le resultaba conocido.

—¿Qué hiciste, Jimin? —preguntó Jungkook, viendo con preocupación a su amiga.

Después de eso, sus ojos se cerraron, y no fue capaz de escuchar nada más.

Run [kth]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora