Run [kth]

then; lovely

—¡Siempre me das la misma excusa! ¡Nuestra amistad necesita más que media hora en el receso!

Taehyung desvió la mirada y apretó con fuerza los libros que llevaba en su pecho:—A mis padres no les gusta que lleve gente a mi casa.

¿Por qué no puedes simplemente decirle la verdad?, se preguntaba.

Porque si se enteraba de la verdad, Jin dejaría de hablarle, sin duda lo haría.

Una cosa era que lo aceptara como amigo a pesar de ser un marginado social pero, ¿ser amigo de un niño que vivía en un orfanato? ¿De un niño al que ni sus propios padres querían? Eso era... demasiado.

Taehyung no quería arriesgarse a perder al único amigo que tenía.

—¡Eso es porque tus padres no me conocen aún! Todos los adultos me adoran. Se enamorarán de mi cuando escuchen mis chistes.

Por supuesto que Jin diría eso.

—Seguramente si.

Taehyung no conocía a sus padres, pero estaba seguro de que adorarían a Jin. Era el tipo de persona al que todos adoran. Expulsaba carisma por cada poro de su cuerpo. Algo que él envidiaba.

A Jin no lo habrían abandonado en un orfanato.

¿Qué se siente ser adorado por la gente? ¿Qué se siente no ser un fantasma para los demás?

Cuando caminaba por los pasillos con Jin, la gente nunca lo saludaba a él, todos chocaban sus manos con Jin o hacían gestos en forma de saludo, pero era como si Taehyung no existiera, como si no estuviera a menos de 30 cm de distancia de él. Aveces se preguntaba si de verdad era demasiado pequeño y la gente no podía verlo. A lo mejor era invisible, pero Jin... Jin podía verlo.