then; shoulders

1.7K 219 30
                                        

kth

Subió los peldaños de aquella nueva escuela con temor. Si no le fallaban los cálculos, llevaba más de 352 escalones. La azotea estaba bastante cerca en ese momento.

"Me temo que...otra vez tenemos que cambiarte de sector, Taehyung-ah".

Era la cuarta vez que lo cambiaban de sector y, honestamente, estaba harto.

¿Por qué no podía simplemente ser adoptado y comenzar una vida normal? ¿Por qué nadie quería hablar con él?

Estaba harto.

Y no, por más que contemplara la posibilidad, no tenía ninguna intención de acabar con su vida.

Era una vida bastante deprimente, pero Taehyung la valoraba. Valoraba la vida. Para él, era algo precioso que nunca debería arrebatarse.

Estás vivo por una razón. Tienes un propósito de existir.

Aún no lo encontraba, pero pensar aquello lo hacía sentir mejor.

—¿Qué haces aquí, pequeño?

Taehyung volteó rápidamente a aquel chico de anchos hombros y gafas.

—¿Me estás hablando... a mi?—preguntó con incredulidad. La gente no solía hablarle por gusto propio. En realidad, las únicas personas que le hablaban lo hacían porque 1) O trabajaban en el orfanato o 2) Trabajaban en la escuela.

A excepción de esas personas, nadie hablaba con él.

La singular risa del chico frente a él no hizo más que confundirlo.

—Woaaah, ¿a quién más podría estarle hablando? ¡Tú y yo somos las únicas personas aquí!

Tenía razón.

Qué estúpido eres, Taehyung.

Se tomó unos segundos para analizar al chico, evitando el contacto visual, claro. Portaban el mismo uniforme pero podía notar a leguas que él era mayor, en sus manos llevaba algo que parecía una escultura de arcilla. Taehyung no podía distinguir qué figura se suponía que era así que su mente inmediatamente lo llevó a aquella palabra... aquella palabra para describir el arte extraño...

No recordaba.

—Supongo que tienes razón, eh...—vaciló unos segundos más pensando en algo cool que pudiera decirle a aquel chico, así que dio una rápida mirada a aquella escultura que descansaba en sus manos. Seguía sin encontrarle forma—...se ve bien.

—Uhm, ¿qué dices? ¿Que me veo bien? ¡Por supuesto! ¡Yo siempre me veo bien!

Taehyung arrugó las cejas y se cruzó de brazos, totalmente confundido por la repentina felicidad del chico. Hombros, lo llamaría hombros.

—Yo no hablaba de ti.

Hombros sonrió con picardía.

—¿Ah, no?

Las cejas de Taehyung se arrugaron aún más.

—No.

—¿Entonces de quién hablabas?

¿Estaba intentando molestarlo, acaso?

—De tu figura... asbsracta.

No recordaba la palabra exacta, pero sí el sonido, así que trató de imitarlo lo mejor que pudo con un pequeño murmullo. Aún así, la pequeña risilla de Hombros lo hizo darse cuenta de que su intento de imitación había fracasado por completo.

—No es abstracta—¡con que esa era la palabra!—... soy yo.

Taehyung no pudo evitar soltar una carcajada al entender que la larga línea horizontal de la figura eran los hombros y el pequeño círculo la cabeza.

—¡Yah! Woaaah, hace unos segundos no podías mirarme a los ojos ¡y ahora te estás burlando de mí! ¡Esto es increíblemente indignante!

El pequeño Taehyung limpió las pequeñas lagrimillas de sus ojos y masajeó su estómago, era la primera vez que le dolía por reírse.

Y después de aquel momento, se produjo un largo e incómodo silencio.

Quizás deba presentarme, pensó.

—Me llamo... Kim...—murmuró con timidez.

—¿Eh?

—Me llamo...

—¿Qué?

¿¡Por qué no lo dejaba terminar de hablar!?

—¡Que mi nombre es Kim Taehyung! —gritó con molestia.

Hombros sonrió. Taehyung se sintió intimidado, nunca nadie le había sonreído de esa forma.

Era extraño.

Pero en el buen sentido.

—Yo soy Kim Seokjin, Taehyungie, puedes llamarme Jin.

Run [kth]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora