intro: sin poder dormir

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En la estancia, puede apreciarse la terrible figura de un hombre bajo, feo, con hombros caídos y ojos avellana, se divisa aún en la oscuridad. Deambuló vacilante hasta la puerta de roble del fondo del pasillo, tomo la perilla con las manos temblorosas y la giró con delicadeza, para encontrarse con la figura de su amante prohibido descansando entre sabanas rojas. Se acercó con torpeza hasta la cama, y con dificultad tomo asiento a la orilla de esta.

— ¿Murdoc? — susurró adormilado el neoyorquino—. Viejo, ¿Qué haces aquí? — sus fosas nasales se inundaron del olor a cigarrillos rancios, cerveza y colonia masculina de las ropas de Murdoc— ¿Estás borracho?

— Algo así— respondió con voz pastosa—. No puedo dormir.

— ¿Eso que tiene que ver conmigo?

— Mucho. Necesito un abrazo para dormir, de lo contrario, seguiré molestando.

Russel suspiro pesadamente e hizo espacio en la cama para Murdoc.

Un "gracias" casi inaudible escapó de los labios verdosos del satanista.

— Bien, ahora duerme.

— Aún falta el abrazo— dijo el azabache mientras extendía los brazos al oji blanco, quién solo lo observó fastidiado y pensó detenidamente en lo que se había metido y cuáles serían las consecuencias de no cumplir con los deseos de Murdoc.

— Solo eso, ¿Entiendes viejo? — Murdoc río divertido.

— Entiendo— murmuro mientras sonreía, no como esas veces que sonríe burlón, o pícaro, era una sonrisa...sincera, en lo que cabía.

Los cuerpos se unieron, las ropas frías de Murdoc hicieron que los bellos del cuerpo de Russel se erizarán. Por primera vez en ese corto lapso de tiempo en el que habían estado intercambiando palabras, se vieron a los ojos. Eso hizo sentir extraño a Russel.

— Cierra los malditos ojos y duerme de una buena vez, viejo— dijo el de piel morena algo nervioso.

Murdoc aún lo observaba, paseando sus ojos avellanas por el plácido rostro de su ajeno.

"Me gustas", pensó en alto. Los ojos del menor se abrieron de par en par sorprendido, antes de poder decir algo, el azabache había atacado a sus labios en un beso tierno, como quizá nunca había dado. Russel quedó perplejo, y poco a poco se dejó llevar por esa dulce sensación que los labios de Murdoc le causaban, llevando las manos al rostro del contrario, acariciando con los pulgares los pómulos del mayor.

Después de unos segundos los dos hombres se distanciaron, observándose detenidamente, quizá preguntándose qué carajos había sucedido.

— D-d-debo irme— tartamudeo el bajista, para después huir de la habitación del baterista, dando un portazo tras de sí al salir de aquella habitación, dejando a Russel con muchas dudas, dudas a las cuales conseguiría respuesta.

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Recuerdo que 3stocolmo leía un fic de RussDoc, con el cual, LITERALMENTE lloro cuando la escritora lo elimino de la plataforma, podría decirse que le dedicó este fic a elle, igual quiero darle gracias por ayudarme a editar y aceptar ser mi beta :^), se que quizá esto no sea leído, pero no pierdo nada al intentar.

Y bueno...seas quién seas, espero te guste mi manera de redactar, si tienes algún inconveniente con mi historia, puedes hacermelo saber en un comentario, agradecería mucho que dieses tu opinión, ya que eso me hará crecer como futuro escritor.

Nuevamente gracias a la persona antes mencionada por adentrarme en el fandom de Gorillaz y por ayudarme a editar este (y posiblemente), otros capítulos.

03:33 AM [RussDoc]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora