Taehyung es un chico inteligente, sin embargo, es egoísta, un chico frío que no demuestra tener cariño por nadie, alguien a quien no le importa la opinión de los demás porque pareciera que no te escucha. Sus amigos son contados, la mayoría cree que...
Taehyung estaba en la cocina, mientras yo me enredaba en las sábanas cubriendo mi cuerpo desnudo. Me sentía tan relajado y feliz. ¿Se siente siempre así luego de hacer el amor? Mi estómago rugió y me acerqué al armario para tomar una camiseta y un par de bóxers de Taehyung. El olor me encantaba; limpio, agradable y seguro. Es de esos aromas que te hacen saber que estás con la persona correcta.
Bajé a la cocina y me encontré con Taehyung de espalda a mí, cocinando y sirviendo unas tazas. Me acerqué y lo abracé por la cintura dejando mi mejilla contra su espalda y cerré los ojos.
"Tae~, estás callado, ¿quieres decir algo?"
Las sesiones con el señor Young me han ayudado con respecto a la comunicación. Gracias a él había comprendido que debía preguntarle a Taehyung que sentía, que pensaba y que le pasaba. Así como él debía hacerlo conmigo.
"No me gusta que hayas intentado entrar a ese cuarto."
Me tensé, y suspiré.
"Lo siento, me causó curiosidad."
"La curiosidad mató al gato."
Esa fue una advertencia.
"¿Por qué no quieres que la vea?" recé porque me contestara.
"Porque me trae malos recuerdos. Por eso pinté la casa."
Mi corazón se oprimió y mi alma dolió, apreté el agarre y hundí mi rostro en su espalda. Dolía como el infierno cuando mencionaba sus "malos recuerdos". Después de todo, ¿quién más que él sabía sobre sus heridas? Namjoon, Seokjin, Yoongi, la doctora Nam y el señor Young. Todos sabemos cosas simplemente superficiales. Sé que hay más, estoy seguro de que mi niño pasó por más. ¿Quién me lo negaría? ¿Quién, si mi novio sufría ante los recuerdos? ¿Quién si sufría al tratar de decirme?
Taehyung poseía tormentas. Huracanes, maremotos y más. ¿Y quién lo ha ayudado? Necesito darle amor, debo de evitar los errores. Debo sustituir esos recuerdos, esos que mi subconsciente creaba por las noches.
Mis pesadillas.
Pesadillas que se volverían realidad.
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Gracias a mi impulso de buscar a Taehyung a casa de Jimin bajo la tormenta, pesqué un resfriado. Mamá me dio una buena regañada y me estaba cuidando lo que podía por el corto tiempo en que estaba en casa. De cualquier forma, si ella no se encontraba en casa, Jinyoung se paseaba en los pasillos con Hoseok en brazos al tanto de mí y mi reposo. Mi enfermedad no fue tan grave ya que mi estado de salud siempre ha sido bueno, así que, al segundo día mi celular vibró, informando una llamada de Minah.
"¿Qué hay, Minah?"
"Me estoy aburriendo desde que llegué y mi madre me ha dicho que por qué no me comporto como una chica de mi edad y salgo con mis amigos, le he dicho que tenía antojo de ir al cine."
